Viaje a Estados Unidos: Circuito Nueva York, Niágara y Washington

Día 1: España - New York. Empieza la aventura

Un taxi nos lleva desde casa hasta el aeropuerto. Tras facturar el equipaje, pasar el control de pasaportes y sentarnos en el avión estamos mucho más tranquilos. Nos relajamos en nuestro asiento hasta quedarnos dormidos. Cuando despertemos estaremos ya en territorio americano. Un autocar nos trasladará a nuestro hotel asignado en la ciudad de los rascacielos, Nueva York, donde pasaremos la noche de hoy.

Día 2: New York - Niagara Falls. Rumbo a Niagara Falls

Amanecemos por primera vez en Nueva York con muchas ganas de volver para conocerla mejor, pero antes nos quedan algunos días de viaje descubriendo lugares inolvidables como las cataratas del Niágara.
Hoy atravesaremos los estados de New Jersey y Pennsylvania por carretera para llegar hasta allí. Serán aproximadamente unas seis horas de viaje. Durante el trayecto realizaremos distintas paradas para degustar la rica comida tradicional y estirar las piernas. Pero, aunque sea un largo trayecto habrá merecido la pena.

Esta misma tarde o mañana podremos disfrutar de un paseo en barco para admirar la caída de las célebres cascadas. Las cataratas del Niágara cuentan con el caudal más impresionante con 110.000 metros cúbicos por minuto. Es difícil imaginar la fuerza con la que descienden y rompen en el río Niágara, desde sus 54 metros de altura. Después de un día tan intenso y de tantas emociones nos iremos a descansar al hotel.

Día 3: Niagara Falls - Toronto - Niagara Falls. Bajo las Cataratas del Niágara

Salimos temprano para ir hasta la ciudad más grande de Canadá, Toronto, donde vamos a realizar un tour guiado para conocer los impresionantes edificios de Dominion Centre, un complejo de enormes edificios comerciales donde se encuentra la sede de Dominion Bank, pasear por el centro de la ciudad, conocer el Toronto City Hall, un rascacielos que hace de sede del ayuntamiento de la ciudad, la Universidad de Toronto, la más grande de todo Canadá o el antiguo Parque de Ontario Place, llamado hoy Trillium Park, que reabrió en 2017 frente al gran lago.

Tras ver esta gran ciudad nos dirigiremos hacia las cataratas del Niágara donde nos esperan unas de las cascadas más importantes del planeta. Dependiendo de la época del año veremos las cataratas desde el barco Hornblower (en verano) o desde el observatorio de Table Rock (en invierno), donde visitaremos también uno de los relojes florales de mayores dimensiones del mundo y un funicular de herencia española conocido como Spanish Aerocar. Será difícil borrar de la retina este salto de agua, el tercero más grande del mundo.

Todavía sorprendidos por esta belleza natural, partiremos hacia el pueblo victoriano de Niagara on the Lake, que entre los años 1792 y 1796 fue capital de lo que era el Alto Canadá en tiempos de dominio británico. Pasear por sus calles es sentir que el tiempo se ha detenido ya que sus fachadas se encuentran muy bien conservadas desde hace siglos. Después iremos hasta nuestro hotel en la parte estadounidense de Niagara.

Día 4: Niagara Falls - Washington. Cruzando los montes Apalache

Antes de llegar a la capital de Estados Unidos, Washington D.C., nos espera un día de autobús recorriendo paisajes inigualables. Tendremos la oportunidad de pasar por tres estados diferentes de los Estados Unidos, Maryland, Pennsylvania y Nueva York. Además, disfrutaremos de los bellos paisajes de los montes Apalaches, que atraviesan prácticamente toda la parte este de Norteamérica.

Desde la ventanilla observaremos los inmensos bosques y su frondosidad junto a valles de ensueño. Cuando la tarde caiga habremos llegado a la ciudad de Washington donde podremos descansar en el hotel hasta la mañana siguiente.

Día 5: Washington. La capital de Estados Unidos

Vamos a desayunar con muchas ganas porque estamos deseando conocer Washington. Cuando estemos preparados saldremos junto a un guía que nos explicará toda la historia de la capital de Estados Unidos, llevándonos a conocer sitios de parada obligatoria como los exteriores de la Casa Blanca. De esta manera podremos admirar su fachada neoclásica y los cuidados jardines de la residencia del presidente de los Estados Unidos.

Por allí han pasado desde la independencia del país un total de 45 presidentes. Una de sus reformas más comentadas fue la que llevó a cabo la primera dama Jacqueline Kennedy que redecoró íntegramente esta importante institución. Conoceremos también la sede de las cámaras del Congreso estadounidense, el Capitolio, que se encuentra al otro lado de la Avenida Pennsylvania, calle que la une con la Casa Blanca.

Entraremos en el bonito cementerio de Arlington*, lugar en el que descansan los hermanos Kennedy, además de los soldados del ejército de Estados Unidos. Más tarde iremos a ver el monumento al presidente Jefferson, que se encuentra en West Potomac Park, y el que rindo honor al presidente Lincoln, que imita a un templo griego y donde el activista Martin Luther King formuló su discurso “Yo tengo un sueño”.

Tras sentirnos como presidentes de este fascinante país dispondremos de la tarde libre para visitar alguno de los 19 museos del Instituto Smithsonian, un conjunto de museos, galerías de arte y centros culturales.

*Para realizar la visita al Cementerio de Arlington deberán llevar pasaporte vigente, cada pasajero el suyo. Sin este documento, en mano, al momento de entrar al cementerio NO se le permitirá el ingreso (el único documento requerido es pasaporte ). Esta reglamentación, impuesta por el Gobierno Nacional, se aplica para todo los pasajeros que visiten el Cementerio de Arlington. Si el ingreso no se permite queda fuera de la responsabilidad del organizador del viaje.

Día 6: Washington - Lancaster - Philadelphia - Nueva York. Una parada en Philadelphia

Nos despedimos de la institucional Washington para dirigirnos hacia la ciudad de los rascacielos, Nueva York. Después de un gran desayuno americano, viajaremos por el estado de Pennsylvania y pasaremos por Lancaster y el centro Amish, donde realizaremos una pequeña visita con tiempo para almorzar (no incluido).

Seguiremos rumbo Nueva York pero antes , pararemos para recorrer otra ciudad emblemática de los Estados Unidos, Philadelphia. Un tour guiado nos ayudará a no perder detalle de lo mejor de esta urbe, la mayor del estado de Pennsylvania.

En unas horas podremos conocer la que se dice que es la calle más antigua del país, el camino de Elfreth. Fundada en 1702 mantiene sus 32 casas construidas entre los siglos XVII y XVIII. Es uno de los mayores atractivos de la ciudad de Philadelphia junto al Boulevard Benjamin Franklin, que recorreremos para descubrir uno de los museos más importantes del país, el Museo del Arte, o la Campana de la Libertad, que sonó para anunciar el discurso de la declaración de la independencia en el año 1776. Desde entonces es el símbolo de la libertad y el fin de la esclavitud. Ahora si, saldremos de nuevo a la carretera para irnos a nuestro ansiado destino, Nueva York.

Día 7: Nueva York. Disfrutando de Nueva York

Nos encontramos de nuevo en esta infinita ciudad. Degustamos un día más un buen desayuno americano, cargamos la cámara, comprobamos que la memoria no esté llena y salimos a la calle acompañados de un guía.

Disfrutaremos hoy de una aproximación inigualable a la Gran Manzana. Conoceremos edificios importantísimos como el Empire State, cuyas vistas de Manhattan son únicas. El Empire State fue hasta los años setenta el edificio más alto del mundo. Mide 443 metros, los mismos a los que se subió King Kong en la célebre película de 1933. También el gran rascacielos Flatiron Building, un elegante edificio con más de un siglo de existencia, ideado por el arquitecto Daniel Burnham, o los edificios de Rockefeller Center, donde se encuentra Radio City Music Hall, el teatro más importante de EE. UU.

Hallaremos el monumento dedicado a John Lennon en pleno Central Park, el Strawberry Fields. Pasearemos por sus caminos mientras observamos a los runners a primera hora de la mañana, nos sentaremos en un banco a la sombra en verano o nos atreveremos a patinar en la pista de hielo en invierno.

Recorreremos la Quinta Avenida con bolsas en la mano, como si estuviéramos en una película, y veremos algunos de los museos más visitados del mundo como el Guggenheim o el Metropolitan.

Durante este día tendremos también ocasión de callejear por los barrios del Soho, antiguo barrio bohemio convertido hoy en el lugar en el que nacen las nuevas ideas de comercios, bares y restaurantes. También viajaremos a otros países sin salir de la Gran Manzana, como a China, en Chinatown o a Italia, en Little Italy.

Para finalizar la excursión guiada pasaremos por Battery Park, un gigantesco parque con un bonito paseo que da al río Hudson. Desde donde podremos vislumbrar la Estatua de la Libertad, símbolo de la libertad a nivel mundial, el mejor regalo que le pudo hacer Francia a Estados Unidos cuando se cumplieron cien años de su declaración de independencia.

Día 8: Nueva York. Día libre en Manhattan

Hoy será un día para el recuerdo. Vamos a poder recorrer la ciudad de Nueva York a nuestro antojo. Los amantes del arte contemporáneo quizás quieran pasar algunas horas en el museo MoMa. Los que quieran descansar del bullicio podrán hacerlo en Central Park disfrutando de un picnic, mientras que los adictos a las compras no se van a poder resistir y tendrán que recorrer la Quinta Avenida de cabo a rabo para encontrar prendas y complementos de primeras marcas.

Por la noche una buena opción es ir hasta Times Square para ver cómo las grandes pantallas publicitarias iluminan la plaza de manera única en el mundo. También nos podemos acercar a ver el famoso puente de Brooklyn, que une el barrio de Brooklyn con Manhattan desde 1883, entrar a visitar el Radio City Music Hall y comprar entradas para uno de sus espectáculos, o ir a ver Nueva York desde el aire a bordo de un helicóptero.

Día 9: Nueva York - España. Volvemos a España

Ahora que nos empezábamos a creer que éramos neoyorquinos toca regresar a casa. Algo melancólicos recogemos el equipaje y vamos hasta el hall del hotel donde nos esperan para trasladarnos al aeropuerto. Durante el trayecto nos despedimos de las inmensas avenidas de la ciudad y de sus míticos taxis amarillos.

El vuelo sale puntual y en unas horas estamos de nuevo en España. Nos llevamos una sorpresa muy grata cuando descubrimos quién ha venido a buscarnos al aeropuerto.

Día 10: España.

El viaje llegó a su fin. Otra vez en casa después de una fantástica experiencia que desearás volver a repetir.