Viaje a Suiza: Circuito Mini Tour Alpino

Día 1: España – Zúrich. Una primera estación de mucho nivel

Llevas tiempo sintiendo la necesidad de una escapada, de buscar un lugar alejado del ruido y del jaleo cotidianos. Y por fin has encontrado el recorrido perfecto para olvidarte del estrés y dejar encandilar por unos paisajes y unos monumentos inolvidables. ¡Nada mejor que los Alpes!

Prepara con mimo la maleta, con ropa adecuada para la época del año en que viajas, calzado cómodo y resistente, la cámara de fotos o el teléfono móvil con espacio y batería de sobra, la documentación en regla… ¿Lo tienes todo? Pues ahora sólo tienes que presentarte en el aeropuerto al menos dos horas antes de la salida de tu vuelo. Una vez que hayas facturado, un avión te llevará directamente hasta Zúrich, primera estación de tu ruta alpina.

Un autobús te estará esperando a la salida para trasladarte a tu hotel y, tras instalarte, contarás con tiempo libre para hacer lo que prefieras. Puedes descansar y disfrutar de las instalaciones del hotel o hacer una primera incursión en la capital financiera suiza.

Date un paseo por el centro. Una buena opción es caminar por la Bahnhofstrasse, una larguísima calle donde se concentran las tiendas y negocios más elitistas de una ciudad que, ya de por sí, tiene un altísimo nivel económico. Si te apetece tomar una buena panorámica, prueba a coger el Polybahn que te lleva hasta el mirador de la Universidad. Eso sí, a última hora de la tarde, regresa al hotel para reunirte con tu guía, cenar y descansar.

Día 2: Zurich - Cataratas del Rhin - Principado de Liechtenstein - Innsbruck. Una intensa ruta llena de maravillas naturales

Amanece en Zúrich y tú afrontas una trepidante jornada del recorrido alpino. Aprovecha bien el desayuno en tu hotel porque hoy tienes mucho que ver. En primer lugar, tu guía te mostrará los principales rincones de Zúrich mediante una completa visita panorámica.

Pasearás a la vera del río Limmat hasta la Plaza Bürkliplat, donde desemboca en el impresionante lago de la ciudad. Además, te moverás entre los negocios más lujosos en la Bahnhofstrasse o fotografiarás sus antiguas casas gremiales. No te pierdas el espléndido Ayuntamiento ni algunas de sus preciosas iglesias, como la del Agua –llamada así porque en su momento estuvo rodeada de ella-, la Grossmunter con sus dos imponentes torres, la de St Peter o la de Nuestra Señora.

Después de sacarle todo el jugo a la ciudad suiza, llega el momento de iniciar la ruta en autobús para dirigirte a tu próximo destino, las Cataratas del Rhin. Una vez allí, contarás con tiempo libre para admirar esta maravilla de la naturaleza. Disfruta del mayor salto de agua de Europa Central, con sus 150 metros de anchura y sus 23 metros de altura. Y después de recuperar fuerzas con un suculento almuerzo, ¡de nuevo en marcha!

La siguiente parada de tu viaje está en otro país, el Principado de Liechtenstein. Dispondrás de tiempo libre para pasear con toda la tranquilidad del mundo por el centro de la ciudad de Vaduz. Como podrás comprobar, el impresionante castillo de los Príncipes del país domina toda la capital, pero lo mejor es darse una vuelta por sus calles.

Para concluir la intensa jornada de ruta, harás un recorrido por los estados federales del Tirol y de Voralberg, atravesando el túnel de Alberg. ¿Sabías que es el túnel de carretera más largo de Austria con una longitud de 13.972 metros? Ten paciencia cuando entres que se tarda un poco en salir… Y surcando paisajes idílicos, te adentrarás definitivamente en el Tirol hasta llegar a su capital, Innsbruck, donde cenarás antes de poder descansar en tu hotel.

Día 3: Innsbruck - Alpbach - Rattenberg - Regio de Achensee - Inssbruck. ¡Tu cámara de fotos va a echar humo!

Si lo de ayer te pareció una jornada frenética, prepárate para tu tercer día de recorrido alpino porque va a ser un no parar… Ahora seguro que entiendes que debes dar buena cuenta del desayuno en tu hotel antes de ponerte en marcha. No te preocupes por lo que dejas atrás, porque en breve estarás descubriendo todos los mágicos rincones de Innsbruck.

Pero antes, ¡hay mucho por ver en los alrededores! La primera parada de tu recorrido se llama Alpbach, una localidad situada a 1.000 metros de altitud y que, por lo tanto, te va a regalar unas vistas sensacionales para arrancar la jornada. Dispondrás de tiempo libre para tomar todas las fotografías que desees. En las callejuelas del pintoresco pueblo hay numerosos rincones para inmortalizar en tus redes sociales y los parajes de los alrededores son impresionantes.

A continuación, el recorrido tirolés sigue en Rattenberg. ¿Sabías que es el pueblo más pequeño de toda la región? Pero como con el buen perfume, el frasco diminuto es una buena señal… Desde el siglo XVI, todo sigue prácticamente igual. ¿Te imaginas? En esa época, la localidad era un importante enclave fronterizo entre Baviera y el Tirol y ese encanto propio de otra época se ha mantenido casi intacto desde entonces.

Date un tranquilo paseo por sus callejuelas y sigue dándole trabajo a tu cámara de fotos. Y no la guardes todavía, porque enseguida vas a visitar otro lugar de esos que merecen una y mil imágenes. Es la región del Lago Achensee, donde te subirás a un encantador tren de vapor que fue construido en 1889 por orden del emperador Francisco José y que actualmente brinda una perfecta mezcla entre tradición y bellos paisajes.

Al regresar a Innsbruck y después de disfrutar del almuerzo, comenzará la visita panorámica a la capital del Tirol. No te vas a perder ni uno solo de sus numerosos puntos de interés: pasea por la Maria-Theressian Strasse, fotografía la Columna de Santa Ana, contempla de cerca el famoso Tejadito de Oro, paladea la belleza medieval de varios de los edificios del centro o sumérgete en la magia de la Abadía de Wilten.

Además, no te pierdas la Pintura Gigantesca Circular, una obra pintada en 1881 que ocupa, atención, ¡1000 metros cuadrados! Representa la tercera batalla de Bergisel en la que los soldados tiroleses comandados por Achensee derrotaron a los hombres de Napoleón Bonaparte. Para acabar la jornada por todo lo alto, disfrutarás de una cena muy especial, ya que podrás probar comida tradicional de la región y contemplar un típico espectáculo de folclore tirolés.

Día 4: Innsbruck – Castillo de Neuschwanstein – Innsbruck. Un doble broche de oro bávaro

En tu cuarto día de recorrido por las montañas más famosas de Europa, toca de nuevo volver a cruzar una frontera. Después de apurar el desayuno en tu hotel de Innsbruck, la ruta alpina pone rumbo a Alemania para visitar uno de los lugares más fotogénicos de todo el país, el castillo de Neuschwanstein. Aunque a primera vista te parezca una típica construcción medieval, lo cierto es que se levantó mucho más tarde, concretamente en la segunda mitad del siglo XIX.

En esa época, ya no hacían falta construcciones defensivas de este tipo, pero el rey Luis II de Baviera tenía una idea en su cabeza y decidió llevarla a cabo contra viento y marea. Le costó un dineral –de hecho, la fortaleza también recibe el nombre de Castillo del Rey Loco- pero el resultado es sublime. Y su interior está lleno de curiosidades. Por ejemplo, ¿sabías que acoge el primer teléfono móvil del mundo? ¡Tenía una cobertura de seis metros!

Después de conocer todos los rincones del curioso castillo bávaro, llega el momento de cerrar por todo lo alto tu viaje. Múnich es la última estación de la ruta alpina. En cuanto llegues, tu guía de habla hispana te acompañará en una visita panorámica por los principales puntos de interés de la capital de Baviera.

Dedícale tiempo a la Marienplatz porque allí se concentran varios de sus monumentos más famosos, como el espectáculo del carillón del Ayuntamiento, la columna de Santa María o la fuente de Fischbrunnen, donde antiguamente se colocaba el pescado traído para la venta.

Date un paseo por la animada Maximilian Strasse, acércate hasta la impresionante Villa Olímpica o quédate de piedra ante el moderno edificio de la BMW. No te pierdas algunas de sus iglesias, como la de San Pedro, y si tienes tiempo, entra en alguna de sus famosas cervecerías antes de regresar al hotel para cenar y descansar.

Día 5: Múnich – España. ¡Buen viaje de regreso a casa!

Otra vez toca colocar la maleta sobre la cama y ser capaz de meter toda tu ropa dentro. Ahora, además, debes colocar todos esos recuerdos que has ido comprando a lo largo de tu recorrido por los Alpes. ¿Cabe todo? Estupendo, pues ahora ya estás listo para regresar a casa. No tengas prisa, eso sí, porque después de disfrutar de tu último desayuno en Múnich, dispondrás de tiempo libre para darte otra vuelta por la capital bávara.

Compra algún recuerdo de última hora, tómate otra de esas excelentes cervezas, añade una foto más a tus perfiles en las redes sociales o visita alguno de sus excelentes museos. Eso sí, a la hora convenida con la organización, ten todo listo y espera en la recepción del hotel porque un autobús te llevará directamente hasta el aeropuerto. ¡Buen viaje!