Viaje a China: Circuito China esencial

Día 1: España – Beijing. La primera jornada de un viaje inolvidable

Al despertarnos esta mañana hemos notado algo diferente en el ambiente y una extraña sensación de inquietud y expectación parecía salir de nuestro interior…

¡Hoy es el día! ¿Hoy comienza nuestra gran aventura en china! No obstante, todavía tendremos que esperar unas cuantas horas para poner el pie al otro lado del mundo. Terminaremos de preparar el equipaje e iremos al aeropuerto; después de facturar, pasaremos los controles de seguridad, y después de localizar la puerta de embarque, ocuparemos nuestro asiento en el avión… Seguro que nos gustaría saltarnos todo este protocolo para pasar directamente al momento del despegue. Pero sabemos que eso no es posible, por ello, lo mejor será que disfrutemos de cada momento.

Al fin y al cabo, un viaje es un conjunto de experiencias y todas ellas tienen su hueco en la memoria. Una vez a bordo, nos pondremos cómodos, nos relajaremos y disfrutaremos por anticipado de las maravillas que nos vamos a encontrar en los próximos días. Volando, la noche pasará rápida y cuando salga el sol…

Día 2: Beijing. ¡Por fin! Ya podemos respirar el aire de China

Despertarse en un avión siempre es una experiencia sorprendente, Tras unos segundos de desconcierto, primero tomamos conciencia de qué hacemos en el avión y por qué estamos sobrevolando el continente asiático e inmediatamente después se nos vienen a la memoria las últimas imágenes que vivimos antes de quedarnos dormidos.

El olor a café que impregna la cabina termina de despertarnos, y el aviso del comandante de que nos aproximamos al aeropuerto de destino pone una sonrisa en nuestra cara. Antes de lo que esperábamos, las ruedas del avión tocan la pista. ¡Acabamos de aterrizar en Beijing, ya estamos en China!

Después de los trámites de seguridad y aduana, nos estarán esperando para llevarnos al hotel de Beijing. Allí, nos registraremos y, después, disfrutaremos del resto del día libre. Podremos quedarnos en el hotel para descansar y recuperarnos del cambio de horario, curiosear por sus instalaciones, salir a dar una vuelta por las inmediaciones. Lo que más nos apetezca.

Día 3: Beijing. Recorriendo los puntos clave de la ciudad

Después de desayunar, y provistos de calzado cómodo, iniciaremos un recorrido que nos llevará a conocer algunos de los lugares más emblemáticos de Beijing, una de las urbes más pobladas de la República Popular China.

La primera parada del itinerario la haremos en la famosísima Ciudad Prohibida. Su verdadero nombre es Museo del Palacio Imperial, o, simplemente, Palacio Imperial, pero se la conoce mundialmente como Ciudad Prohibida porque, en el pasado, solo podían acceder ella los miembros de la familia real y de la corte. El complejo palaciego ocupa unas 72 hectáreas, está rodeado por un gran foso y fue mandado construir por el emperador Yong Le en 1406. La Ciudad Prohibida, teniendo en cuenta todos los edificios que la integran, tiene más de 9.000 habitaciones, y fue la residencia oficial de los emperadores chinos desde su construcción hasta 1911. Algunos de sus espacios más característicos son el Salón de la Armonía Suprema, el Salón de la Armonía Central, y el Salón de la Armonía Conservada.

La próxima parada en nuestro recorrido la haremos en la Plaza de Tiananmen, una enorme explanada de 44 hectáreas, que es el verdadero centro neurálgico de la capital de China. Su nombre significa Plaza de la Puerta de la Paz Celestial, ya que así se llama la puerta que permite el acceso desde la plaza al Palacio Imperial. En este espacio urbano, uno de los más grandes del mundo, se encuentran algunos edificios importantes. Entre ellos están el Museo Nacional de Historia y de la Revolución, el Gran Palacio del Pueblo, el Monumento a los Héroes del Pueblo, la Torre de Tiananmen y el Mausoleo de Mao Zedong. Precisamente aquí, en esta plaza, Mao Zedong proclamó, el 1 de octubre de 1949, la República Popular China, lo que elevó la Plaza de Tiananmen al punto más alto de su importancia histórica y simbólica.

Después de visitar la Plaza de Tiananmen, iremos a conocer el Palacio de Verano. Este recinto es un precioso conjunto de pabellones, jardines, puentes, teatros y edificios, que, durante muchos años, fue usado, por la Familia Imperial, como lugar de descanso. El complejo, en la actualidad, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una vez concluidas las visitas programadas, y antes de volver al hotel, si lo deseamos, podremos asistir a un espectáculo de acrobacias chinas.

Día 4: Beijing. Con la boca abierta ante la imponente Gran Muralla China

El itinerario que tenemos hoy por delante, incluye una serie de visitas y experiencias que no olvidaremos nunca.

Después de desayunar en el hotel, empezaremos el recorrido más esperado por muchos de los viajeros que recorren el país: ¡la visita de la Gran Muralla China! Esta asombrosa construcción, fue levantada hace más de 2.000 años y , en 1987, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En la actualidad, es una de las Siete Maravillas del Mundo moderno. Las otras son el Taj Mahal de la India, la ciudad de Petra en Jordania, el Machu Picchu en Perú, Chichén Itzá en Mexico, el Coliseo de Roma, y la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro.

La muralla fue construida para proteger el imperio chino de las incursiones guerreras de mongoles y los manchúes. Se estima que, de los 21.196 Kilómetros que llegó a medir la muralla en el pasado, solo quedan en pie, en la actualidad, algo menos de 10.000. El punto más conocido y visitado de esta obra ciclópea se encuentra a unos 70 kilómetros al noroeste de Beijing y es, precisamente, esa parte de la muralla la que visitaremos hoy.

Después de comer, regresaremos a la capital, pero antes nos detenernos para admirar algunos de los edificios que se levantaron para la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. Podremos contemplar los exteriores del Estadio Nacional, diseñado por el prestigioso estudio de arquitectura Herzog & de Meuron, que fue el epicentro de la actividad deportiva durante la celebración de los juegos. En su parte exterior, el estadio está cubierto por un gigantesco enrejado de acero que rodea el edificio y que es el responsable de que se le conozca como “Nido de Pájaro”, También podremos admirar el Centro Acuático Nacional, también conocido como “Cubo del Agua”. Este edificio fue proyectado por el estudio PTW Architects, y debe su sobrenombre a su aspecto externo debido a que la construcción parece estar integrada por multitud de burbujas de agua.

Pondremos punto final a la jornada con una cena de bienvenida, en la que la estrella de menú será el pato laqueado, uno de los platos más característicos de la gastronomía tradicional china.

Día 5: Beijing – Xi’An. Rumbo a Xi’an a bordo de un tren de alta velocidad

Después de un desayuno estilo buffet en el hotel, nos llevarán a visitar el Templo del Cielo, un impresionante santuario dotado de gran belleza. Se trata del templo más grande del país y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. Está situado al sur de la Ciudad Prohibida y se empezó a construir en 1420.

El Templo del Cielo es un reflejo del pasado imperial de Beijing y muestra el extraordinario poder que llegaron a acumular las diferentes dinastías de emperadores chinos. De entre todos los edificios que forman este recinto único, destaca el Pabellón de la Oración por la Buena Cosecha, una construcción de planta circular, asombrosamente bella, adornada con una exquisita decoración interior. Después de visitar el Templo del Cielo, tomaremos nuestro último almuerzo en Beijing.

A continuación, iremos a la estación de ferrocarril, donde tomaremos un tren de alta velocidad con destino a Xi’an. Esta ciudad, en la actualidad, es la capital de la provincia de Shaanxi, en la parte central del país, sin embargo, cuenta con más de 3.000 años de historia. En la antigüedad, Xi´an fue capital del imperio chino y punto de partida de la fabulosa Ruta de la Seda. Testigo de este pasado glorioso es el abrumador ejército de guerreros y corceles de terracota, que se encuentra, parcialmente enterrado, en las proximidades de Xi´an.

Sin duda, disfrutaremos de esta visita como uno de los hechos más memorables de nuestro gran viaje a China. No obstante, para poder contemplar los guerreros, tendremos que esperar hasta mañana… Cuando lleguemos a Xi’an, nos trasladarán al hotel, donde, posiblemente, pasaremos la noche tratando de imaginar cómo serán las maravillas que nos esperan.

Día 6: Xi’An. El ejército de piedra más famoso del planeta

Lo que vamos a ver hoy, está entre lo más singular y asombroso de todo lo que vamos a contemplar en nuestro gran viaje a China. Así pues, desayunaremos en el hotel para empezar el día con energías renovadas.

La primera parada de nuestro itinerario, que nos llevará buena parte de la mañana, la haremos en el Museo de Guerreros y Corceles de Terracota. Este lugar se encuentra a unos 35 kilómetros al noreste de la ciudad y forma parte del impresionante mausoleo del emperador Qinshihuang, que rigió los destinos de china en el siglo III antes de Cristo. Aquí nos esperan nada menos que 7.000 guerreros, hechos de terracota, a tamaño natural, con sus respectivas monturas y carros de guerra. El origen de este enterramiento está en una orden del emperador Qinshihuang, que mandó construir una tumba subterránea, que sería custodiada por este singular y asombroso ejército de barro cocido. Con el paso del tiempo, el monumento funerario fue olvidado, y su ubicación subterránea facilitó que permaneciera oculto durante más de 2.000 años, hasta que, por casualidad, fue descubierto en 1974. El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y, en la actualidad, es uno de los lugares más fascinantes y sobrecogedores de toda China.

Después de almorzar continuaremos nuestro itinerario por los lugares más emblemáticos de Xi’an. Empezaremos por el Templo Jianfu, en el que se encuentra la Gran Pagoda de la Oca, un bello templo budista que alcanza los 64 metros de altura. Después, visitaremos la Gran Mezquita del Barrio Musulmán, que data del siglo VIII y que, con sus 13.000 metros cuadrados de superficie, aproximadamente, es una de las mezquitas más grandes del país. Al final del día regresaremos al hotel para cenar y dormir.

Día 7: Xian – Hangzhou. Nos dirigimos al “Paraíso de la Tierra”

Ha llegado el momento de decir adiós a la apasionante Xi’an y a sus siglos de historia, y poner rumbo al este, para llegar a nuestro siguiente destino, Hangzhou. Así que, después de disfrutar del estupendo desayuno estilo buffet del hotel, nos trasladarán al aeropuerto de Xi’an para tomar un vuelo hacia esa bonita ciudad, apodada durante siglos “El Paraíso en la Tierra”.

Al llegar, ya por la tarde, iremos a dar un paseo en barco por el increíble Lago Oeste, un lugar precioso rodeado de colinas por tres de sus lados, y del centro histórico de Hangzhou por el cuarto. El lago está salpicado de un sinfín de islotes y de islas artificiales, que constituyen un mosaico de pequeños pedacitos de tierra llenos de pabellones, pagodas, pasarelas de madera, parques, monasterios, museos, puentes, villas y bulevares… En conjunto, resulta un escenario de belleza incomparable, tan bonito y pintoresco que obtuvo la categoría de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011. No es extraño que, al caer la noche, se organicen impresionantes espectáculos de luces y sonido para los visitantes en el centro del Lago Oeste.

Aunque Hangzhou es una ciudad grande y moderna, y sus calles están repletas de enormes rascacielos y de edificios de acero y cristal, lo que más nos interesa de este lugar es otra cosa…De hecho, la visita a la ciudad girará en torno a los puntos de interés cultural, aquellos que nos hablan de la rica y apasionante historia de Hangzhou. Por ejemplo, la Pagoda de las Seis Armonías, el Templo Yue Fei o el Templo de las Almas Escondidas. Este último es uno de los lugares de culto budista más grandes de China, y en su interior hay una serie de bellísimas pagodas, así como miles de esculturas de Buda excavadas en la roca y en las grutas.

Antes de dar por finalizado el día, iremos a conocer los campos de té que se encuentran en las inmediaciones de la aldea de Mei Jia Wu, situada en la orilla occidental del Lago del Oeste.

Día 8: Hangzhou – Suzhou. Una escala inolvidable en la “Venecia de Oriente”

La distancia entre Hangzhou y Suzhou es muy corta, por lo que, dependiendo de donde se encuentre el hotel en el que nos alojamos, podremos hacer el trayecto en tren o en autobús. Nada más terminar de desayunar, nos pondremos en marcha.

Los encantos de Suzhou, conocida como “La Venecia de Oriente”, nos esperan a pocos kilómetros. Como es fácil suponer, el sobrenombre de la ciudad tiene su origen en la gran cantidad de agua que cubre el área urbana. Concretamente, entre el lago Tai y el Gran Canal de China, más de la mitad del terreno de Suzhou se encuentra cubierto de agua.

Nuestra primera visita, nada más llegar a Suzhou, será al Jardín del Pescador. Una de las cosas más características de esta ciudad son sus cientos de preciosos jardines, de entre los que el Jardín del Pescador es, sin duda, uno de los más populares y bonitos. Sus dimensiones no son grandes (tiene solo media hectárea de superficie), pero es todo un disfrute para los sentidos. Fue proyectado en tiempos de la dinastía Song y sus diseñadores se esforzaron para recrear, dentro del pequeño parque, una serie de paisajes naturales en miniatura. Los jardineros conocían bien su oficio, por lo que el resultado de su trabajo fue un jardín de un equilibrio y una belleza extraordinarias.

También iremos a visitar la Colina del Tigre, situada en el centro de la ciudad. El lugar es uno de los más más bonitos y pintorescos de Suzhou, gracias, entre otras cosas, a la presencia de la Pagoda de Yunyan. El templo fue construido en el siglo X, pero con el paso de los siglos, la construcción se ha ido inclinando, como la italiana Torre de Pisa. De forma que los 47 metros de altura, que medía al principio, han ido disminuyendo poco a poco. Una vez hayamos completado todas las visitas de la jornada, nos dirigiremos a hotel de Suzhou para pasar la noche.

Día 9: Suzhou – Shanghai. La ciudad más moderna y cosmopolita de China

Igual que sucedía con Hangzhou y Suzhou, la distancia entre esta última y Shanghai es muy corta. Por ello, dependiendo de la ubicación concreta de nuestro hotel, el viaje de una ciudad a otra lo haremos en tren o en autobús.

Al llegar a nuestro nuevo destino, en primer lugar, nos acercaremos a conocer los Jardines Yuyuan, que se encuentran al norte de Shanghai. Fueron construidos en el siglo XVI, durante el reinado de la Dinastía Ming, y son un hermoso conjunto de pintorescas zonas verdes, estanques y pabellones. Después de visitar los Jardines Yuyuan daremos un paseo por el pintoresco barrio de casas tradicionales Xintiandi.

La siguiente etapa de nuestro itinerario por Shanghai será el Templo del Buda de Jade, un espectacular santuario budista en cuyo interior se hayan dos esculturas de Siddhartha Gautama de gran tamaño, una en posición yacente y otra sentada. Una vez concluida la visita al Templo y antes de ir al hotel, nos detendremos en el Bund o malecón de la ciudad, a orillas del río Huangpu. Este paseo, de algo menos de dos kilómetros, es un espejo en el que se refleja el pasado histórico de Shanghai, así como su presente y su futuro. Las vistas que se tienen desde el Bund son un contraste revelador, ya que desde aquí pueden verse los bellos edificios de estilo colonial y las impresionantes vistas del distrito de Pudong, al otro lado del río, en el que se concentran la mayoría de los imponentes rascacielos de la ciudad.

Día 10: Shanghai. Jornada libre para disfrutar a nuestra manera

Durante toda la jornada de hoy dispondremos de tiempo libre para hacer lo que más nos apetezca. Merece la pena, porque Shanghai, una urbe gigantesca de casi 20 millones de habitantes, es una de las ciudades más apasionantes y llenas de atractivos de China, del continente asiático e, incluso, del mundo entero. Esta megalópolis ofrece una amplia gama de actividades que hacer y de experiencias que vivir.

Shanghai no pertenece a ninguna de las provincias chinas, sino que depende directamente del gobierno central de la República Popular China. Además de los enclaves más famosos, como el Malecón, el Templo del Buda de Jade o los Jardines Yuyuan, que pudimos visitar ayer, en el tiempo libre de hoy también podremos llevar a cabo otras visitas y actividades interesantes.

Podremos acercarnos a conocer alguno de los museos de la ciudad, como el Museo de Arte de Shanghai, el Centro de Exposiciones de Urbanismo o el Museo de Shanghai. Otras alternativas, igualmente apetecibles, implican ir a conocer la Plaza del Pueblo, el Gran Teatro de Shanghai o el barrio francés. Y también, por supuesto, está la opción imprescindible de ir de compras a cualquiera de los cientos de centros comerciales de la zona, o ir a dar un paseo por el encantador barrio de casas tradicionales Xintiandi o quedarse descansando en el hotel. ¡En Shanghai, las posibilidades son casi infinitas!

Día 11: Shanghai – España. Llegó la hora de partir

Cuando pusimos los pies en suelo chino por primera vez, teníamos por delante un largo recorrido por el país. Nos esperaba un programa lleno de actividades y de experiencias memorables. Ahora, todo lo que hemos vivido en China se ha integrado en nuestra memoria y allí se ha convertido en un conjunto de imágenes y recuerdos que nos acompañarán para siempre.

Aunque parezca mentira, hemos llegado a la última jornada de nuestro gran viaje a China. Así pues, después de tomar el desayuno estilo buffet en el hotel, vendrán a recogernos, a la hora convenida, para trasladarnos al aeropuerto de Shanghai. Allí nos estará esperando un avión con el morro orientado hacia el oeste para llevarnos de vuelta a casa. Las imágenes que hemos capturado, las emociones que hemos sentido y las experiencias que hemos vivido, las incorporaremos a nuestra memoria viajera y harán de esta aventura una de las más grandes y mejores que jamás hayamos experimentado. ¡Hasta siempre, China!