Viaje a Myanmar: Circuito Myanmar exótico

Duración 12 día/s, 9 noche/s
  • ABR
  • MAY
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  • JUL
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  • OCT
  • NOV
  • DIC
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Completo
Gran Viaje: Myanmar exótico
DURACIÓN: 12 día/s, 9 noche/s
Completo
Visita esencial a un país amable y lleno de sorpresas

Recorrer Myanmar es hacer realidad el sueño de vivir intensamente un país lleno de maravillas arquitectónicas, paisajes de un verde intenso y, sobre todo, de una gente abierta y sonriente dispuesta a mostrar al viajero su cara más amable. Una ruta pensada para viajeros que quieren exprimir al máximo su experiencia en el Sudeste Asiático más auténtico. Un viaje por la gastronomía sencilla y deliciosa de un país aún por descubrir que en los últimos años ha abierto al mundo sus rincones más espectaculares.

Itinerario

Día 1: España – Yangón. Camino a Myanmar

RÉGIMEN Sin comidas
Transporte Vuelo

La llegada al aeropuerto es el pistoletazo de salida para un viaje que Iberojet ha preparado con mimo para los amantes de los destinos exóticos. Myanmar es un país menos avanzado que la mayoría de su entorno, pero eso le otorga también un encanto único y un perfil muy agrícola que hace que viajar por él sirva de bálsamo para los viajeros. Entre sus características destaca el hecho de que la religión impregna gran parte de las costumbres de su pueblo, como, por ejemplo, el hecho de que no se pueda entrar al recinto de los templos con zapatos ni calcetines como forma de respeto, algo que el viajero comprobará de primera mano en numerosas ocasiones.

La Junta Militar que gobernó el país durante décadas decidió recuperar algunos de los nombres de localidades que se utilizaban antes de la dominación británica, lo que hace que a muchos les cueste adaptarse al hecho de que Birmania es desde 1989 Myanmar y Rangún es ahora Yangón. También de su mano, esta última ciudad dejó de ser la capital del país en 2005 para pasarle el testigo a Naipyidó, un lugar que hicieron a lo grande para acoger millones de personas y que hoy alberga a un número indeterminado de personas, ya que no se ofrecen cifras oficiales, pero que en ningún caso supera el millón de habitantes, muy lejos del objetivo marcado por el régimen.

Todos estos detalles son los que, seguro, los viajeros irán repasando en el viaje en avión que comienza y que les llevará a uno de los países más sonrientes, amables y acogedores del planeta.

Día 2: Yangón. Tiempo libre en Yangón

RÉGIMEN Sin comidas
Transporte Autocar, minibús o van

Yangón, la antigua Rangún, será la primera toma de contacto con Myanmar de unos viajeros que, seguro, están deseando conocer todos los secretos de esta ciudad. Es un lugar único para empezar a disfrutar de la calidez de los birmanos, un pueblo sonriente y acogedor como hay pocos en el mundo.

Seguro que los viajeros ya se han estudiado muy bien lo que quieren ver, pero para los que no lo tengan claro hay algunas visitas ideales para hacer a su aire. Una buena manera de comenzar a ver la gran importancia que se concede a la religión en este país es la estatua de Buda de más de 6 metros de alto en la Pagoda Ngahtatgyi. Pero si se prefiere algo más cotidiano, el People’s Park y el parque de Bogyoke son dos lugares perfectos para mezclarse con los habitantes de esta localidad. Los amantes de la historia tienen, por su parte, una cita con el Museo Nacional, que tiene la ventaja de estar situado junto en el centro de Yangón.

Una buena opción para obtener una panorámica general de la ciudad es subir a la Torre Sakura, aunque si hay una experiencia sobre ruedas que merece la pena probar es tomar el tren que realiza un recorrido circular tanto por Yangón como por su entorno más cercano. Tiene unas 3 horas de duración y es además una opción muy económica para tener una visión general de cómo viven los birmanos.

La historia reciente de Myanmar es la protagonista del Museo Bogyoke Aung San, dedicado al padre de la figura birmana más conocida fuera del país, Aung San Suu Kyi. Este general del Ejército y líder político, asesinado en 1947 supuestamente por orden de su principal rival político, es una de las personas más veneradas en este país y una buena forma de acercarse a la situación actual de este país, que va saliendo poco a poco de una situación dictatorial que duró varias décadas.

Después de todas estas experiencias, llega el momento de disfrutar de la noche de Yangón. Chinatown es una excelente opción tanto por las tiendas como por los numerosos puestecillos que ofrecen todo tipo de productos y de delicias gastronómicas. Otra opción es adentrarse en un tipo de establecimiento absolutamente emblemático de este país, sus teterías, cuya vida interior podría compararse a los bares españoles de toda la vida.

Día 3: Yangón – Heho – lago Inle. El mítico Lago Inle

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o vanVuelo
Visitas Visita templos y/o pagodas

Esta jornada comenzará con un rico desayuno birmano en el hotel para trasladarse después a uno de los rincones más especiales de Myanmar, el Lago Inle, un lugar cargado de tradición y que dirige la vida de los habitantes de las aldeas situadas a sus orillas. De hecho, la imagen de los pescadores de este lago, remando con sólo una pierna mientras realizan sus faenas con unas redes con forma de cono, es una de las más típicas del país, a la par de una de las más espectaculares, por su destreza y por la belleza del entorno.

El agua manda también a la hora de construir las casas de las cerca de 200 aldeas que rodean este gran lago de más de 115 kilómetros cuadrados. Se sostienen sobre unos estrechos pilares que les aislan tanto de las crecidas como de la presencia en el interior de las casas de la fauna local. Pero además de la pesca, los aldeanos locales se ganan la vida con otras actividades, como la elaboración de unos muy apreciados tejidos a base de las fibras de los tallos de la flor de loto, o bien de la manufactura de unos cigarros denominados cheroots. Y no falta la agricultura, también con una técnica muy curiosa: cultivan en unas pequeñas plataformas flotantes que están sujetas al suelo con largas cañas, obteniendo unos resultados exquisitos en verduras y hortalizas.

Una vez allí, los viajeros podrán conocer un monasterio, el de Ngaphechaung, que no sólo está construido también sobre palafitos, dado que está en las orillas del lago, y contiene una gran colección de pequeñas figuras de Buda procedentes de épocas distintas, sino que fue famoso durante un cierto tiempo por organizar unos espectáculos muy llamativos en los que unos gatos adiestrados realizaban diversas acrobacias que dejaban boquiabiertos a sus visitantes.

Para cerrar este primer día en el Lago Inle nada mejor que conocer una importante pagoda local, la de Phaung Daw Oo, que es a la que más fieles acuden a rezar. Pero si algo llamará la atención de los viajeros será sin duda sus estatuas de Buda, ya que estás están prácticamente cubiertas de finas láminas de oro que han sido colocadas por los fieles a modo de ofrenda. Eso sí, es algo que sólo pueden hacer los hombres, ya este ritual no está permitido a las mujeres, que no pueden tener un contacto tan directo con las estatuas de Buda.

Día 4: Lago Inle - In Thein - Lago Inle. Un tintineante recuerdo del pasado

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o van
Visitas Visita templos y/o pagodas Paseo en barca

Tras un bello amanecer en el lago Inle, los viajeros tomarán una barca para desplazarse hasta el pueblo de In Thein (o Indein), uno de los que se encuentran en las orillas del lago y junto al que se encuentra uno de los mayores espectáculos de esta zona: un conjunto de más de un millar de estupas hechas sobre una base de ladrillo que acompañan a la pagoda Shwe Inn Thein Paya. La mayoría datan de los siglos XVII y XVIII, aunque algunas de ellas se encuentran totalmente reconstruidas y encaladas, ofreciendo un aspecto mucho más moderno. Pasear por este lugar junto a los tintineos de las campanitas que se encuentran en la parte superior de las estupas es una de las experiencias más memorables de este viaje.

Y de una maravilla del pasado a otra del presente: las magníficas telas artesanales que elaboran en el pueblo de Inpawkhon. Sobre sus casas de palafitos, con las que alejan el agua y los animales que viven en la zona, las mujeres de este pueblo extraen manualmente las fibras que se encuentran dentro de los tallos de la flor de loto para dejarlos secar durante un tiempo y elaborar con ellos toda una serie de exquisitas telas que, tras ser teñidas de vistosos colores, se convierten en pañuelos, bolsos, etc… Se trata de un tejido que se asemeja a la seda o el lino y que ha empezado hace poco a ser conocido por algunas marcas de lujo occidentales. Seguidamente los viajeros podrán degustar otro delicioso almuerzo birmano y disfrutar a su aire de esta increíble parte del mundo.

Día 5: Lago Inle - Heho - Mandalay. Las mejores vistas del lago

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o vanVuelo
Visitas Visita templos y/o pagodas

En este último día en el Lago Inle nos trasladaremos al pueblo de Maing Thauk, en la orilla este del lago, que tiene la peculiaridad de que sus dos partes, una situada sobre el agua y otra sobre tierra, están unidas por un puente de madera de unos 450 metros de largo.

Desde allí iniciaremos una excursión para llegar al monasterio Taw Ya, con su bella estupa dorada, a través de un camino que comienza en una zona de diversos cultivos (arroz, frutas y verduras), llegando hasta un lugar en el que los lugareños toman el agua cristalina que llega desde la montaña para su uso cotidiano. Una vez en el monasterio, además de poder ver algunos de los monjes que habitan en él, el viajero podrá contemplar unas vistas inmejorables de todo el Lago Inle.

Tras un delicioso almuerzo en uno de los hoteles más conocidos de la zona, el Amazing Nyaung Shwe, nos trasladaremos al aeropuerto con destino a una de las antiguas capitales del país, Mandalay. Esta ciudad fue construida en 1859 por el rey Mingon y le tomó el relevo como capital del país a Amarapura en 1861 para cumplir una profecía hecha por Buda. Según sus creencias, Buda subió a Mandalay Hill (la colina de Mandalay) y profetizó que en el año 2400 de la era budista (precisamente en 1859 según nuestro calendario) se construiría una gran ciudad budista, por lo que el citado monarca, muy devoto, decidió levantar la ciudad y convertirla en capital. Mandalay perdió ese título en 1885 bajo la dominación británica, que duraría hasta 1948 y trasladó la capital a Rangún, además de cambiar el nombre de Myanmar a Birmania. Hoy por hoy muestra un aspecto bastante moderno, ya que durante la II Guerra Mundial sufrió cuantiosos daños por los bombardeos.

Día 6: Mandalay - Amarapura - Ava - Mandalay. Un día lleno de sorpresas

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o van
Visitas Visita templos y/o pagodas Paseo en coche de caballos

Nos encontramos ahora en una de las principales ciudades del país y la indiscutible capital cultural de Myanmar. Nada más iniciar la visita a Mandalay podremos admirar el Buda Mahamuni, una de las figuras religiosas más veneradas del país con cerca de 4 metros de altura y que se encuentra recubierto por más de una tonelada de oro y con numerosas piedras preciosas en su corona, a lo que hay que añadirle las láminas de oro que los fieles van adosando al cuerpo. El mito dice que es la única estatua de buda original, es decir, que es una de las pocas que se hizo durante su vida (siglos VI y V a.c.), pero las investigaciones arqueológicas lo sitúan en el siglo II de nuestra era, si bien su origen sigue siendo incierto.

De ahí iniciaremos una excursión a Amarapura, una localidad en la que viven y estudian más de 1.000 monjes y donde visitaremos el Puente de U-Bein, construido sobre el lago Taungthaman en 1851 y que sigue siendo el más largo del mundo realizado en madera de teka con sus 1.200 metros de longitud. Precisamente, para levantarlo se utilizó la madera que se desechó durante la construcción de palacios y templos de Amarapura, y que también sirvió para la construcción de las vías del tren en este país. En total está formado por 1.089 pilares y sigue siendo un lugar de paso habitual para los habitantes de la zona, ya que une las dos orillas del lago.

Muy cerca se encuentra también el Monasterio de Mahagandayon, fundado en 1942 y donde viven cientos de monjes y monjas (viven en el mismo edificio pero en zonas separadas y llevan túnicas de colores diferentes, rojas y rosas, respectivamente). Todos ellos salen cada mañana de este lugar totalmente descalzos para recoger las sencillas donaciones en forma de comida que les hacen los habitantes del lugar, ya que los monjes budistas no pueden cocinarse su propia comida.

De Amarapura a Ava, para montar en un coche de caballos y visitar los monasterios de Me Nu Oak Kyaung y de Bagaya. En la que fuera capital del imperio birmano entre los siglos XIV a XIX y cuyo nombre original fue Ratanapura, nos desplazaremos primero al monasterio de Me Nu Oak Kyaung (que también aparece en algunos lugares como Maha Aung Mye Bonzan), una imponente construcción de ladrillo y piedra decorada con mosaicos de cristal levantada en 1822 con 7 alturas que está dedicado a la reina Me Nu, quien reinó en el país entre 1819 y 1837 haciéndose de hecho con el poder dada la pasividad de su marido, el rey Bagyidaw, y siendo muy temida por su crueldad. Desde las terrazas de este monasterio se pueden ver los numerosos templos y estupas que se encuentran a su alrededor.

En cuanto al monasterio de Bagaya, construido íntegramente en madera de teka, data originalmente de finales del XVI, si bien un incendio lo destruyó en 1821 y fue vuelto a construir muchos años después en un emplazamiento diferente, el actual, pero igualmente sobre 267 postes de teka, algunos de los cuales llegan a alcanzar los 18 metros de altura. Su uso actual es el de museo y escuela de los niños que viven en aldeas vecinas.

Tras regresar a Mandalay y almorzar en un restaurante local, podremos ‘hojear’ el libro más grande del mundo en la Pagoda Kuthodaw. El brillante dorado de esta alta pagoda contrasta con el blanco de los cientos de estupas que la rodean. Cada una de ellas, hasta un total de 729, alberga una página del Canon Pali, que contiene las enseñanzas del budismo Theravada. Una vez terminada esta visita podremos contemplar desde lo alto de Mandalay Hill las vistas a esta zona tan rica en belleza e historia.

Día 7: Mandalay - Monywa. La fascinante Monywa

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o van
Visitas Visita templos y/o pagodas

Después de un rico desayuno birmano en Mandalay visitaremos otra maravilla local, el monasterio de madera de Shwenandaw de Mandalay, construido en el siglo XIX enteramente en madera de teka, de ahí que fuera posible su gran riqueza ornamental y la construcción de su tejado a 4 niveles. Es lo único que queda del Palacio Dorado de Mandalay original, ya que las bombas japonesas de la II Guerra Mundial castigaron duramente este lugar. De hecho, si hoy en día se puede contemplar es porque fue desmontado pieza a pieza y trasladado durante un tiempo a otro lugar, para ser vuelto a montar en su lugar original una vez terminó la contienda. Se cuenta que el rey Thibaw Min, hijo de Mindon, quiso construir allí mismo este monasterio para honrar a su padre, cuyo espíritu creía que vagaba por ese mismo lugar.

Después tomaremos un transporte para viajar por carretera hasta Monywa. Allí nos desplazaremos en primer lugar a la Pagoda de Thanbode, también llamada Thanboddhay, única en Myanmar construida sobre una base cuadrada de unos 50 metros cada lado. Se encuentra rodeada de cientos de estupas y ante su puerta están colocados dos enormes estatuas de elefantes blancos. Pero además tiene la singularidad de que este recinto alberga más de 500.000 imágenes de buda de todos los tamaños, si bien la mayoría de ellos se encuentran en las paredes del templo.

A continuación podremos contemplar en el templo Maha Bodhi Ta Htaung sus dos impresionantes figuras de buda construidas en los años 90: una reclinada de unos 100 metros de largo y otra detrás de la primera de un buda de pie construida que, con sus 129 metros de alto, es la segunda estatua de mayor tamaño de buda en el mundo. Por dentro hay 31 pisos de altura a los que se puede subir y que representan los 31 planos de la existencia según el budismo. Además, en torno a estas dos estatuas hay centenares de imágenes de buda sentado, así como miles de árboles de la especie ficus religiosa, el árbol sagrado del budismo.

Día 8: Monywa - Bagan. Cuevas centenarias

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o van
Visitas Cuevas sagradas de Buda

El día amanece en Monywa y llega el momento de ver otro emplazamiento religioso de singular belleza: las cuevas de Powintaung. A pesar de tener un aspecto muy natural, lo cierto es que fueron excavadas por el hombre en piedra arenisca hace unos 700 años, según algunas informaciones, si bien el origen preciso es desconocido. De hecho, una leyenda dice que originalmente era la morada de un poderoso alquimista llamado U Po Win.

La mayoría de cuevas pueden visitarse, si bien hay algunas reservadas únicamente para las personas que profesan el budismo, siendo la más conocida la Cueva del Laberinto. Pero si hay algo por lo que son conocidas estas cuevas es por los miles de estatuas de Buda que albergan en su interior, de todas las formas y tamaños, e incluso pintadas en la pared. Por cierto que en el exterior de estas cuevas viven cientos de monos que suelen verse atraídos por los visitantes del lugar y, sobre todo, por su comida y objetos personales como los móviles.

Tras la visita a las cuevas nos trasladaremos a Bagan para conocer allí los orígenes de la actual Myanmar de la mano de los alrededor de 2.000 templos que continúan en pie, si bien en la época de apogeo del Reino de Pagán, entre los siglos XI y XIII, podían contarse más de 4.000 templos.

Día 9: Bagan. El maravilloso pasado birmano

RÉGIMEN Desayuno y almuerzo
Transporte Autocar, minibús o van
Visitas Mercado Local Visita templos y/o pagodas

En esta jornada conoceremos con Bagan una parte muy importante de la historia de Myanmar, pero empezaremos el día recorriendo un lugar cotidiano para los birmanos, el mercado local de Nyaung Oo, la localidad más grande de esta parte del país. En este lugar de colores y aromas podrás ver la base alimentaria de los birmanos, sus principales verduras, carnes y pescados. Y por supuesto, es un buen momento para mantener con ellos una conversación en la que averiguar cómo preparan sus principales platos, que suelen ser más sencillos que los de la mayoría de sus países vecinos, pero increíblemente sabrosos y con una presencia destacada del pescado.

De allí pasaremos a la Pagoda Shwezigon con su estupa dorada, una auténtica belleza construida en el siglo XI rodeada de pequeños templos y santuarios, para ver después el templo de Htilominlo, del siglo XIII, uno de los mejor conservados de todo el complejo construido por el rey homónimo en honor de la diosa fortuna y a cuyo alrededor suele colocarse un mercado de artesanía. También visitaremos el monasterio de Nat Taung Kyaung, de madera de teka y de una especial riqueza ornamental.

Seguiremos por el Templo de Ananda (o Ananda Paya, ya que ‘paya’ en birmano significa ‘templo’), uno de los más bellos de Bagan, que concentra una muestra única de la destreza de los artesanos locales en piedra, madera, forja, estuco o vidrio. Es considerado como una obra maestra de la arquitectura de los Mon, una etnia con un papel muy importante en este país, ya que otorgó a Myanmar su escritura (Pali, emparentada con el sánscrito) y su religión budista. Es además uno de los más sagrados del lugar debido a las 4 grandes estatuas doradas de Buda que alberga, cada una de ellas de casi 10 metros de altura, orientadas a cada uno de los 4 puntos cardinales y con una postura diferente al representar diferentes enseñanzas de Buda a sus discípulos. Por cierto, que el templo está dedicado a Ananda, primo de Buda y cuyo nombre significa ‘felicidad suprema’ en sánscrito.

Y para terminar la visita a los templos, podremos admirar el de Sulamani Pahto, del siglo XII, y el de Dhammayangyi, el más grande de todos los de Bagan, que fue construido en el siglo XII en piedra de color rojizo y con estructura piramidal. Este templo es conocido por sus intrincados pasillos interiores y por su cruel historia, ya que, según la leyenda, fue mandado construir por el rey Narathu para expiar sus pecados después de haber asfixiado hasta la muerte a su padre y su hermano para obtener el trono, y haber mandado ejecutar a una de sus esposas, una princesa india, por practicar rituales hindúes. Pero el arrepentimiento no debía ser muy profundo, ya que a los obreros que no trabajaban correctamente se les amputaban los dos brazos como castigo. Buena parte de los pasillos interiores de este templo, que quedó inacabado, se encuentran llenos de escombros que, también según la leyenda, fueron colocados por los obreros del templo como forma de vengarse contra el rey Narathu, quien fue también asesinado. Una curiosidad del templo es que es el único de Bagan que tiene en una de sus entradas, la más occidental, dos imágenes de dos budas diferentes sentados uno junto al otro, ya que en el resto solo aparecen budas en solitario.

Y de un arte en gran tamaño a otro más manejable: el lacado birmano, llamado Pan Yun en birmano y cuyo origen podría estar en la región tailandesa de Chiang Mai. El barniz con el que se realiza el acabado de las piezas procede de una planta que crece en los bosques birmanos, la Melanorrhoea usitata. Inicialmente es de color claro, pero se oscurece rápidamente al entrar en contacto con el aire. Los colores más habituales de esta artesanía son el rojo, el verde y el amarillo sobre un fondo negro. Una maravilla que merece la pena llevarse a casa.

El día terminará con una estampa especialmente bella, ya que podremos contemplar la puesta de sol desde uno de los magníficos templos de Bagan. El final perfecto para un día memorable.

Día 10: Bagan - Yangón. La vibrante Yangón

RÉGIMEN Desayuno, almuerzo y cena
Transporte Vuelo
Visitas Mercado Local Visita templos y/o pagodas

Bagan servirá de escenario para el desayuno, tras lo que tomaremos un avión con destino a Yangón, que muchos viajeros tendrán aún en mente como Rangún antes del cambio de nombre del país y de su hasta entonces capital en 1989. Esta ciudad, que puede ofrecer una imagen algo destartalada en un primer contacto, esconde grandes tesoros que hoy visitaremos.

Nada más llegar nos trasladaremos al mercado local de Bogyoke Aung San, también conocido por el nombre que se le puso tras su creación en la época colonial británica, Scott Market. En este colorido y aromático lugar se puede empezar a tomar el pulso a Yangón y a mezclarse con los cálidos birmanos en un lugar habitual de paso para ellos, tras lo que almorzaremos en un rico restaurante local.

Después visitaremos la pagoda Chauk Htat Gyi, de seis metros de altura y una de las más conocidas de la ciudad por albergar una impresionante estatua de más de 60 metros de un Buda reclinado. Aunque la estatua original fue construida en 1907, la que se puede ver actualmente es de 1966 ya que las autoridades locales decidieron demolerla por su mal estado de conservación y erigir una nueva. Y es que algo que los viajeros podrán comprobar en su viaje es que en Myanmar, en lo que a monumentos religiosos se refiere, se opta antes por derruir y volver a construir que por rehabilitar la pieza en cuestión, tanto por cuestiones presupuestarias como porque se considera irrespetuoso mantener una estatua de Buda en mal estado.

Y como broche dorado a este último día en Myanmar conoceremos uno de los patrimonios más valiosos de Yangón: la Pagoda Shwedagon. Se trata de una de las más grandes de Asia y uno de los lugares emblemáticos de la ciudad gracias a su inmensa estupa central, de unos 100 metros de alta y bañada totalmente en dorado. Pero sobre todo por su significado religioso, ya que este templo, cuya antigüedad no está clara aunque se cree que puede tener 2.500 años, es el más sagrado del país por contener varias reliquias de Buda, como 8 pelos o un trozo de tela. Allí será posible contemplar algunas de las costumbres religiosas de los birmanos, como sus rezos o sus ofrendas. Terminará así el último día de viaje en Myanmar.

Día 11: Yangón - España. Volveremos a vernos Myanmar

RÉGIMEN Desayuno
Transporte Vuelo

Amanece en Yangón y llega el triste momento de despedirse de Myanmar, pero no sin antes compartir con todos los que han vivido esta experiencia los mejores momentos del viaje, que seguro ha estado lleno de sorpresas y risas. Con esa imagen en mente los viajeros se desplazarán al aeropuerto de la antigua capital birmana para tomar el regreso de vuelo a España, en el que tendrán varias horas a su disposición para ir ordenando las muchísimas fotos tomadas durante el viaje.

Día 12: ¡Hasta pronto!

RÉGIMEN Según itinerario
Transporte Vuelo

De vuelta a casa, con ganas de contar las anécdotas y mostrar las fotografías a los tuyos. El viaje ha salido estupendamente y deseas repetir, y sabes que para eso puedes contar con nosotros. ¡Gracias por confiar!

Alojamientos previstos o similares

Los hoteles previstos según la categoría seleccionada serán los siguientes:

La categoría de los hoteles es semilujo y lujo.

Mercure Mandalay Hill Resort
Mandalay

Mercure Mandalay Hill Resort

Paramount Inle Resort
"Nyaungshwe"

Paramount Inle Resort

La categoría de los hoteles es primera y primera superior.

Amazing Inlay Resort
"Nyaungshwe"

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