Día 2: Roma. Un recorrido inolvidable por la capital italiana
RÉGIMEN
Desayuno y almuerzo.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Panorámica de Roma
Hoy, en cuanto terminemos de desayunar, vamos a hacer una visita panorámica por la fascinante Roma junto a un guía local que nos contará todos los secretos de la Ciudad Eterna. Pasaremos por las orillas del Tíber -Tevere en italiano-, el río que atraviesa Roma, y la Avenida de los Foros, que une la Plaza de Venecia con el Coliseo. La plaza es un enorme espacio en el que destaca, imponente, el Monumento a Víctor Manuel II -el primer rey que tuvo Italia tras la unificación- erigido en mármol blanco. También se denomina Altar de la Patria y su forma, quizá, te recuerde a otra cosa. A los romanos también, por eso muchos lo llaman la “Máquina de Escribir”. Su origen es de principios del siglo XX y atesora el Museo de la Unificación de Italia y la Tumba del Soldado Desconocido. Además, podremos admirar desde fuera el Coliseo, quizá el monumento más famoso de Roma. Fue construido en el siglo I y en él se celebraban, en los años del Imperio Romano, todo tipo de espectáculos, algunos muy sangrientos, como luchas de gladiadores. Hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, además, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Además, podremos visitar el Circo Máximo, el lugar en el que tenían lugar las famosas carreras de cuadrigas.
Después de esta visita panorámica tendremos el resto del día libre para aprovecharlo como queramos, aunque hay la posibilidad de apuntarse a una interesantísima actividad opcional que nos llevará al interior de la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos. Lo recomendamos totalmente: la basílica es un verdadero museo de primer nivel donde destacan obras de arte tan importantes como La Piedad de Miguel Ángel o la estatua de San Pedro en su trono. Las cifras de la Basílica de San Pedro son impresionantes: la nave principal mide 200 metros de largo y 46 de alto, la cúpula exterior se eleva 136 metros por encima del suelo y la capacidad es de 20.000 fieles. Pero, además, el peso simbólico de este templo es enorme: es la iglesia más importante del catolicismo, ya que en ella da misa el Papa y están enterrados todos los santo pontífices. Mientras, los Museos Vaticanos son una visita imprescindible cuando alguien va a Roma. Se trata de un conjunto de museos que atesora miles de obras de arte de todas las épocas y de todos los lugares del mundo, desde el Antiguo Egipto a la India o el África Subsahariana. Por supuesto, la guinda del pastel es la fascinante Capilla Sixtina, situada al final del recorrido. Es la obra maestra de Miguel Ángel y nunca deja indiferente a nadie.
Después del almuerzo podremos disfrutar de otras dos visitas opcionales en una. Primero podremos ver el Coliseo por dentro. No será nada difícil imaginar el ambiente del lugar en los días de espectáculo, con los gladiadores luchando a muerte bajo la mirada del César. Después, nuestros pasos se encaminarán a la Iglesia de San Pietro in Vincoli, donde se encuentra el Moisés, una de las obras más famosas de Miguel Ángel. Fue el Papa Julio II el que se la encargó al artista, que le llevó dos años de trabajo, de 1513 a 1515. Después de un día tan intenso volveremos al hotel para poder descansar.