Día 9: Bagan. El maravilloso pasado birmano
RÉGIMEN
Desayuno y almuerzo
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Mercado Local
Visita templos y/o pagodas
En esta jornada conoceremos con Bagan una parte muy importante de la historia de Myanmar, pero empezaremos el día recorriendo un lugar cotidiano para los birmanos, el mercado local de Nyaung Oo, la localidad más grande de esta parte del país. En este lugar de colores y aromas podrás ver la base alimentaria de los birmanos, sus principales verduras, carnes y pescados. Y por supuesto, es un buen momento para mantener con ellos una conversación en la que averiguar cómo preparan sus principales platos, que suelen ser más sencillos que los de la mayoría de sus países vecinos, pero increíblemente sabrosos y con una presencia destacada del pescado.
De allí pasaremos a la Pagoda Shwezigon con su estupa dorada, una auténtica belleza construida en el siglo XI rodeada de pequeños templos y santuarios, para ver después el templo de Htilominlo, del siglo XIII, uno de los mejor conservados de todo el complejo construido por el rey homónimo en honor de la diosa fortuna y a cuyo alrededor suele colocarse un mercado de artesanía. También visitaremos el monasterio de Nat Taung Kyaung, de madera de teka y de una especial riqueza ornamental.
Seguiremos por el Templo de Ananda (o Ananda Paya, ya que ‘paya’ en birmano significa ‘templo’), uno de los más bellos de Bagan, que concentra una muestra única de la destreza de los artesanos locales en piedra, madera, forja, estuco o vidrio. Es considerado como una obra maestra de la arquitectura de los Mon, una etnia con un papel muy importante en este país, ya que otorgó a Myanmar su escritura (Pali, emparentada con el sánscrito) y su religión budista. Es además uno de los más sagrados del lugar debido a las 4 grandes estatuas doradas de Buda que alberga, cada una de ellas de casi 10 metros de altura, orientadas a cada uno de los 4 puntos cardinales y con una postura diferente al representar diferentes enseñanzas de Buda a sus discípulos. Por cierto, que el templo está dedicado a Ananda, primo de Buda y cuyo nombre significa ‘felicidad suprema’ en sánscrito.
Y para terminar la visita a los templos, podremos admirar el de Sulamani Pahto, del siglo XII, y el de Dhammayangyi, el más grande de todos los de Bagan, que fue construido en el siglo XII en piedra de color rojizo y con estructura piramidal. Este templo es conocido por sus intrincados pasillos interiores y por su cruel historia, ya que, según la leyenda, fue mandado construir por el rey Narathu para expiar sus pecados después de haber asfixiado hasta la muerte a su padre y su hermano para obtener el trono, y haber mandado ejecutar a una de sus esposas, una princesa india, por practicar rituales hindúes. Pero el arrepentimiento no debía ser muy profundo, ya que a los obreros que no trabajaban correctamente se les amputaban los dos brazos como castigo. Buena parte de los pasillos interiores de este templo, que quedó inacabado, se encuentran llenos de escombros que, también según la leyenda, fueron colocados por los obreros del templo como forma de vengarse contra el rey Narathu, quien fue también asesinado. Una curiosidad del templo es que es el único de Bagan que tiene en una de sus entradas, la más occidental, dos imágenes de dos budas diferentes sentados uno junto al otro, ya que en el resto solo aparecen budas en solitario.
Y de un arte en gran tamaño a otro más manejable: el lacado birmano, llamado Pan Yun en birmano y cuyo origen podría estar en la región tailandesa de Chiang Mai. El barniz con el que se realiza el acabado de las piezas procede de una planta que crece en los bosques birmanos, la Melanorrhoea usitata. Inicialmente es de color claro, pero se oscurece rápidamente al entrar en contacto con el aire. Los colores más habituales de esta artesanía son el rojo, el verde y el amarillo sobre un fondo negro. Una maravilla que merece la pena llevarse a casa.
El día terminará con una estampa especialmente bella, ya que podremos contemplar la puesta de sol desde uno de los magníficos templos de Bagan. El final perfecto para un día memorable.