Día 7: Condado de Cork – Dublín. Camino de vuelta a la capital irlandesa.
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo.
Transporte
Autocar, minibús o van
Empezaremos este nuevo día, como siempre, desayunando en el hotel del Condado de Cork. A continuación, saldremos hacia Kilkenny, la capital del condado del mismo nombre. Kilkenny es una ciudad medieval con un fantástico castillo que fue edificado por los normandos en 1195. Tiene muchas iglesias y monasterios bien conservados, que acreditan sus raíces religiosas, como la imponente catedral de Saint Canice y el priorato dominicano de Black Abbey, ambos del siglo XIII. Kilkenny en una ciudad pequeña, de las más pequeñas de Irlanda. Se la llama Marble City, o “Ciudad del mármol”, debido al mármol negro que abunda por la zona y que fue el material usado para construir muchas casas. Esta bonita ciudad es un importante destino, no solo para quienes visitan Irlanda, sino para los mismos irlandeses.
Kilkenny, cuya historia se remonta a los últimos años del siglo XII está llena de vida, tanto de día como de noche. También es un pueblo artesanal, con sinuosas calles repletas de tiendas que venden cerámica, cuadros y joyas. Dispondremos de tiempo para conocer, por nuestra cuenta sus muchos lugares de interés: El castillo normando, cuya primera torre fue erigida, en este lugar, en 1172. Además de admirarlo por fuera y pasear por sus jardines, es interesante saber que en el sótano está la Butler Gallery, donde se pueden ver cantidad de obras y objetos irlandeses e internacionales; la Catedral de Saint Mary, consagrada al culto católico, es un paradigma de la arquitectura gótica irlandesa. Tendremos, también ocasión, en nuestro tiempo libre, de disfrutar paseando por las, siempre llenas de flores, calles de la ciudad.
Después de haber disfrutado con la visita a Kilkenny, regresaremos a Dublín. Allí comeremos y, por la tarde, tendremos ocasión de seguir conociendo la capital. Se nos brindarán dos opciones: hacerlo a nuestro antojo o, si queremos, tendremos oportunidad de contratar una visita a la fábrica de cerveza Guinness de St. James's Gate, conocida en todo el mundo, donde se elabora la cerveza hecha, en 1759, por Arthur Guinness. Esta fábrica la visitan millares de turistas, que tienen ocasión de conocer esta famosa bebida mediante una visita interactiva, que, al mismo tiempo, nos dará ocasión de repasar la historia del país. Para despedirnos, tomaremos una pinta en el famoso Gravity Bar. Sin embargo, si nos apetece más visitar la ciudad a nuestro ritmo, podremos hacerlo y conocer sus lugares más interesantes, fotografiar los puentes del río Liffey, irnos de compras para llevarnos algún recuerdo o visitar alguno de sus monumentos y museos, por ejemplo, el que nos habla de la inmigración de los irlandeses.
Terminado este agradable e interesante día, ya no nos quedará tiempo más que para registrarnos en el hotel, y acomodarnos en nuestras habitaciones para un merecido descanso.