Bulgaria: Bulgaria artística
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Arrancamos el viaje en Sofía, la capital de Bulgaria, comienzo y final de un viaje que se quedará contigo para siempre. Pronto pondremos rumbo a la antigua capital imperial, Veliko Tarnovo, con su recinto amurallado, sus calles adoquinadas y su fortaleza Tsarevetz. De camino podrás empaparte de la historia y la cultura de Bulgaria en lugares como Troyan o Arbanasi. Descubrirás cómo vivían sus cortesanos hace siglos y escudriñarás los secretos del Monasterio de Troyan, donde se encuentra el armario que cambió la historia de Bulgaria ¡Descubre por qué! Desde el corazón imperial búlgaro partiremos hacia las orillas del Mar Negro, pasando primero por el Valle de las Rosas, donde el cultivo de la rosa oleaginosa, símbolo nacional de Bulgaria, es una tradición ancestral. Y por fin llegaremos al Mar Negro. Burgas, Sozopol, Nesebar… Sus ciudades costeras te permitirán recorrer las raíces tracias, griegas, romanas y medievales de Bulgaria. Con el Mar Negro convertido ya en un recuerdo imborrable, volveremos al corazón búlgaro de Plovdiv, la ciudad más antigua de Europa. Caerás rendido ante esa espectacular mezcla de ruinas romanas y su vibrante movimiento artístico contemporáneo. Y como colofón, Sofía, la capital. Recorre su centro histórico de adoquines dorados y admira la Plaza Sveta Nedelia, la Rotonda de San Jorge, el Teatro Nacional o la Catedral de Alejandro Nevski.
Bulgaria, como nunca la has visto
Del Monasterio de Rila, un complejo arquitectónico entre montañas y bosques de coníferas, a la catedral de Alejandro Nevski, la iglesia ortodoxa más grande del mundo; del Anfiteatro Romano de Plovdiv, el mejor conservado de la península balcánica, al Museo al Aire Libre de Etara, donde descubrirás la tradición de los antiguos oficios búlgaros. Del romanticismo del Valle de la Rosa a la magnificencia del Mar Negro. Este viaje pondrá a tu alcance lo mejor del pasado y del presente de esta joya de los Balcanes.
Emociones nuevas en tu viaje
Hay quien dice que Plovdiv podría ser una de las ciudades más antiguas del mundo, ya que cuenta con evidencias históricas de haber estado habitada desde el 6000 antes de Cristo. Lo que sí está claro es que la segunda ciudad más grande de Bulgaría fue, además, una de las grandes urbes del imperio romano de Oriente.
Plovdiv cuenta con un preservado legado romano digno de admiración, que bien merece una visita. No dejes de conocer el antiguo anfiteatro, construído en el siglo II antes de Cristo por el emperador Trajano. Tras veinte años de obras de remodelación, esta edificación con más de 19 siglos de antigüedad se muestra ahora en todo su esplendor y es, de hecho, el mejor conservado de los Balcanes. Está situado en la parte vieja de la ciudad y cada año se utiliza para conciertos y espectáculos de teatro durante los meses de verano ya que cuenta con una excelente acústica –además de su emplazamiento excepcional-. Tras el anfiteatro, dirige tus pasos hacia el paseo peatonal de la parte comercial de Plovdiv que cruza por encima del enorme estadio romano, donde podrás visitar una exposición interactiva sobre la época romana en la ciudad. Y, para finalizar, no dejes de acercarte hacia las ruinas del foro romano y del Odeón. Todavía están siendo restaurados y solo se pueden contemplar parcialmente, pero aún así merecen la pena.
Plovdiv parece haber sido erigida a imagen y semejanza de la antigua Roma. Así, la ciudad se asentó, igual que la capital italiana, sobre siete colinas. Hoy solo quedan seis, ya que la de Markovo se aplanó y acabó convertida en adoquines en las calles peatonales del eje comercial de la ciudad. A cambio, la ciudad le dio el mismo nombre de aquella colina extinta a un centro comercial como forma de homenaje.
Plovdiv te sorprenderá por la cantidad de galerías de arte con las que cuenta, principalmente en la parte vieja de la ciudad. Piérdete por las calles del casco antiguo y descúbrelas.
Lo mejor de todo es que los artistas locales han conservado además la tradición de unir residencia y taller en un mismo local, por lo que es muy común poder conocer de primera mano a los creadores al adentrarte en una galería, e incluso charlar tranquilamente con ellos sobre su trabajo. No dejes de pasar tampoco por Kapana, el barrio artístico de la ciudad. De enrevesadas calles, Kapana de hecho significa ‘trampa’, te sorprenderán sus casas de estilo vienés de comienzos del siglo XX con sus fachadas decoradas con todo tipo de arte gráfico. Al parecer, tras el incendio del barrio y su posterior restauración, el ayuntamiento propuso a los artistas locales residir gratis en el barrio durante un año, a cambio de desarrollar proyectos artísticos para relanzar la zona. Te encantarán sus calles coloristas y sus cafés y comercios de diseño. Aquí encontrarás los sitios más cool de la ciudad para tomarte un brunch a mediodía o disfrutar de un café o un buen vino búlgaro.
Aunque Kapana rebosa modernidad y nuevas tendencias, también se trata de un barrio lleno de historia. De hecho, fue el corazón de la ciudad de Plovdiv durante la época del dominio del imperio otomano y llegó a tener hasta cincuenta mezquitas. La más grande y mejor conservada se encuentra precisamente allí, la mezquita de Dzhumaya. No dejes de visitarla, te sorprenderá por su decoración en tonos azules y blancos.
Por muchas fotos que hayas visto con anterioridad del monasterio, créenos, no son suficientes para que te hagas cargo de la belleza del monasterio de Rila. A 1147 metros de altura, encerrada entre montañas y enormes bosques de coníferas, se encuentra una de las edificaciones más representativas de Bulgaria.
El monasterio de Rila te sorprenderá por su arquitectura única, con aspecto de fortaleza desde el exterior y sus murallas en forma de pentágono irregular. El interior es como un paréntesis en medio del mundo. Tranquilidad absoluta, silencio, la brisa de las montañas, y los monjes que de vez en cuando se dejan ver yendo de un lado a otro. Te sorprenderán sus arcadas, las escaleras de madera y las 400 celdas que habitan los monjes. En el centro del patio se encuentra la torre de Hreliov, del siglo XII, y la bella iglesia principal, la de la Natividad de la Virgen, del XVIII, llena de iconos religiosos esculpidos en madera y de frescos realizados por artistas búlgaros. No dejes de visitar la librería, una de las más ricas de los Balcanes, con más de 250 manuscritos que datan del siglo XI al XIX, 9000 libros antiguos impresos o iconos excarvados en madera con gran riqueza de detalle. El monasterio fue construido por el ermitaño búlgaro Ivan Rilski (876-946), que decidió alejarse del mundo como forma de alcanzar la perfección espiritual y protestar también contra el deterioro de las reglas de la moral del cristianismo, que entendía pervertidas. En enero de 1883, el monasterio sufrió el más trágico accidente en su historia, al quedar prácticamente destruido por el fuego. Sin embargo, las donaciones y las ayudas de artesanos llegados de todo el país no se hicieron esperar, por lo que en apenas dos años el monasterio quedó totalmente restaurado. Un espacio completísimo que te enamorará, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Si quieres ser testigo real de la vida monacal ortodoxa, no dejes de pasar una noche en el monasterio. Podrás asistir al oficio religioso de la mañana, además de descansar y encontrar un espacio para la reflexión y el sosiego.
El Monasterio Dragalevtsi aúna historia, arte y tranquilidad. Es un oasis construido en el siglo XIV, enclavado en la montaña. Una vez ahí, cuando te encuentres frente a sus paredes blancas y rojas, no dirías que estás prácticamente al borde de la ciudad, a apenas 15 kilómetros del centro de Sofía y a 4 kilómetros en coche del barrio del que toma el nombre, Dragalevtsi. Ahora habitado por una orden de monjas, el Monasterio hunde sus raíces en la cultura y el orgullo nacional búlgaro.
Fue fundado por el zar Iván Alejandro en el siglo XIV. Destruido y abandonado cuarenta años más tarde, se restauró a finales del XV. El atrio de la iglesia se ha conservado por completo y algunos fragmentos de los frescos que aún se conservan son de esa época: las escenas de ‘La Corte de Pilatos’, ‘Judas devuelve la plata’, ‘Ahorcamiento de Judas’, ‘La negación de Pedro’, la imagen de San Romano el Melodista, San Pedro y otros. El lugar conserva un simbolismo especial para los búlgaros. Allí fue donde unos 400 años más tarde, su héroe nacional, Vasil Levski, organizó parte de la rebelión contra el Imperio Otomano, que culminó con la independencia de Bulgaria.
El monasterio se encuentra dentro del área montañosa que forma el Parque Natural de Vitosha, situado al sur de Sofía. Una bonita excursión es tomar el teleférico que sale del mismo barrio de Dragalevtsi hasta Bai Krastyo, situado a unos 1.800 metros de altura y desde ahí bajar al Monasterio andando.
Te proponemos una aventura arqueológica apasionante en una isla del Mar Negro y al margen de las rutas turísticas tradicionales: una excursión a la isla Sveti Ivan (San Iván), cuyos orígenes históricos se remontan a los tracios y a los romanos.
El enclave está solo a 700 metros de la costa de Sozopol, así que el trayecto es corto. Ahí se encuentran las ruinas de un monasterio construido en el siglo IV después de Cristo, donde en el año 2010 un arqueólogo descubrió un relicario con inscripciones que permiten conjeturar que los restos que se encontraban dentro eran los de San Juan Bautista. Las pruebas de carbono apuntan a un varón que vivió hace 2.000 años. La isla es además un santuario ornitológico, con más de 70 especies de aves divisadas. Un lugar muy especial para pasar una mañana o una tarde tranquila con el mar negro a tus pies. Llévate algo de picnic y vive una experiencia única.
La isla está a 700 metros de la costa y no hay viajes organizados para llegar a ella, pero desde el puerto de pescadores de Sozopol se pueden contratar trayectos.
Probablemente, en cuanto des tus primeros pasos por Sofía, descubrirás cómo se alzan por encima de los tejados de la ciudad unas suntuosas cúpulas doradas. Se trata de la catedral de Alexander Nevski, uno de los edificios más representativos de la capital de Bulgaria y también una de las iglesias ortodoxas más grandes del mundo.
Los datos asombran al más despistado: mide 72 metros de largo, 42 metros de ancho, 52 metros de alto, cuenta con una superficie de 3170 m² y capacidad para 5.000 personas. De estilo neobizantino, la catedral se finalizó de construir en 1912 y representa la estrecha relación entre Rusia y el pueblo búlgaro desde que el zar Alejandro II ayudara a Bulgaria a independizarse del Imperio Otomano. De hecho, la catedral homenajea a los 200.000 soldados rusos, ucranianos, bielorrusos y búlgaros que cayeron en la contienda. El templo está dedicado a Alexander Nevski (1220-1263), un gobernante ruso reconocido por su defensa del cristianismo ortodoxo y al que se le venera como a un santo. Su interior también es impresionante, todo decorado con frescos de la época, con imágenes de santos búlgaros y escenas religiosas. La cripta cuenta, además, con una colección de arte antiguo búlgaro que data desde el siglo IV al XIX, además de una de las mayores representaciones de iconos ortodoxos del mundo.
La iglesia de Santa Sofía, templo que da nombre a la ciudad, se encuentra a pocos metros de la catedral. Aprovecha la visita para descubrirla también.
Algunos de los viajeros más experimentados dicen que una visita a los mercados de una ciudad es una de las mejores formas de conocerla realmente y nosotros no podemos estar más de acuerdo.
En Sofía te proponemos dos, uno de alimentos, el Mercado Central, y otro de antigüedades, callejero, que rodea la catedral. El primero está situado en un edificio neorrenacentista, con elementos neobizantinos y neobarrocos, que aportan aún más valor a la visita. Tiene tres plantas, una de alimentos, otra con restaurantes de comida tradicional búlgara y una tercera con comercios donde se pueden comprar recuerdos y cosmética. El segundo mercado que te proponemos recibe el nombre de Alexander Nevsky y está en la misma plaza donde se erige la catedral del mismo nombre. Allí podrás encontrar memorabilia de la época soviética, iconos religiosos, obras de arte amateur e incluso una zona donde un grupo de señoras teje a mano unos típicos calcetines de lana ¡Prepárate para regatear!
El Mercado Central está muy cerca de la Mezquita Banya Bashi o de la Sinagoga, así que es un sitio ideal para pararse a comer. El mercado callejero de Alexander Nevsky está pegado a la catedral, así que puedes aprovechar también la visita al templo para descubrir tesoros.
Te presentamos una pequeña joya arquitectónica que rezuma historia y arte por los cuatro costados. La iglesia de Boyana San Pantaleón es una de las muestras mejor conservadas del arte medieval de Europa Oriental.
Podrás admirar sus frescos, unas 90 escenas con 240 figuras humanas, que siguen la composición y la iconografía del arte bizantino de los siglos XI y XII, aunque el estilo recuerda a los murales de la escuela de Tarnovo. Una vez dentro le darás la razón a la UNESCO, que en 1979 la catalogó como patrimonio de la Humanidad. Visita cada uno de sus tres edificios. El primero, la parte oriental, fue construido en el siglo X. El segundo, a mediados del siglo XIII, fue una ampliación ordenada por el Sebastocrátor Kaloyan, en 1259, y es de esa época de la que datan los frescos más valiosos. El último edificio se construyó en el siglo XIX. 700 años de historia búlgara te esperan. ¿Te lo vas a perder? Completa la experiencia, visitando el Museo de Historia Nacional, situado a apenas dos kilómetros. No te pierdas las salas dedicadas a la familia real búlgara de finales del XIX y principios del XX, ni el esqueleto del “vampiro” medieval ¡con estaca clavada incluida!
El plan de viaje a tu alcance
- Cena
- Sofía
- Desayuno.Almuerzo.Cena.
- Veliko Tarnovo
- Iglesia de la Natividad
- Casa Konstantsalia
- Monasterio de Troyan
- Entrada Ciudad amurallada de Veliko
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Kazanlak
- Burgas
- Visita tumba tracia y Museo Kazanlak
- Museo al aire libre de Etara
- Desayuno. Almuerzo . Cena
- Sozopol
- Nesebar
- Plovdiv
- Iglesia de Sveti Stefan
- Panorámica y visita al Museo arqueológico de Nesebar
- Desayuno y almuerzo
- Plovdiv
- Panorámica de Plovdiv
- Iglesia de Konstantin y Elena de Plovdiv
- Museo Etnográfico de Plovdiv
- Teatro de Plovdiv
- Desayuno, almuerzo y cena
- Rila
- Sofía
- Monasterio de Rila
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Sofía
- Panorámica de Sofía
- Desayuno
- Sofía
¿Quieres saber más de Bulgaria?
La cocina búlgara es mezcla, fusión de las más distintas tradiciones culinarias, aderezadas con un toque nacional único. En muchos restaurantes y, en las denominadas mehana, o tabernas del país, podrás degustar platos tradicionales únicos. Bulgaria te ofrece un panorama de frutas y verduras; de productos lácteos y exquisitas carnes que podrás saborear, como la skara. Aquí la influencia de la cocina griega y turca es notable. No dejes de probar el banitsa, exquisito bollo elaborado con hojaldre y queso. Los quesos y sus deliciosos yogures son un reclamo de la gastronomía búlgara. Te recomendamos que degustes sus vinos y excelentes cervezas, así como el café y el té locales.
Una de las ventajas de comprar en Bulgaria es la relación entre calidad y precio. Normalmente podrás encontrar excelentes artículos a un precio inferior a otros países europeos. En Bulgaria descubrirás una excelente artesanía, joyería y bisutería, cerámica, alfombras y mucho más –la industria del calzado te ofrecerá un sinfín de posibilidades-.
Descubre los artículos religiosos autóctonos y la mejor música local. En Sofía, capital del país, se localizan calles repletas de tiendas de ropa de las mejores marcas. No dejes de pasear por Vitosha Bulevard o Graf Ignatiev, Pirotska o Solunska. Los bazares y mercados locales de las grandes ciudades búlgaras te ofrecerán muchos complementos que podrán satisfacer tus mejores expectativas.
•1 enero (Año Nuevo)
•3 marzo (día de la liberación)
•Semana Santa
•1 mayo (día de los trabajadores)
•6 mayo (día de San Jorge)
•24 mayo (día del alfabeto Cirílico)
•6 septiembre (día de la Unificación)
•22 septiembre (día de la independencia de Bulgaria)
•1 noviembre (día del renacimiento nacional)
•25 y 26 de diciembre (Navidad)