Viaje a Guatemala: Circuito Guatemala Indispensable

Día 1: España – Ciudad de Guatemala. ¡Hola Guatemala!

Antes de salir de casa repasamos nuestra lista de “cosas imprescindibles”. ¿Está todo en la maleta? Lo más importante es tener el pasaporte a mano, ya que sin él no podremos entrar en Guatemala, un país de Centroamérica de visita obligatoria.

Tras echar el último vistazo a nuestro equipaje salimos de casa y nos subimos al vehículo que nos traslada hasta el aeropuerto. Pasamos el control de seguridad y buscamos nuestra puerta de embarque, a la que tendremos acceso en unos minutos. De repente escuchamos las palabras mágicas de la azafata de tierra “¡pasajeros con destino a Guatemala!”. Por fin cruzamos el finger, nos acomodamos en nuestro asiento y sacamos la guía del destino al que llegaremos en solo unas horas.

Despegamos después de que la azafata de vuelo trasladara las precauciones a tomar en caso de emergencia. Mientras vamos cruzando el inmenso charco del Atlántico nuestros ojos se cierran y nos sumergimos de lleno en un maravilloso sueño.

Así pues, sin prácticamente percatarnos del trayecto, aterrizamos en Guatemala. ¡Qué emoción! Salimos del aeropuerto y nos subimos al autobús que nos llevará a nuestro hotel, donde pasaremos la primera noche en este vibrante país. ¡Bienvenidos a la encantadora Ciudad de Guatemala!

Día 2: Ciudad de Guatemala – Iximché – Chichicastenango. El Mundo Maya

¡Buenos días! Nos despertamos en la hermosa Ciudad de Guatemala y estamos ansiosos por salir a la calle y descubrir sus tesoros. Ayer tuvimos la oportunidad de ver esta urbe de noche, pero la luz que desprende por la mañana la convierte en una localidad con mucho carácter.

Salimos por la puerta de nuestra habitación y nos dirigimos hasta el comedor del hotel. ¡Huele que alimenta! La gastronomía guatemalteca entra por los ojos, pero seguro que sabe mejor. Optamos por degustar el rico desayuno tradicional: el llamado chapín. Un plato de huevos revueltos con tomate, cebolla, frijoles, plátanos fritos y queso fresco. Sin duda alguna, a eso se le llama empezar el día con energía y seguro que esta delicia nos aportará los nutrientes necesarios para afrontar la jornada.

Una vez tengamos el estómago lleno, nos subiremos al vehículo que nos llevará rumbo a Iximché. En este bello enclave será donde tendremos nuestra primera toma de contacto con el Mundo Maya. Este yacimiento arqueológico fue fundado en el año 1470 y está compuesto por imponentes construcciones de templos piramidales, palacios y extensas llanuras de Juegos de la Pelota (una actividad sociocultural en la que participaban niños, mujeres y hombres) que reflejan el recuerdo del que en su día fue la antigua capital maya del reino Cakchiquel.

Este lugar está lleno de historia y en él se entremezclan los turistas deseosos de conocimiento cultural con los lugareños que acuden a este enclave para realizar sus rituales. Estas ruinas fueron abandonadas en el año 1527 y las excavaciones arqueológicas que se han hecho en las décadas posteriores reflejan que este emplazamiento también fue un lugar en el que se realizaban sacrificios humanos, ya que se han encontrado más de 100 esqueletos humanos.

Tras nuestra primera toma de contacto con el Mundo Maya, volveremos a subirnos al vehículo que nos llevará hasta nuestro destino de hoy: Chichicastenango. Esta peculiar urbe cuenta con un gran mercado, su mayor atractivo, aunque no lo descubriremos hasta mañana. Ahora toca descansar y reponer fuerzas.

Día 3: Chichicastenango – Quetzaltenango. Una auténtica inmersión cultural

Toca ir de shopping, pero lo haremos en un lugar muy pintoresco: en el mercado local de Chichicastenango. Nada más despertarnos miramos por la ventana de la habitación en la que nos hospedamos y nos percatamos de que el ambiente con el que nos encontramos ayer al llegar a esta ciudad, no tiene nada que ver con lo que contemplamos ahora: calles llenas de color, repletas de coquetas paraditas y con muchísimos lugareños comprando, paseando y negociando el precio de la compra venta de los productos.

Inmediatamente queremos formar parte de esta increíble vivencia, así que salimos a la calle dispuestos a disfrutar de la experiencia que seguro que anotaremos en el top 10 de nuestro diario. ¿Llevamos efectivo encima? Conviene que sea así, ya que en este tipo de rastros es conveniente llevar metálico para pagar las compras. ¡Aquí no hay datáfonos, viajeros! Una vez inmersos en el bullicio vemos que los comerciantes venden todo tipo de productos: alimentos, utensilios y todo tipo de artesanías, desde joyas hasta las coloridas telas tradicionales que utilizan los lugareños como vestimenta.

Mientras recorremos las vías nos invade un aroma a incienso que proviene de la iglesia de Santo Tomás. Su fachada blanca es espectacular y contrasta con las coloridas flores que exponen las vendedoras salpicadas por toda la escalinata, de 18 peldaños y que hace referencia al calendario Maya. Inmediatamente descubrimos que son los chamanes, situados en la explanada del recinto religioso, los que provocan que toda la localidad huela a incienso.

Al entrar en la iglesia el ambiente sigue siendo muy animado, ya son muchos los que se adentran en ella cargados de peticiones, agradecimientos y ofrendas. Sin duda alguna, aquí podremos sentir de cerca la energía religiosa que se respira en Guatemala.

Las expectativas que teníamos de esta experiencia han sido mucho mejores de lo que esperábamos. Ahora tenemos que despedirnos de Chichicastenango para continuar con nuestro viaje. Hoy dormiremos en la hermosa ciudad de Quetzaltenango.

Día 4: Quetzaltenango - San Francisco El Alto - San Andrés Xecul - Lago Atitlán. De compras por Guatemala

Por segundo día consecutivo, hoy vamos a poder volver a disfrutar del bullicio de los mercados típicos de Guatemala. Si ayer conocimos el de Chichicastenango, durante esta jornada formaremos parte del ambiente más tradicional de Guatemala y lo haremos en el afamado mercado de San Francisco El Alto.

Cada calle de esta hermosa localidad rebosa de artesanías típicas de la región, pero los viajeros también encontrarán en él un sinfín de productos gastronómicos, así como una variada exposición de animales. Su oferta es tan variada y sus dimensiones son tan grandes, que este rastro se ha convertido en uno de los mayores mercados locales de Guatemala. Podemos pasarnos horas recorriendo las vías limitadas por los coloridos stands en los que los vendedores exponen sus productos y los promocionan de forma reiterativa, pero nuestro trayecto por este fascinante país continúa y nuestra próxima parada es en San Andrés Xecul.

Esta localidad, situada muy cerca de San Francisco El Alto, cuenta con una peculiaridad que la hace única y muy atractiva. Se trata de su iglesia, un espectacular recinto religioso que llama la atención por su curiosa fachada de tres colores: rojo, verde y amarillo, siendo este último el que predomina. Los motivos que la componen también son muy interesantes. Entre las aproximadamente 200 piezas se pueden encontrar desde personas hasta plantas y animales.

Por la tarde será cuando volvamos a subirnos al vehículo para continuar con nuestro tour guatemalteco. Seguro que estamos agotados, por lo que lo mejor que podemos hacer cuando lleguemos a nuestro destino es descansar. Seguro que hoy dormiremos de maravilla, ya que lo haremos en un enclave de lo más especial: el lago Atitlán.

Día 5: Lago Atitlán – Santiago Atitlán – La Antigua. Descubriendo la etnia tz’utuhil

Nos despertamos en el lago Atitlán e inmediatamente vamos al comedor del hotel a premiar a nuestros paladares con los deliciosos manjares tradicionales que cada día nos esperan para desayunar. Salimos del establecimiento llenos de energía y nos dirigimos hacia el embarcadero. ¡Ahí está nuestra lancha! Nos subimos a ella y empezamos a recorrer las aguas del lago. Sentimos la magia de esta gran presencia de agua dulce y la belleza del paisaje nos conmueve. Sin duda alguna Guatemala ofrece estampas que son un auténtico regalo para la vista.

Desembarcamos en Santiago Atitlán, una hermosa localidad ubicada a orillas del lago. En este enclave parece que el tiempo se ha detenido. Sus gentes son productores de artesanías preciosas, pero también se consideran hábiles tejedores y pintores. Los habitantes de este emplazamiento son los tz’utuhil, quienes sienten una gran veneración por Maximón, el dios protector del pueblo.

Tendremos tiempo de sobra para conocer las costumbres y tradiciones de esta comunidad de origen Maya, antes de partir hacia la que en su momento fue la capital de Guatemala, La Antigua, nuestro destino de hoy. Será en esta atractiva urbe colonial llena de edificios emblemáticos donde pasaremos la noche.

Día 6: La Antigua – Ciudad de Guatemala. La Antigua, una ciudad llena de historia

Hoy nos adentraremos en las raíces de Guatemala y lo haremos en la que fue capital del país desde su fundación, en el año 1542, hasta aproximadamente el año 1776. Y es que La Antigua, antes llamada Santiago de los Caballeros de Guatemala, fue víctima en el año 1773 de los seísmos conocidos como terremotos de Santa Marta, los cuales dejaron esta urbe prácticamente destrozada, por lo que se tuvo que cambiar el título de capital a la Nueva Guatemala de la Asunción, nombre oficial de Ciudad de Guatemala.

A pesar de todo, La Antigua fue restaurada y hoy en día es uno de los rincones más fascinantes de Guatemala. Su interior está lleno de joyas arquitectónicas entre las que destaca el Convento de las Capuchinas. La historia de este recinto es de lo más interesante. Empezó siendo un monasterio para cuatro monjas de clausura, pero cada vez eran más las religiosas que se refugiaban en él, por lo que se vieron obligadas a ocupar el recinto que estaba en frente de convento. Para que pudieran desplazarse libremente sin ser vistas por los demás habitantes de la ciudad, se tuvo que construir un arco para que conectara ambas construcciones. Actualmente el llamado Arco de Santa Catalina es uno de los monumentos más fotografiados de La Antigua, y el convento se ha convertido en un hotel de cuatro estrellas en pleno casco antiguo.

Las mejores vistas de La Antigua se tienen desde el Cerro de la Cruz, una pequeña montaña desde donde los viajeros podrán contemplar esta ciudad colonial en todo su esplendor. Este punto tan significativo debe su nombre a la cruz que custodia la ciudad.

Aparte de estos puntos tan singulares, esta urbe cuenta con muchísimos más que iremos descubriendo durante nuestro tour por la ciudad. Una vez finalizada la ruta, será el momento de continuar con nuestra aventura y regresar a la que fue nuestra primera toma de contacto con este país: la atractiva Ciudad de Guatemala. Será aquí donde pasaremos nuestra última noche en el fascinante territorio Maya.

Día 7: Ciudad de Guatemala - España. Regreso a casa

Parece mentira que nuestras vacaciones hayan pasado tan rápido. Guatemala nos ha regalado emociones fuertes y cada día hemos estado sumergidos en una burbuja de ilusión y curiosidad. Hemos descubierto los rincones más especiales de este país y volvemos a casa con una mochila cargada de bonitos recuerdos. Los amables guatemaltecos nos han enseñado a seguir valorando las pequeñas cosas de la vida, la sencillez y la naturaleza.

Tras degustar el último desayuno guatemalteco y despedirnos del personal de hotel, nos subiremos al autobús que nos llevará directos hasta el aeropuerto para embarcarnos en un vuelo destino a España. Haremos noche a bordo del avión, por lo que no llegaremos a nuestros hogares hasta mañana. ¡Hasta pronto, Guatemala!

Día 8: España.

El viaje llegó a su fin. Otra vez en casa después de una fantástica experiencia que desearás volver a repetir.