Día 1: España – Praga. Déjate seducir por el corazón de Bohemia
Iniciamos la aventura con destino a la capital de la República Checa. Praga será el destino de nuestro vuelo. Recuerda que tienes que presentarte en el aeropuerto 2 horas antes de la salida del avión.
Cuando lleguemos a Praga, un autobús nos trasladará al hotel seleccionado. Dispondremos del resto del día libre para conocer esta bella ciudad con su imponente casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Empezar por la Ciudad Vieja es una buena opción, porque concentra más lugares de interés, así que dirígete hacia su famosa plaza para presenciar el curioso teatrillo del Reloj Astronómico de la Torre del Ayuntamiento (a las horas en punto), sube a la Torre del Ayuntamiento para inmortalizar una de las mejores vistas de la Plaza y contempla los impresionantes frescos de la cúpula de la Iglesia de San Nicolás, una de las tres que Praga tiene consagradas a este santo. En el puente de Carlos, busca la estatua de San Juan Nepomuceno y conoce su historia antes de tocarla.
Y si aún no te has convencido de la magnificencia de esta urbe, sube a la torre de la Ciudad Vieja y siente la metrópolis ‘arrodillada’ a tus pies. Si todavía te quedan fuerzas, puedes perderte por Mala Strana y desviarte por las escaleras para bajar a la Isla de Kampa, uno de los lugares con más encanto de la ciudad. O si lo prefieres, desplázate hasta Hradcany, el barrio del Castillo, donde no te puedes perder el Callejón de Oro y la Catedral de San Vito. Puedes terminar la jornada cenando en un restaurante de Mala Strana antes de volver al hotel.