Día 2: Asuán - Kom Ombo - Edfú. Entre la majestuosidad del agua y de la piedra.
RÉGIMEN
Desayuno, comida y cena.
Transporte
CruceroAutocar, minibús o van
Visitas
Alta presa de Asuán
Templos de Kom Ombo: Dioses Sobek y Haroeris
Obelisco inacabado
El sol se cuela por el ojo de nuestro camarote. La luz es distinta, mucho más cálida. A lo lejos divisamos el perfil de la ciudad de Asuán. Sí, estamos en Egipto, con la ilusión y los sentidos preparados para dejarnos inundar por la majestuosidad de un país único.
Hoy desayunaremos, almorzaremos y cenaremos a bordo. Un plan opcional es disfrutar de la excursión en bus a Abu Simbel para conocer los templos de Ramsés II.
Abu Simbel es uno de los lugares más majestuosos que vamos a encontrar en nuestro camino. De hecho, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 1979. Allí se levanta un conjunto arqueológico de templos entre los que destaca el Templo Mayor de Abu Simbel o Templo de Ramsés II, una construcción imponente esculpida en la roca durante veinte años.
Sus dimensiones impresionan: la fachada tiene 38 metros de ancho por unos 30 de alto y en ella se levantan cuatro estatuas de 22 metros de altura que representan a Ramsés II.
En Asuán vamos a descubrir dos lugares que nos impactarán. El primero de ellos es la Alta Presa, una de las más grandes del mundo, construida para contener las crecidas del río Nilo y evitar las inundaciones que asolaban la zona. Ahora esta obra maestra de la ingeniería permite utilizar la fuerza del agua para riego y electricidad y, de hecho, dota de energía a todo Egipto. Además, desde la Presa de Asuán se disfruta de unas vistas espléndidas de la ciudad y de los monumentos cercanos.
También vamos a visitar en Asuán el Obelisco Inacabado. Como su propio nombre indica, es una obra que no se llegó a concluir, porque se resquebrajó. Iba a ser la pareja del Obelisco laterano de Karnak, pero nunca llegó a salir de las canteras que surtían de piedra a los monumentos de todo Egipto, de donde se extrae una piedra única. Si se hubiera terminado, habría sido la pieza de piedra trabajada más grande de todo el mundo.
De vuelta al barco, proseguiremos nuestra navegación a Kom Ombo para conocer el templo de los dioses Sobek y Haroeris. Se trata de una construcción con diseño doble, para honrar a las dos divinidades: Sobek, dios de la fertilidad y creador del mundo, y Haroeris, “Horus el viejo”. Quienes piensen que las momias solo son de faraones, se equivocan: en este templo podremos descubrir momias de cocodrilo descubiertas en la zona, que se exponen en el Museo del Cocodrilo.
Después seguiremos navegando hasta Edfú, donde atracaremos para cenar y pasar la noche.