Viaje a Italia: Circuito Italia: de Venecia a Roma

Día 1: España – Venecia. ¡Ciao Italia!

A orillas del Adriático se encuentra un lugar fascinante, la Región del Véneto. La romántica y mágica Venecia, su capital, será el punto de partida de nuestro viaje por la bella Italia. Si no quieres que ningún imprevisto empañe tus vacaciones, comprueba que tienes tu DNI o, en su defecto, el pasaporte en vigor y preséntate en el aeropuerto dos horas antes de la salida del vuelo.

Nada más llegar a Venecia te acompañarán al hotel y por la tarde podrás descansar del viaje o comenzar a descubrir la ciudad. Una muy buena opción es pasear por la plaza de San Marcos.

Día 2: Venecia. La ciudad de los canale

Venecia enamora. La “ciudad flotante” es una de las maravillas del mundo y puede que en un tiempo no muy lejano desaparezca. Eso dicen los investigadores, quienes aseguran que la “ciudad del agua” podría hundirse. No es de extrañar al comprobar su “acqua alta”, fenómeno que cubre por completo la afamada plaza de San Marcos en ciertas épocas del año.

Después de desayunar descubriremos la laguna Veneciana desde una perspectiva muy especial, navegando en un barco, la mejor manera de admirar la peculiaridad de esta ciudad. Ya en tierra firme, y para quienes tengan el Todo Incluido podrán degustar un buen almuerzo. Por la tarde tendremos que tomar una decisión, si tener la tarde libre y adentrarnos en el corazón de Venecia, su casco antiguo, donde se hallan la mayoría de los monumentos, como la cúpula de Santa María de la Salud, el Palacio Ducal, la imperdible la Plaza de San Marcos, y muchos lugares más. O elegir dos excursión que consisten en: una, navegar por sus canales en góndola que además incluye una visita al interior de la Basílica de San Marco. Y dos, descubrir la “Venecia Escondida” donde explorarás los rincones más secretos de Venecia junto a un guía local. Par todos aquellos que hayan elegido el Todo Incluido podrán degustar una cena italiana. El hotel te espera para descansar.

Día 3: Venecia – Padua – Pisa – Florencia. Cuna del renacimiento

La ciudad del David de Miguel Ángel nos espera. Disfruta de tu último desayuno en la región del Véneto y cierra tu equipaje, partiremos hacia Padua, a tan sólo 38 kilómetros de Venecia. Ciudad universitaria, cuenta con la Basílica de San Antonio como monumento religioso más destacado. En ella, los estilos románico, gótico y barroco se conjugan a la perfección. Aquí también podrás descubrir la plaza más grande del país, Prato della Valle.

Almorzaremos durante el trayecto y nuestro siguiente alto en el camino será en Pisa y su fotografiada plaza de los Milagros, Patrimonio de la Humanidad. ¿Conseguirás captar el mejor ángulo de la Torre Inclinada? Acabaremos la jornada en toda una joya del arte, en Florencia, capital de la Toscana. Luego podremos degustar una fabulosa cena italiana y si lo deseas, irás al hotel a descansar.

Día 4: Florencia. Amor al arte

Amanece en Florencia. Es hora de descubrir una de las ciudades más fascinantes de Italia. La capital de la Toscana rebosa majestuosidad y arte por todos sus costados.

Tras desayunar tomaremos el pulso a la ciudad gracias a una visita panorámica que nos permitirá recorrer sus calles medievales y descubrir auténticas obras arquitectónicas como el Duomo de Brunelleschi, todo un símbolo de Florencia. Si no sufres de vértigo podrás subir los 700 escalones que llevan hasta su cúpula. Las vistas de la ciudad te impresionará. Aunque si hay un lugar para divisar Florencia en todo su esplendor ese es la plaza de Miguel Ángel. Te enamorarás cruzando el puente Vecchio, contemplando el Palacio Vecchio o el Pitti.

Para todos aquellos que tengan el TI podrán saborear un buen almuerzo. Por la tarde tendrás dos opciones, o seguir descubriendo la ciudad poco a poca a tu aire, en la que una buena opción puede ser recorrer la Piazza de la Signora puede ser un buen lugar para perderse, todo un museo al aire libre lleno de vida, también los Jardines de Boboli. O apuntarte a una visita opcional a los principales museos florentinos como la Galería Uffizi o la Galería de la Academia, donde descubrirás el imponente David de Miguel Ángel. Si tienes el Todo Incluido podrás degustar la cena al acabar el día.

Día 5: Florencia – Asís – Roma. Asís, lugar de peregrinación

Hoy diremos adiós a Florencia. Trás el desayuno nos ponemos rumbo a la espiritual Asís. La localidad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que vio nacer a San Francisco, el santo que hablaba con los animales y creador de la orden franciscana. A él se le dedicó el monumento religioso más famoso de la localidad, la Basílica de San Francisco. Cada año millones de viajeros de todo el mundo se acercan hasta el lugar, todo un rincón de paz y espiritualidad repleto de calles laberínticas con un encanto muy especial. En el interior de la Basílica además de los frescos de artistas como Giotto o Cimabue encontrarás la tumba del santo.

Después de esta gran visita nos espera una ciudad increíble, Roma. En cuanto lleguemos degustaremos un buen almuerzo, y a continuación será el momento de tomar el primer contacto con la Ciudad Eterna. Gracias a una visita panorámica en autobús junto a un guía local, nos adentraremos en la historia de la capital de Italia. Recorreremos lugares emblemáticos como el Circo Máximo con la vista del Palatino, Pirámide Cestia, Muralla de Aureliano, Termas de Caracalla, la colina del Celio, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor, Plaza de la República, entre otros lugares. Luego disfrutarás de una buena cena y si tienes el Todo Incluido podrás seguir conociendo los rincones de Roma sumándote a una excursión opcional en la que visitarás las fuentes y plaza más conocidas y bellas de la capital de Italia como la Piazza Navona, por la Fontana de Trevi o por la Piazza del Panteón. Luego solo quedará descansar en el hotel.

Día 6: Roma, la ciudad eterna a tus pies

Suena el despertador. Una apasionante jornada está a punto de empezar. ¿Qué mejor manera que hacerlo con un capuchino y una tostada de nutella?

Continuaremos saboreando Italia gracias a dos opciones: seguir descubriendo Roma por nuestra cuenta o bien adaptándonos a tres excursiones que de verdad merecen la pena: conocerás los museos vaticanos, los cuales albergan joyas pictóricas y escultóricas de valor incalculable, la capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro. Después de esta excursión será el momento de descansar y para quienes hayan contratado el TI les estará esperando un buen almuerzo. Por la tarde nos pasará lo mismo que por la mañana, tendremos dos opciones: o gozar a nuestro antojo de las calles de Roma o apuntarnos a una visita por los monumentos de la Roma Imperial, en la que conocerás el exterior del Coliseo Romano, los Foros Imperiales, el Templo de Júpiter entre otros; la Roma del Renacimiento, donde conoceremos ‘El Moisés’ de Miguel Ángel; y por último la Roma Actual, en la Plaza Venecia donde se encuentra el ‘Altar de la Patria’. Para todos aquellos que haya contratado Todo Incluido podrán disfrutar de una maravillosa cena.

Día 7: Roma. La ciudad infinita

Muchos son los secretos que esconde Roma, así que desayuna y lánzate a conocerlos. ¿Te has fijado en el gran número de fuentes con las que puedes toparte mientras descubres la ciudad? ¡Más de 2.000! De ellas cincuenta son monumentales. ¡No dejes de lanzar una moneda y pedir un deseo en la Fontana di Trevi! En esta última jornada podrás elegir entre dos opciones o seguir siendo tu propia guía o aprovecha para sumarte a una increíble excursión opcional a la costa Amalfitana, donde conocerás el yacimiento de Pompeya, una antigua ciudad de Roma que fue sepultada por la lava del volcán Vesubio; te adentraras en Nápoles a través de una breve visita panorámica y por último navegarás por la increíble isla de Capri, un destino frecuentado por la alta sociedad de Roma.

Después de este gran día, solo quedará descansar.

Día 8: Roma – España. ¡Hasta pronto, Italia!

Toca despedirse de Roma y de la bella Italia. Que la tristeza no amargue tu último desayuno. Aún tendrás unas horas para disfrutar en la capital del país de la bota. Podrás volver a tu rincón favorito, hacer las últimas compras o acercarte hasta ese lugar que se te ha quedado en el tintero. Dos horas antes de la salida del vuelo nos trasladaremos al aeropuerto. ¡Feliz regreso a casa!