Día 3: Edfú - Esna - Luxor. Un viaje en el tiempo en los gloriosos templos de Luxor y Karnak
RÉGIMEN
Desayuno, comida y cena.
Transporte
Autocar, minibús o vanCrucero
Visitas
Templo del Dios Horus
Templo Karnak y Luxor
Amanece en tierras de Egipto. Hoy, nuestro crucero por el Nilo nos lleva hasta la ciudad de Edfu, situada en un amplio valle en la orilla occidental del río sagrado. La localidad es famosa por su templo dedicado a Horus, considerado el segundo santuario más grande del Antiguo Egipto, por detrás del templo de Karnak, y uno de los mejor conservados. Su construcción empezó en el siglo III a. C. Tanto los pilonos como las columnas, y toda la construcción en general, son imponentes.
De regreso al barco continuaremos río abajo hasta Luxor, que dista unos 90 kilómetros de Edfu. Antes de llegar a la que fue la capital del Imperio Nuevo bajo el nombre de Tebas, tenemos que salvar un desnivel del río a través de la esclusa de Esna. Esta obra de ingeniería permite elevar o bajar la embarcación 10 metros para poder seguir navegando por el río.
Una vez que lleguemos a Luxor visitaremos el conjunto de templos más impresionantes del Antiguo Egipto. La moderna ciudad de Luxor se levanta sobre las ruinas de Tebas, la capital del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto. Por ello, cuenta con los lugares más visitados por los turistas: los famosos Valle de los Reyes y Valle de las Reinas y los templos de Luxor y Karnak, todos ellos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la jornada de hoy vamos a admirar estas dos últimas construcciones, dedicadas a Amón, la principal divinidad de los antiguos egipcios, y a otros dioses. Del impresionante templo de Luxor quedan en pie numerosos vestigios como la avenida flanqueada de esfinges, dos enormes pilonos, dos estatuas sedentes de Ramsés II –el faraón que se encargó de construir el recinto exterior– y toda la parte interior, construida por Amenhotep III. El templo de Luxor, una de las construcciones más fascinantes y espectaculares de Egipto, estaba unido por una avenida de esfinges al templo de Karnak, del que dista 2 kilómetros. De este gigantesco santuario, el más grande de los que se conservan en Egipto, sorprende, sobre todo, la inmensa sala hipóstila, con sus 134 columnas papiriformes; el obelisco de la reina Hatshepsut, esculpido en granito rosa y de más de 28 metros de altura; y el lago sagrado de Amón, cuya función aún no está muy clara. El conjunto de los templos de Luxor y Karnak es el más importante de los que quedan en Egipto, un prodigio arqueológico y arquitectónico que nos dejará sin aliento.
Después de esta visita inolvidable regresaremos al barco para cenar y pasar la noche, ya que contamos con pensión completa a bordo.