Día 10: Oslo. Imprescindibles de Oslo
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo. Cena.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Panorámica de Oslo
Ayuntamiento de Oslo
Toca conocer los puntos más populares y significativos de Oslo. Por eso nos embarcaremos, después de desayunar, en una visita panorámica que nos llevará de tour por esta atractiva metrópoli. Conoceremos el Parque Frogner, el paraje público más grande de la ciudad alcanzando las 45 hectáreas. Sus dimensiones son tan colosales que en su interior descansa otra zona verde, llamada Parque de Vigeland, en la que hay una exposición permanente de unas 200 esculturas y obras de arte del noruego Gustav Vigeland.
Una de las calles más populares y transitadas de Oslo es la de Karl – Johans, bulevar principal de la ciudad que alcanza los 1,6 kilómetros, siendo sus puntos de partida la Estación Central de Oslo y el Palacio Real, ambos situados en extremos opuestos. Se trata de una de las partes más antiguas de la metrópoli y su nombre rinde homenaje al monarca Karl XIV Johans de Suecia.
Bordean la avenida asombrosos edificios históricos, como por ejemplo el majestuoso Parlamento, llamado Storting y que impacta por su espectacular estructura y color amarillento. Pero en ella también nos toparemos coquetos restaurantes en los que pararse a picar alguna delicia típica; bares en los que refrescar nuestros paladares y singulares boutiques de moda, desde las más Top hasta las más sencillas. En esta vía peatonal se entremezclan lugareños con residentes, tanto de día como de noche, siendo al caer la tarde una de las zonas de ocio nocturno más exclusivas de la ciudad.
Una de las calles adyacentes de Karl Johans conduce hasta el Ayuntamiento, inaugurado en el año 1950 y que destaca por su peculiar tono rojizo y sus dos torres. Es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad y sede del Premio Nobel de la Paz.
Continuaremos con la ruta por el Castillo Akershus, fortaleza ubicada junto al Fiordo de Oslo y construida en el año 1930 para que cumpliera con la función de castillo real, aunque actualmente el Gobierno lo utiliza para celebrar algunos actos. Pasear por sus jardines, reponer fuerzas en sus zonas de descanso y contemplar las vistas que se tienen desde este emplazamiento será una placentera experiencia.
Visitaremos también la Colina Holmenkollen, especializada en saltos de esquí y lugar en el que se desarrollan algunos deportes de invierno, siendo el Festival de Esquí de Holmenkollen el más popular desde el año 1892. Este enclave tiene una especie de anfiteatro que rodea la pista y en el que caben aproximadamente unos 70.000 espectadores.
Lo siguiente que haremos será disfrutar de un bien merecido almuerzo. Ya por la tarde, tendremos tiempo libre para seguir descubriendo Oslo a nuestro aire. No obstante, los viajeros también tendrán la oportunidad de apuntarse a una excursión opcional a la Península de Bygdoy, zona residencial que adquiera especial importancia durante el verano. En ella se pueden hacer grandes rutas de senderismo, pero también visitar algunos museos que nos acercarán a la historia de este territorio.
Entre los más afamados están el Museo del Farm, donde se exhibe el barco de exploración polar del siglo XX en el que hicieron sus expediciones los exploradores Amundsen, Nansen y Sverdrup; en el Museo Vikingo de Oslo podremos contemplar con nuestros propios ojos tres barcos vikingos en perfecto estado, de hecho, se dice que son los tres mejor conservados del mundo; y en Museo Folklórico Noruego podremos ver unas 155 casas tradicionales de todas las regiones del país y una exposición interior. ¿Quién se apunta a esta aventura?
Para rematar una jornada realmente inolvidable, regresaremos a nuestro hotel de Oslo y disfrutaremos de una suculenta cena antes de retirarnos a las habitaciones a descansar.