Día 1: España – Oslo: ¡Nos vamos al frío!
Oslo es naturaleza, es modernidad, es cultura... Nada menos que 40 museos alberga la capital de Noruega, de apenas 500.000 habitantes. Oslo es también conocida por ser la sede donde cada año se realiza la entrega del Premio Nobel de la Paz y la ciudad en la que el 99% de sus residentes afirma estar satisfecho con su calidad de vida y ello se debe principalmente a una combinación de elementos, el espectacular entorno natural en el que se enclava la ciudad, las numerosas zonas verdes que permiten la práctica de todo tipo de deportes, la oferta de ocio, cultural y gastronómica... No cabe duda, Oslo es la ciudad perfecta para vivir y nosotros vamos a descubrir sus rincones más emblemáticos.
Prepara el equipaje y sal al aeropuerto con tiempo suficiente. El vuelo se te hará corto y cuando menos te lo esperes, estarás ya en Oslo. Allí te estará esperando para trasladarte al hotel. Después tendrás tiempo libre para comenzar a descubrir la ciudad. Uno de los edificios icónicos del centro de Oslo es el Ayuntamiento, conocido mundialmente porque es la sede en la que cada año se hace entrega del Premio Nobel de la Paz. Se trata de un edificio muy sobrio del que sobresalen dos torres rectangulares cubiertas de ladrillos rojos.
En Oslo, no podemos dejar de visitar el edificio de la Ópera y Ballet, de 1.000 metros cuadrados y ganador del prestigioso premio de arquitectura Mies van der Rohe. Se trata de una construcción vanguardista con un diseño arquitectónico totalmente innovador, hecho de mármol y cristal. Se puede visitar el interior e incluso pasear sobre el tejado.
Un paseo por la calle principal de Oslo nos permitirá conocer algunos de los lugares más representativos, como el Palacio Real, construido entre los años 1823 y 1845 y con una curiosa estructura en forma de “C”. En la actualidad, es la residencia de los reyes de Noruega. También pasaremos por la catedral, conocida como la Iglesia de Nuestro Salvador, es de estilo barroco y fue construida en el siglo XVII. El Nationaltheatret y la fuente de Eidsvolls Plass, donde en invierno se practica patinaje sobre hielo, son otras dos visitas obligadas.
El Parque Vigeland, con las impresionantes esculturas del artista Gustav Vigeland, entre las que destaca el “Monolitten”, formado por 121 cuerpos humanos desnudos y enroscados, y la Galería Nacional, en la que podemos ver la versión más famosa del cuadro de Edvard Munch, “El Grito”, son también visitas destacadas. Después de este completo recorrido podrás regresar al hotel a descansar.