
Suecia: Capitales Bálticas y Estocolmo
Iglesias, palacios, cascos históricos, museos… Nuestro viaje lo tiene todo
Conoce el viajeSuecia: Capitales Bálticas y Estocolmo
- Duración
- 9 días
- Tipo de circuito
- Circuito


Seguimos con nuestra ruta para recalar en Rundale tras atravesar la frontera de Letonia. Allí nos espera el Palacio, antigua residencia de verano de los Duques de Curlandia. Riga es conocida como el “París del Norte” y la más grande de las tres capitales bálticas con casi un millón de habitantes fue una de las ciudades más importantes de cuantas formaban la Liga Hanseática.
“Del gótico al Art Noveau, todos los estilos están presentes en la arquitectura de las capitales bálticas”
Y llegamos a Tallín, ciudad medieval reconocida como la más antigua del norte de Europa. La visita al centro histórico de la ciudad, ‘obliga’ a ver las famosas torres de “El largo Hermann” y “La gordita Margarete”, así como la plaza del Ayuntamiento y las iglesias de San Olaf y San Nicolás
Finalizamos este viaje de ensueño en Estocolmo, la capital de Suecia, repartida sobre un total de 14 islas situadas en el lago Mälaren. Los grandiosos edificios públicos, palacios y su rico legado histórico ponen de manifiesto de una manera espléndida y singular sus 700 años de historia. Recorreremos el Gamla Stan, la ciudad vieja, donde se fundó Estocolmo en 1252.
Emociones nuevas en tu viaje
El Museo Fotografiska de Estocolmo que fue inaugurado en el año 2010. Se ha convertido por derecho propio en una de las atracciones más populares para los turistas que visitan la capital sueca. En el bohemio barrio de Södermalm, con vistas al mar y con una excelente panorámica del horizonte de la elegante Estocolmo, este museo es el enclave perfecto para fotógrafos y amantes de la fotografía. El edifico de ladrillo rojo que lo alberga es de 1906 y fue un antiguo almacén industrial. Hoy, en 2.500 metros cuadrados, acoge cuatro grandes exposiciones al año y una multitud de diferentes y variados eventos. No puedes venir sin tomarte un rico café o degustar unos pasteles nórdicos en la cafetería que se encuentra en el segundo piso que ofrece un panorama precioso de la ciudad. El edificio Art Nouveau hoy es considerado de interés cultural- El Fotografiska Museet está considerado como uno de los más grandes el mundo dedicado a este arte.
Además, cuenta con una sala de conferencias para seminarios y charlas, y una academia en la que se imparten cursos de fotografía, edición de imagen y comunicación visual. Recientemente, el museo ha incorporado una galería para exhibir y comercializar obras de artistas emergentes de Suecia, y de fotógrafos extranjeros poco conocidos en Suecia. Además de poder disfrutar de las exhibiciones de artistas como Annie Leibovitz, Mapplethorpe, David LaChapelle, Henri Cartier-Bresson o Anna Clarén, desde el último piso, donde se encuentra la cafetería, recrea la mirada, ya que el museo está ubicado en la isla de Södermalm, sobre la ribera del mar Báltico.

En Estocolmo toda esta energía y esas sinergias se transforma en la zona sur de Fokungagatan en tiendas de ropa, zapatos y antigüedades. No te puedes perder darte una vuelta por el bohemio barrio de Sodërmalm, al sur de la ciudad, es el lugar ideal para los adictos a las compras. Te van a enloquecer las calles estrechas llenas de tiendas con encanto de la “Venecia del Norte”. Artesanía, diseño sueco, buenas ofertas… En las estanterías de las tiendas encontrarás todo lo que necesitas para darle a tu look un toque especial.
Se sugiere iniciar el recorrido eligiendo un outfit bien cómodo para arrancar a caminar desde la calle Götgatan, en donde se pueden encontrar las marcas internacionales como American Apparel, Hope, H&M y marcas locales como Filipa K, Monki, Gina Tricot, entre otras. Si estás con tiempo, y no te mata la ansiedad de llegar al corazón del SoFo, que significa "South of Folkungagatan", no te puedes olvidar de entrar en la Galería Bruno y subir al bar Ljunggren, que tiene una terraza súper canchera y en verano abarrotada de gente. Otro consejo es disfrutar del restaurante Pelika, uno de los más antiguos de la ciudad donde acuden los residentes del SoFo, cuando se cansan de las ensaladas con halloumi y brotes de alfalfa orgánica, para reencontrarse con los sabores de su infancia en el pueblo, desde la archiconocida albóndiga sueca hasta el estofado de alce de la tía Agneta

El normbre de Sofo, lo decidieron los comerciantes de la zona, haciendo un guiño al Soho (South of Houston) neyorquino.
La capital de Estonia es algo más que un destino de moda. Manejable y accesible cuenta con uno de los cascos medievales mejor conservados de Europa. Ciudad amurallada por los cuatro costados, su antiguo muro defensivo ha sido testigo de siglos convulsos y muestra de la importancia estratégica y comercial de la urbe desde tiempos remotos. La ciudad medieval de Tallín encierra una larga historia que comienza cuando llegaron los vikingos en el siglo XIII. Rodeada de lagos y bosques, descubrirás una encantadora ciudad con una mezcla de culturas tan curiosa que tan pronto parece rusa, como alemana o escandinava. Aunque solo ocupa una superficie de 160 kilómetros cuadrados, esta pequeña extensión es más que suficiente para acoger desde castillos hasta parques naturales, pasando por templos religiosos como la impresionante Catedral Alexander Nevski y sus numerosos miradores, que permiten contemplar la belleza de la parte antigua de la ciudad. Tómate tu tiempo para conocerlos todos. Si necesitas inspiración, es buena idea comenzar dando una vuelta por su casco antiguo (Vanalinn) la verdadera joya de Tallín. Protegido por la Unesco es un cúmulo de torretas, agujas y callejas sinuosas de los siglos XIV y XV. En Raekoja plats, destaca la torre Pikk Hermann, el símbolo nacional estonio que forma parte del Castillo de Toompea. Nada menos que 215 escalones separan su parte más baja de la 'azotea' donde se sitúa la bandera de Estonia que baila todos los días al ritmo de una canción popular mientras se arría cuando cae la noche.
Aunque los viajeros vienen hasta Tallín atraídos por su imponente ciudad vieja. Hay Tallín más allá de las murallas. Un Tallín marcado por la presencia rusa en el país hasta 1990 tras más de dos siglos de ocupación. El Palacio de Kadriorg imponente residencia de verano de los zares rusos construido en el siglo XVIII actualmente es un interesante Museo de artes plásticas locales, rusas y europeas. El majestuoso palacio nos traslada de inmediato a San Petersburgo y contrasta con la cercana y sencilla residencia estival que Pedro I el Grande compró poco después de la anexión del país. El entorno de los palacios, que incluye la residencia oficial del presidente estonio, es un impresionante parque versallesco que también guarda un jardín japonés . Para los valientes, a dos pasos, se encuentra la Playa de Pirita, un arenal extenso de aguas gélidas en los meses más tórridos de verano, repleto de estonios locos por disfrutar del sol.

Una de las costumbres de los locales es desayunar frente al momumento de Freedom Square.
Las dos torres cilíndricas rematadas en tejados cónicos adelantan la imagen de ciudad de cuento que nos espera a intramuros. Dentro un laberinto de callejuelas estrechas con la única excepción es la Calle Viru, que corre casi recta hasta la Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats) centro neurálgico de la ciudad. Aquí tendremos la oportunidad de subir a la torre del Ayuntamiento uno de los mejores miradores de la ciudad situado en el único superviviente del gótico civil del norte de Europa –curiosas las gárgolas en forma de ‘dragones naif’- y de visitar la Farmacia de Raeapteek –Farmacia del Ayuntamiento- que lleva ahí desde 1422 siendo la más antigua del mundo aún en uso. Muy cerca la preciosa Iglesia de Santa Catalina da nombre a ese pequeño pasadizo de dos metros de anchura dónde la piedra desnuda sustituye a la pintura y el cielo está dominado por los arcos que soportan viejos muros del siglo XII. De espaldas de la Plaza del Ayuntamiento el barrio del Castillo ocupa una pequeña colina que domina el casco viejo. Aquí encontrarás la Puerta de la Pierna Larga, que formaba parte de las defensas del antiguo castillo construido por la Orden de los Caballeros Teutónicos que dio origen a la ciudad, o la Catedral de Alexander Newsky de principios del XX que recuerda de inmediato a los templos ortodoxos rusos.
A dos pasos se encuentra el Kiek in de Kök o Museo de los Bastiones , una muestra de la historia militar de la ciudad instalada en una de las innumerables torres que refuerzan sus muros. Este punto es un buen lugar para iniciar un recorrido en paralelo a las murallas hasta alcanzar Gorda Margarita, una torre enormemente ancha que defendía la puerta de la ciudad más cercana al puerto y que hoy alberga el interesante Museo Marítimo de Estonia. Muy cerca la vista del Mirador de Patkuli permite visualizar la magia del casco histórico a lo largo del día y con las primeras tinieblas de la noche. El campanario de San Olav también ofrece buena vista; su torre –siglo XII- de 155 metros de altura fue el edificio más alto de Europa durante 200 años. Tallín fusiona lo moderno y lo medieval hasta conseguir un ambiente único. Y aunque perderte entre las animadas callejuelas casco medieval es una opción de lo más apetecible, ya que cuenta con numerosas tiendas de productos típicos y artesanía donde se trabaja la lana y el cristal, disfrutar de su gastronomía es toda una experiencia. No solo por la variedad de la oferta, popular y de vanguardia, sino porque el ambiente y bullicio que se genera en sus calles invita dejarse llevar. Pero no se puede abandonar Tallín sin rendir visita al Museo de la Ciudad en que se hace un repaso a los orígenes y desarrollo de la urbe.

En esta ciudad podemos encontrar la farmacia más antigua del mundo en uno de los laterales de la plaza del Ayuntamiento
El Palacio de Rundale es uno de los grandes tesoros de Letonia, una impresionante obra maestra de la arquitectura del Barroco y Rococó. A cada paso disfrutará de sus exquisitos y lujosos ornamentos, o de la historia que cuentan sus paredes. A día de hoy es un museo en el que se puede degustar el lujo de los Duques de Curlandia. Sus interminables galerías están plagadas de auténticas obras de arte. Cada habitación es un mundo nuevo, con colores y ambientes muy distintos. Las 72 hectáreas del complejo palaciego de Rundale albergan sus interminables jardines: los más emblemáticos “el jardín Francés” y el “el jardín de Rosas”. Un paseo por este inmenso parque diseñado a la manera de Versalles, donde flores y árboles crecen en las jardineras minuciosamente planificadas, es perfecto para descansar a la sombra, dar un relajado paseo entre árboles y sacar las mejores fotografías de la fachada del palacio.
Rundale es una historia de perseverancia. En 1735, el duque de Curlandia, adquirió unos terrenos al Imperio Ruso y mandó construir su palacio de verano. Pero en 1740 el duque fue condenado al exilio a Siberia y proyecto fue abandonado durante años hasta que recibió el perdón. Se reanudaron las obras y no fue hasta 1768 cuando el palacio abrió sus puertas 33 años después de la primera piedra. Además de un hito de la arquitectura Báltica, Rundale es uno de los monumentos que mejor muestran la historia de Letonia. Diferentes familias nobles, residieron en el palacio hasta la I Guerra Mundial, cuando el edificio fue usado como hospital y cuartel general. Posteriormente albergó una escuela local. A partir de 1972 se inició un larguísimo proceso de restauración que no ha terminado por completo.

El plan de viaje a tu alcance
- Cena
- Vilna
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Vilna
- Panorámica de Vilnius
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Riga
- Palacio de Rundale
- Desayuno. Almuerzo
- Riga
- Panorámica de Riga
- Desayuno. Cena
- Tallin
- Panorámica de Tallin
- Desayuno. Cena
- Tallin
- Estocolmo
- Desayuno. Cena
- Estocolmo
- Panorámica de Estocolmo
- Desayuno
- Estocolmo
- Desayuno
- Estocolmo
¿Quieres saber más de Letonia, Lituania, Estonia y Suecia?
Letonia
En toda la geografía del país podrás encontrar tabernas denominadas “krogs” donde sirven comida típica letona a un precio económico. En Letonia es habitual degustar el delicioso queso local antes de empezar a comer. Los pescados están a la orden del día, caviar rojo, arenques, salmón, anguila, trucha, esturión, carpa… todos ellos sirven para confeccionar deliciosos platos principales. Gracias al clima de Letonia, el país agasaja al viajero con frutos del bosque de gran calidad que aderezan dulces postres. La cerveza es la bebida más típica y la podemos encontrar de diferentes tipos y variedades, aunque la bebida nacional es “Bálsamo Negro de Riga” elaborado con plantes, flores y raíces que alcanzar 45º de graduación.Lituania
La cocina lituana tiene como base principal la carne, los productos lácteos y las patatas. Sus recetas seguramente no sean las más apropiadas para mantener la línea, pero hay que tener en cuenta que con el frío que sacude al país en invierno, unas pocas calorías de más, siempre vienen bien.Algunos de los platos más típicos son el kepta duana, que sería algo así como pan negro con ajos; el cepeliani, empanadillas de patatas rellenas de queso y carne; la saltibarsciai, que es una sopa de remolacha; o los koldünai, unos raviolis rellenos de carne o setas.
Estonia
La cocina estonia es sencilla pero sabrosa, con la carne de cerdo, las patatas y las hortalizas como ingredientes principales. Los platos más típicos son el Sült, carne de cerdo en mermelada de espliego; el verivorst, que podría compararse a una especie de morcilla; el forell, o trucha ahumada y el mulgikapsad, que es carne de cerdo con patatas.También es muy popular la sopa seljanka y el taimetoit, una opción vegetariana que suele servirse de entrantes o como plato principal.
Suecia
En los últimos años, la cocina sueca ha dado un salto de calidad, mejorando considerablemente su nivel de reconocimiento a nivel internacional. Su cocina se basa principalmente en los ahumados, el marisco, los productos vegetales naturales y el reno o el alce.
Los platos más típicos del país son el Pytt i panna, carne frita con cebolla y patatas; las famosas albóndigas suecas; älgrytta, que es un estofado de alce, o kaldomar, que sería algo así como carne picada envuelta en hojas de col.
Letonia
En Letonia podrás disfrutar de una agradable jornada de compras recorriendo las elegantes y céntricas avenidas comerciales de sus principales ciudades. A las tiendas de firmas nacionales e internacionales se unen comercios tradicionales y populares mercados cuyos colores y sonidos encandilan a todo el que lo visita. El país es famoso por sus tallas y joyas en ámbar, su afamada cerámica elaborada de forma artesanal, sus delicadas piezas de cristal de Livani… Aprovecha la visita al país para frecuentar las galerías de arte, locales de artistas y talleres de artesanos donde podrás encontrar obra de diseñadores y artistas locales y valiosas antigüedades. Otro de los recuerdos más demandados son los gastronómicos. No olvides meter en tu maleta los deliciosos y típicos quesos y chocolates del país. En Letonia es también posible encontrar recuerdos típicos de Rusia como las matrioskas, souvenirs que recuerdan al viajero un pasado histórico en el que país formó parte de la antigua Unión Soviética.Lituania
Lituania es uno de los países con mayor oferta comercial de toda Europa. A sus numerosas tiendas artesanales o comercios destinados a la venta de souvenirs repartidos por el centro de sus pueblos y ciudades, hay que sumarle una gran variedad de centros comerciales, principalmente en las grandes ciudades.Los souvenirs más típicos para comprar como recuerdo son productos elaborados con lino o ámbar, los dos materiales más típicos y exclusivos de este bello país.
Estonia
Estonia es famoso entre los países de la zona debido a sus atractivos precios en determinados artículos de lujo. A pesar de esta fama, sus artesanías, los licores y sus joyas de ámbar siguen siendo especialmente baratas. Lo mismo ocurre con las muñecas Matryoskas, que en Rusia pueden alcanzar unos precios muy superiores.
Suecia
Las ciudades con mayor actividad comercial del país son Estocolmo, Malmo y Göteborg. En ellas es posible encontrar todo tipo de artículos tanto en sus centros comerciales como en sus pequeñas tiendas artesanales o comercios familiares.
La moda o el diseño son dos de los atractivos principales en lo que a compras se refiere y normalmente las tiendas más importantes se encuentran en las grandes avenidas de estas tres urbes. Eso sí, tocará rascarse el bolsillo.
Letonia
•1 de enero: Año Nuevo •Viernes Santo, Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua •1 de mayo: Día del trabajo •4 de mayo: Restauración de la Independencia •13 de mayo: Día de la madre •23 de junio: Noche de San Juan •24 de junio: Día de San Juan •19 de noviembre: Proclamación de la República •24 de diciembre: Nochebuena •25 de diciembre: Navidad •26 de diciembre: Día de San Esteban •31 de diciembre: NocheviejaLituania
•1 enero: Año Nuevo •16 febrero: Día de la Independencia •11 marzo: Restablecimiento del Estado Lituano •1 abril: Pascua •2 abril: Lunes de Pascua •1 mayo: Día Internacional de los Trabajadores •24 junio: fiesta de San Juan •6 julio: Día Nacional del Estado •15 agosto: Asunción de María •1 noviembre: Día de todos los Santos •25 diciembre: Navidad •26 diciembre: Día de San EstebanEstonia
•1 de enero: Año Nuevo •24 de febrero: Día de la Independencia •30 de marzo: Viernes Santo •1 de abril: Pascua •1 de mayo: Día de la Primavera •20 de mayo: Pentecostés •23 de junio: Día de la Victoria •24 de junio: San Juan •20 de agosto: Restauración de la Independencia •24 de diciembre: Nochebuena •25 de diciembre: Navidad •26 de diciembre: NavidadSuecia
•1 de enero: Año Nuevo •6 de enero: Trettondedag •30 de marzo: Viernes Santo •1 de abril: Pascua •1 de abril: Pascua •1 de mayo: Día del Trabajo •10 de mayo: Jueves de Ascensión •20 de mayo: Pentecostés •6 de junio: Día Nacional •23 de junio: Midsommardagen •3 de noviembre: Día de Todos los Santos •25 de diciembre: Navidad •26 de diciembre: NavidadLetonia
Según datos del ministerio de Asuntos Exteriores, no existe ninguna vacuna obligatoria para entrar en el país. Sin embargo, se recomienda vacunarse de hepatitis A y B para estancias superiores a 24 horas. La vacuna contra la tuberculosis está recomendada si la estancia va a ser superior a tres meses. Letonia es un país con amplia superficie de bosques, por lo que ciertas infecciones transmitidas por garrapatas son frecuentes. Si acude a este país con el motivo de hacer senderismo o actividades en las que estén en contacto con la naturaleza, es recomendable vacunarse contra la encefalitis.La prestación de servicios no es gratuita, aunque tenga en su poder la Tarjeta Sanitaria Europea, por lo que se recomienda contratar un seguro privado antes de realizar el viaje. La atención sanitaria es óptima en las principales ciudades, pudiendo ser menos completa en aéreas rurales. Por precaución, se recomienda ingerir agua embotellada.
Lituania
No existe obligatoriedad en lo que respecta a la vacunación para viajar al país, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda vacunarse de la Hepatitis si se tiene previsto visitar zonas naturales durante los meses de verano.En lo que respecta a la atención, la Tarjeta Sanitaria Europea y el DNI o el pasaporte en vigor es suficiente para poder recibir atención primaria en los hospitales y centros de salud del país.
Estonia
En Estonia la atención de urgencia está garantizada a todo el mundo, se tenga o no seguro médico. Además, con la tarjeta sanitaria europea, se tiene derecho a una atención primaria en los consultorios locales, hospitales y ambulatorios.Suecia
Mucho ojo en este sentido porque no existe actualmente acuerdo entre la Seguridad Social sueca y española y por lo tanto, los españoles que se encuentren de viaje en el país no disfrutarán de cobertura sanitaria.Lo más recomendable es llevar la Tarjeta Sanitaria Europea para al menos, facilitar los trámites de pago.
Letonia
Letonia tiene un clima templado, marítimo y continental. Si viajas a Letonia encontrarás un país con una humedad alta y precipitaciones abundantes. Los inviernos son fríos con una media de -4ºC, mientras que los veranos tienen una temperatura media de 17ºC. Alrededor de 82 días del año nieva y las heladas son muy frecuentes.Lituania
El clima en la mayor parte del país es frío, con veranos cortos e inviernos en los que las temperaturas por debajo de los 0ºC y las precipitaciones, ya sea en forma de lluvia o de nieve, son habituales. Sin embargo, en la estrecha franja bañada por el Mar Báltico, la situación es algo más suave, bajo un denominado clima oceánico. La mejor época para viajar al país es entre los meses de mayo y septiembre, cuando las temperaturas son más moderadas.Estonia
Se podría decir que el clima de Estonia combina rasgos del clima oceánico, principalmente en las zonas bañadas por el Mar Báltico, con características de clima continental en el interior. Las zonas costeras y las islas disfrutan de un tiempo más suave durante todo el año. Mientras que el interior puede llegar a ser especialmente frío en invierno, habiéndose llegado a alcanzar los -30 ºC en los últimos años en determinadas zonas.La mejor época para viajar al país con los meses comprendidos entre abril y septiembre.
Suecia
Si bien es cierto que el denominado cambio climático experimentado en los últimos años ha suavizado un poco el clima sueco, éste continúa siendo bastante áspero, principalmente durante la estación fría. Por supuesto, la zona norte es la más desapacible en ese sentido y tanto el centro como el sur, también tienen un clima bastante duro en invierno con la nieve como principal protagonista. La mejor época para visitar el país son los meses de verano.