Día 1: España – Beijing. Sintiendo la emoción del gran viaje
¿No es cierto que hoy el ambiente parece tener unos colores diferentes? A lo mejor es porque hoy es el día en el que empieza nuestro viaje al gran país asiático, China. La euforia casi no nos deja pensar, pero todavía nos queda el protocolo que todo viaje exige. Hay que terminar de hacer la maleta –y comprobar que lo llevamos todo–, ir hasta el aeropuerto, facturar el equipaje, pasar el control –algo tan pesado como imprescindible– y subir al avión.
Todo esto lleva su tiempo, y puede resultar monótono, pero no queda más remedio que pasar por ello, así que lo mejor es que dibujemos una sonrisa en nuestra cara y comencemos a guardar estas primeras horas en nuestro archivo de experiencias del viaje a China. Antes de lo que imaginamos, llegará el momento en el que estemos sentados en el avión. Entonces, olvidaremos todos esos trámites, podremos descalzarnos y ponernos cómodos en el asiento mientras miramos por la ventanilla.
Volaremos durante toda la noche, y mañana lo que veamos al otro lado del cristal pertenecerá al continente asiático. ¡En marcha!