Pero este circuito no sólo nos muestra el famoso Lago de George Clooney, también navega por el Lago Maggiore y pone el de Lugano a nuestros pies, hace creyentes a los ateos en el de Orta y hechiza en el de Garda (mi favorito). Todo esto para después ponerle la guinda al pastel con la maravillosa Venecia. Tampoco podemos olvidarnos de Milán, la cuna de la moda italiana.
¿Te vienes?
Este es un circuito de 9 días que empieza conociendo la ciudad de Milán, donde realizaremos un recorrido a pie para empaparnos de la historia y la cultura de la ciudad más “fashion” del mundo. Si sí, has leído bien, no de Italia, ¡del mundo!
Seguidamente nos desplazaremos hacia el norte, que es donde se encuadran los lagos y donde pasaremos la mayor parte del circuito. Es, como ya puedes imaginarte, un circuito en completa sintonía con la naturaleza.
Las Islas Borromeas, el pueblo de Orta, la isla de San Giulio, Lugano, Locarno, Varenna, Bellagio y Sirmione son algunos de los lugares que se visitan en este circuito y son pequeñas ciudades y pueblecitos con pocos habitantes, lo que hace de este el circuito más tranquilo que existe. Por supuesto que todos estos lugares viven del turismo, pero jamás he visto en ellos la masificación típica de las grandes ciudades. El aire que se respira en la zona de los lagos es completamente limpio, fresco y puro, y se torna más limpio, fresco y puro si acompañamos los tiempos libres con un Spritz y un Brioche (bollo italiano) con Gelatto...Mamma Mia!
Por último terminaríamos en la ciudad de los canales, Venecia. ¿Quién no ha soñado nunca con visitar Venecia? Con ver el sol esconderse en la Laguna Veneciana y fundirse con ella, con poder dar un paseo en una de las elegantes góndolas o con visitar la conocidísima Plaza de San Marcos...
Si te estás preguntando si este circuito es apto para ti o no, tengo que decirte que no importa quién seas ni la edad que tengas porque la respuesta es la misma: SÍ. Sólo hay un requisito...tener muchas ganas de disfrutar del viaje.
¿Aún no te vienes?
En resumen, este es un recorrido para disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza en todo su esplendor, de los colores vibrantes de la vegetación y de los pintorescos pueblecitos que rodean los lagos italianos, además de visitar dos de las ciudades más importantes del país de la pasta.
Es en definitiva, la oportunidad perfecta para cualquiera que desee escapar del “mundanal ruido” y, sinceramente...¿a quién no le gustaría?
¡Vente!