Día 5: Kobe – Kioto. Un vistazo a Kobe
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo.
Visitas
Templo Kinkaku-ji
Hoy despertamos en Kobe, una de las ciudades más importantes del sur de Japón, no solo por la exquisita carne que se produce allí, sino también por su cosmopolismo y su interesante cultura. Durante nuestra estancia allí, conoceremos dos de los barrios más importantes de la urbe, el Kobe Harborland y Kitano Ijinkan. El primero de los distritos es uno de los lugares comerciales más importantes de la región. Construido en un atiguo lugar de carga de barcos, este centro comercial es frecuentado por todos los kobenses para comer o ir de compras.
Aunque parezca extraño decir que donde podamos explorar más profundamente la cultura japonesa de Kobe sea yendo de compras, debemos saber que este barrio es muy popular, ya que los japoneses suelen acudir regularmente a este sitio, por lo que, sin dudarlo, puede ser una de las mejores inmersiones culturales en esta ciudad. Cambiando radicalmente de entorno, en Kitano se encuentran las grandes mansiones coloniales, por lo que el aspecto del lugar será radicalmente diferente.
Aquí nos encontraremos estrechas calles con grandes residencias, cada una con un pasado y una historia que confieren a este distrito un carácter único. Podremos ver la mansión Kazamidori, convertida en símbolo de este distrito con su fachada de ladrillos y declarada patrimonio cultural de Japón. Esta bella casa fue la residencia de un importante mercader alemán llamado Gottfried Thomas.
Ha llegado el momento de cambiar de ciudad, Kioto nos espera. Nuestro paso por esta ubre será también intenso. Así que para ir abriendo boca descubriremos el imponente templo Kinkakuji, equivalente a Pabellón Dorado en español. Este impresionante templo zen tiene las paredes exteriores de sus dos pisos superiores cubiertas con pan de oro. Por eso, y por su importancia histórica, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad y es, además, un monumento histórico de la antigua Kioto. Todo el entorno que lo envuelve es igualmente particular, formando un encuadre único donde la vegetación y las aguas del estanque llamado Espejo de agua proporcionan un bello paisaje para ser detenidamente observado.
Para acabar el día nos adentraremos en el barrio de Gion y viviremos de primera mano el ir y venir de las geishas dirigiéndose a las casas de té o a las casas de geishas. Pasear por aquí supone retroceder en el tiempo, podremos disfrutar de las tiendas tradicionales de ornamentos, maquillaje, calzado, dulces…