Una experiencia única en Costa Rica
Despierta en Llano Bonito de Naranjo, donde los primeros rayos del sol se mezclan con el aroma embriagador del café. Cada rincón de este lugar es una invitación a vivir la pasión por el café, símbolo de la hospitalidad de Costa Rica. En Boca Tapada, la naturaleza te envuelve en su abrazo más sincero. Los monos aulladores marcan el compás del día y el río, con sus aguas de espejo, te invita a dejar atrás la cotidianidad. Aquí, cada aliento es un lazo más fuerte con la madre tierra. El Río Celeste te deslumbra con su coloración única, un espectáculo de la naturaleza que te hace cuestionar la realidad. Recorrerás sus senderos, descubriendo en cada paso un secreto más del paraíso. La majestuosidad del Volcán Arenal se recorta contra el cielo, un gigante dormido que custodia el paisaje. Sus aguas termales son el santuario perfecto para recuperarte de la aventura, bajo un manto de estrellas. Y al final, las playas de Manuel Antonio te esperan con su suave arena y el cálido abrazo del océano. Entre palmeras que danzan al viento, hallarás la armonía perfecta de emociones, concluyendo tu viaje en la esencia de la pura vida.