Día 7: Chiang Rai – Triángulo de Oro – Chiang Mai. Una jornada cargada de experiencias apasionantes
RÉGIMEN
Desayuno. Comida. Cena.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Wat Rong Khun conocido como Templo Blanco
Triángulo del Oro y Casa del Opio
Templo Azul o Templo del Tigre Danzante
Wat Doi Suthep
Hoy nos conviene dar cuenta de un buen desayuno porque tenemos un programa lleno de visitas que nos dejarán asombrados. En primer lugar, nos acercaremos al Templo Blanco, cuyo nombre real es Wat Rong Khun. ¿Por qué el nombre de Templo Blanco?, pues porque en su exterior hay millares de cristalitos que le hacen brillar cuando les da el sol. La mayoría de los santuarios de Tailandia cuentan con cientos de años de antigüedad. Sin embargo, el Wat Rong Khun es muy moderno, de hecho, su construcción se inició en 1997 y aún no se ha terminado completamente.
Dejaremos atrás el Templo Blanco para ver el Wat Rong Suean Ten, más conocido como Templo Azul o Templo del Tigre Danzante. Nuestra siguiente parada será en un lugar único. Nos referimos al llamado Triángulo de Oro, conocido por ser el sitio donde se juntan tres países: Myanmar, Laos y Tailandia. Desde una colina, tendremos la suerte de poder contemplar un paisaje increíble, no solo de estos países, sino también del río Mekong, que, junto con su afluente el Ruak, conforman una frontera natural entre Laos y Tailandia.
Ahora llega el momento de conocer un poco mejor unos años realmente difíciles para Tailandia. Iremos a la Casa del Opio. En este museo, aprenderemos o recordaremos la época en la que toda esta zona del país estaba llena de cultivos de opio. Del opio, los traficantes de drogas obtenían heroína que, luego, se vendía en Europa y Estados Unidos. Los narcotraficantes eran los que mandaban en la mayor parte del norte de Tailandia hasta que el gobierno consiguió acabar con este comercio.
Ha llegado el momento de tomarnos un respiro. Almorzaremos en un restaurante local y, después, diremos adiós a Chiang Rai para ponernos en camino hacia Chiang Mai, estimada como la ciudad que ostenta la capitalidad del norte del país. Lo primero que haremos al llegar, será visitar un espléndido santuario sobre una loma de algo más de mil metros de alto.
Se trata del Wat Doi Suthep, que cuenta con unas impresionantes pinturas murales. Además, por si esto fuera poco, desde lo alto de dicha loma, podremos contemplar unas magníficas vistas de la ciudad. Terminada esta visita, daremos por terminadas las actividades del día. Iremos al hotel, cenaremos allí y descansaremos hasta el día siguiente.