
Francia: París, Bruselas y Ámsterdam
Del París monumental a los pueblos pesqueros de Holanda
Conoce el viajeFrancia: París, Bruselas y Ámsterdam
- Duración
- 7 días
- Tipo de circuito
- Circuito


La ciudad de la luz te recibirá en tu primera jornada con la elegancia y la majestuosidad innata del país galo. Durante tres días, sucumbirás a la belleza de esta inagotable urbe. Desde sus plazas y bulevares, sus históricos jardines o sus grandes símbolos, como la torre Eiffel o el Louvre… Descubrirás que todo brilla en París con luz propia. ¿Un recorrido por las avenidas iluminadas bajo la luz de luna? ¿Una clase de gótico francés en Notre Dame? ¿Un paseo en barco por el Sena? ¿Un espectáculo de cabaret en un histórico teatro? En esta propuesta encontrarás todo lo que buscas para conocer el París.
“Y de una vibrante metrópoli, a la medieval Brujas, una pequeña “Venecia” para pasear entre casitas y canales, saborear deliciosas cervezas belgas o perderte en los recovecos de la animada su plaza mayor”
Y de una vibrante metrópoli, a la medieval Brujas, una pequeña “Venecia” para pasear entre casitas y canales, saborear deliciosas cervezas belgas o perderte en los recovecos de su animada Plaza Mayor, Grote Mark, repleta de interesantes edificios. Si el corazón de esta ciudad belga te enamora, la Grand Place de Bruselas, tu siguiente destino, te dejará sin habla, antes de saltar al país vecino, Holanda. En la despedida de este interesante recorrido los contrastes cobrarán protagonismo. Por un lado, visitarás un Ámsterdam moderno y actual; por otro viajarás, en el tiempo a los tradicionales pueblos marineros, como Volendam y Marken. ¡Selecciona tu cara preferida de esta ciudad!
Emociones nuevas en tu viaje
¿Qué tienen en común Jean Paul Sastre, Coco Chanel o Diderot? Todos ellos sucumbieron al encantó de los cafés parisinos, punto de encuentro de artistas, intelectuales, revolucionarios y millones de personas anónimas que cada día disfrutan de estos lugares emblemáticos.
Sus paredes han escuchado conversaciones que han contribuido a crear grandes movimientos culturales, que hoy en día forman parte de nuestra Historia. Terrazas que no entienden de estaciones del año y en las que dejar pasar las horas mientras se contempla el encanto de las calles parisinas y se observa la elegancia innata de sus gentes. Si no eres un amante del café, descuida, su popularidad y su interés transciende de esta bebida, que muchas veces no es ni siquiera la más demandada.

El Café de Flore es quizá el más conocido de los cafés de París y en sus mesas se dieron cita desde el filósofo existencialista Jean Paul Sartre, su pareja la historiadora, filosofa y feminista Simone de Beauvoir o el novelista, ensayista y poeta Apollinaire.
Si visitas el Café de Flore (número 172 del Boulevard Saint-Germain), pide el vino de Pouilly, el caldo más famoso del establecimiento. Además, este café dispone de especialidades de la cocina tradicional local. Desde su terraza se puede observar el movimiento y la animada vida del famoso boulevar, y cuenta con una maravillosa sala Art Déco que no te puedes perder.
Cuando la noche toma el control, París gana incluso más encanto, sobre todo en invierno, cuando la bruma mezclada con la luna y las farolas dan a la ciudad un aire especial. Bien pertrechados con ropa de abrigo, debemos salir a la calle entre dos luces, en ese crepúsculo cuando las cosas cercanas parece que se alejan entre sombras.
Los franceses llaman a esta hora entre chien et lup (entre perro y lobo). En ese momento, las luces de París se iluminan y nosotros nos dispondremos a disfrutar de una experiencia única. Podemos comenzar en Montmartre, observar la pirámide brillante frente al Louvre y gozar de las espléndidas vistas de la plaza de la Concordia. Y por nada del mundo debemos perdernos la posibilidad de subirnos a un barco para hacer un recorrido por el Sena. Surcando sus aguas, contemplaremos la mágica postal nocturna de París y nos llevaremos un recuerdo imborrable. Y para culminar la jornada, nada mejor que regresar a Montmartre y visitar alguno de los locales de Pigalle, como el famoso Moulin Rouge.

Una excursión organizada puede facilitarnos mucho las cosas para completar una experiencia nocturna de lujo en la Ciudad de la Luz. De este modo, no nos perderemos ninguno de los rincones más encantadores y famosos de París.
En invierno hace bastante frío en París. Lo sabemos. Pero si nos abrigamos bien y aprovechamos un par de trucos, podremos disfrutar de un viaje inolvidable. Contemplaremos la panorámica invernal de los monumentos de la Ciudad de la Luz y nos refugiaremos en el interior de sus espléndidos museos cuando el frío arrecie.
Y entre visita y visita, nada mejor que calentar nuestro cuerpo aprovechando la variada gastronomía francesa. Una de las bebidas típicas en esta época es el vin chaud (vino caliente), que incluye varias especias e incluso pasas. Lo podremos encontrar en numerosos cafés de la ciudad y en varios puestos de los mercadillos de Navidad. Otra excelente opción (y sin alcohol) es entrar en uno de los típicos cafés parisinos y ver la vida pasar mientras nos tomamos un chocolate caliente. Y si aun así no se nos ha quitado el frío, repongamos fuerzas con alguno de los platos típicos del invierno en Francia, como la excelente sopa de cebolla o alguna cassoluet con alubias y carne. ¡Mano de santo contra los rigores del invierno!

Si optamos por alguno de los cafés más famosos, como el Angeline –fundado en 1903- es conveniente que reservemos con antelación para conseguir una mesa
Para algunos, esta es la ciudad más bella de Holanda. Sobre gustos no hay nada escrito, pero lo que es cierto es que Utrech cuenta con un encanto especial. En sus calles se esconde la Iglesia de Willibrordkerk, de estilo neogótico, una de las más impresionantes del país. También la Torre del Domm, la más alta de todas las construidas en territorio nacional, y el Stadskasteel Oudaen, un imponente castillo de piedra que supone un ejemplo de las edificaciones construidas por las familias adineradas en la Edad Media.
Después de maravillaros con sus canales y tomar algo en alguna de las terrazas desde las que podréis admirarlos, quizás os apetezca visitar la Casa Dick Bruna, un museo dedicado a este genial dibujante de historietas y a su creación más famosa, la conejita Miffy. Otra opción es visitar alguno de sus parques. En algunos de ellos hay granjas con animales, los llamados kinderboerderij, donde los más pequeños pueden tocar los animales. El Park Oog in Al cuenta con una de ellas además de con una zona de juegos y un bonito lago. ¡Un lugar ideal para un picnic en familia!

Visitar mercados tradicionales es una de las mejores actividades que pueden realizarse en familia. ¿A quien no le gusta perderse en alguno de ellos? En Utrech se celebran algunos de los más importantes de la región. El más destacado es el mercado textil, que cuenta con cuatro siglos de historia. El más grande es el de Vredenburg y también es muy recomendable ¡Encontrarás productos de todo tipo!
Toda Holanda (en miniatura) nos espera en Madurodam, cerca de La Haya. Este parque de atracciones, que está entre los más visitados del país, hará las delicias de los más pequeños (y sus acompañantes).
Primero, porque es una manera de conocer todo el país a pequeña escala: campos de tulipanes, molinos de viento, canales, mercados de queso, etc. Y después, porque no nos limitaremos a dar un paseo, sino que podemos vivir una experiencia interactiva cargando contenedores en el puerto de Rotterdam, cerrando esclusas en el Oosterschelde, haciendo despegar un avión en el aeropuerto internacional de Ámsterdam o pujando en su famosa subasta de flores. Incluso encontraremos centenares de árboles en miniatura y miles de flores durante todo el año. Y en los días de vacaciones de Navidad, Madurodam es todavía más especial, porque celebra la Fiesta del Invierno holandesa encendiendo las 33.000 lucecitas de la ciudad para iluminar el mágico ambiente de estas fechas en el país centroeuropeo.

Madurodam está abierto todos los días del año, pero su horario varía en función del día. Lo mejor es consultarlo previamente en su página web
Si en invierno hay menos horas de sol, ¿por qué no organizar un festival para iluminar las calles de la ciudad? Partiendo de esta sencilla premisa, Ámsterdam desarrolla desde hace siete años el Light Festival, que acoge las propuestas de centenares de diseñadores, artistas y arquitectos llegadas desde casi 50 países.
Entre todas ellas, se escogen las mejores instalaciones y se reparten por toda la ciudad, iluminando las calles y los canales y otorgando al invierno de Ámsterdam un color único e irrepetible. Para verlas, podemos dejarnos llevar y pasear a nuestro aire –todas se encuentran en la zona más céntrica de la ciudad- o recorrer las dos rutas recomendadas por la organización. Una de ellas sigue un mapa por tierra y la otra se denomina la Ruta de los Colores del Agua, que surca los canales en los barcos de alguna de las compañías que apoyan el evento.

Las fechas del festival son variables pero siempre se desarrollan entre finales de año y principios del siguiente.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento
- París
- Desayuno
- París
- Panorámica de París
- Desayuno
- París
- Desayuno.Cena
- Brujas
- Bruselas
- Desayuno. Cena
- Roterdam
- La Haya
- Ámsterdam
- Panorámica de Bruselas
- Desayuno
- Ámsterdam
- Panorámica de Ámsterdam
- Desayuno
- Ámsterdam
¿Quieres saber más de Países Bajos y Francia?
Países Bajos
En los Países Bajos encontrarás una gran variedad de restaurantes para todos los gustos y presupuestos. Entre sus platos estrellas destacan las bitterballen, unas albóndigas fritas servidas con mostaza; el Hutspot, un guiso de ternera acompañado con puré de patatas y zanahorias; y la deliciosa Erwtensoep, una sopa de guisantes típica de Holanda. Además son muy populares las Patat, patatas fritas servidas con mayonesa u otras salsas en un cono de papel; y los Kaas, los famosos quesos como el Gouda y el Edam. La bebida nacional es la cerveza, toda una cultura para los habitantes de los Países Bajos.
Francia
Un viaje perfecto se completa con una deliciosa gastronomía. Un tema del que Francia puede presumir, ya que los deliciosos platos salidos de sus fogones han influenciado a medio mundo. La cocina y la extensa, variada y rica dispensa de la que se nutre es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la seductora potencia gala. En las principales ciudades del país podrás contemplar un sin fin de establecimientos cuidados hasta el último detalle y rendidos a la comida, en cualquiera de sus formas. ¡Y qué decir de sus siempre animados, coloristas y bulliciosos mercados! Panaderías y pastelerías y coquetas cafeterías despiertan al viajero con el clásico café acompañados de los deliciosos cruasanes. A la hora de comer, los típicos “bistrós”, bares y restaurantes con estilo te introducirán en un universo gastronómico fascinante que abarcan desde recetas tradicionales a las últimas propuestas de la “cocina creativa”. Y todo ello aderezado magistralmente con el buen gusto francés.
Los que quieran darse un homenaje culinario, encontrarán en el país galo una gran lista de restaurantes galardonados con Estrella Michelin. Todo ello aderezado con vinos, licores y cervezas de fama mundial, como los de la región del Valle del Loira y las principales áreas vinícolas del suroeste de Francia. ¡Disfruta de una cata de vino en sus centenarias bodegas! En los últimos años, el país ha impulsado diferentes iniciativas para acercar su afamada cocina a los visitantes. De este modo, se organizan tours gastronómicos y cursos de cocina que te permitirán cocinar junto a experimentados chefs algunas de las recetas más célebres del país.
Países Bajos
En los Países Bajos encontrarás diamantes, tanto sueltos como acoplados a joyas de original diseño, obras originales de arte, bonitas cerámicas y sus archiconocidos zuecos. Pero si por algo es conocido este maravilloso país es por su producción mundial de quesos. Te recomendamos llevarte el famoso Gouda, un queso semi-curado y de sabor intenso, el queso Edam, muy tierno y con forma de bola, y el queso Massdam, particular por su corteza dura con agujeros. Otra de las cosas que merece la pena comprar son sus tulipanes. Para llevártelos como memoria o obsequio, te recomendamos que compres bulbos de tulipán, mucho más fáciles de trasladar.
Francia
Francia es uno de los destinos de compras más interesantes del mundo y uno de sus principales reclamos turísticos. El país es famoso por su arte, su cultura, su gastronomía, sus artículos de moda... Importantes ciudades como la capital de París están vinculadas fuertemente con la industria de la moda y el diseño, desplegando en sus elegantes y concurridas arterias comerciales un abanico de tiendas que apabullan al viajero por su elegancia, diversidad y calidad. ¿Te imaginas un lugar mejor para disfrutar de una divertida jornada de shopping?
No te lo pienses más y renueva tu armario acudiendo a los centros comerciales, las tiendas con encanto, las boutiques, los comercios tradicionales… Los famosos outlets son ideales para encontrar auténticas joyas textiles a precios imbatibles. En los últimos años, los principales centros comerciales y grandes almacenes han ido incorporando a su portfolio de servicios a sus clientes el acceso a un personal shopper.
Países Bajos
•Año Nuevo, el 1 de enero • Viernes Santo, Primer día de Pascua y segundo día de Pascua, en marzo o abril • Día del Rey (su cumpleaños), el 27 de abril • Día de conmemoración nacional: 4 de mayo (no es un día festivo oficial) • Aniversario de la liberación, el 5 de mayo • Día de la Ascensión, el 10 de mayo • Primer y Segundo día de Pentecostés, en mayo o junio • Primero y segundo día de Navidad: 25 y 26 de diciembreFrancia
•1 enero •1 mayo •8 mayo •Lunes de Pascua. En marzo o abril •14 julio •15 de agosto •1 noviembre •11 noviembre •25 de diciembreEl idioma oficial predominante en Países Bajos es el neerlandés pero en general, la mayoría de personas habla y entiende inglés.
Países Bajos
El clima es oceánico y el tiempo, suave debido a la influencia del mar. Sea como sea, mira bien la previsión del tiempo antes de salir de viaje; lo mejor para adaptarse al clima del lugar es llevar ropa adecuada.Francia
El país galo suele contar con inviernos fríos y veranos más suaves. Las localidades situadas en la zona norte del país o en áreas montañosas suelen registrar nevadas durante los meses invernales. Por su parte, las hermosas zonas costeras francesas son célebres por sus primaveras suaves y sus veranos calurosos, luminosos y escasamente lluviosos.