Viaje a Bélgica: Circuito Lo mejor de Flandes Semana Santa

Día 1: España – Bruselas. Rumbo a Bruselas

Ya ha llegado el gran día y nos dirigiremos al aeropuerto (recomendable llegar con dos horas de antelación para realizar con calma los trámites de embarque). En menos de dos horas y media, ya estaremos en Bruselas, donde nos esperarán para conducirnos hasta nuestro hotel en la ciudad.

Una vez registrados y con el equipaje en la habitación, podremos disfrutar de unas horas de tiempo libre por cualquiera de los atractivos rincones de la capital belga. Por ejemplo, podemos dar una vuelta por la popular Grand Place (Grote Markt) al atardecer, todo un espectáculo urbano, aún más cuando la podemos disfrutar iluminada mientras paseamos por su gran superficie. Será una buena toma de contacto, antes de llegar al hotel para cenar y descansar en nuestra habitación, con la ilusión de conocer varios destinos que no olvidaremos.

Día 2: Bruselas – Gante – Bruselas. Un gran día en Bruselas, Brujas y Gante

Apuraremos a fondo nuestro sabroso desayuno en el hotel para estar listos ante una visita panorámica del centro y demás lugares destacados de Bruselas. La Grand Place, como centro de la ciudad, será el primer destino: reconocida en 1998 como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es uno de los conjuntos arquitectónicos más destacados de toda Europa, con enclaves como la Casa del Rey, construida en 1536 y sede durante siglos de la familia real antes de convertirse en Museo de la Ciudad, testimonio de todo lo vivido por estas latitudes. De ahí, pasaremos, a través del adoquinado pavimento de la plaza por las distintas casas gremiales, herencia de épocas medievales; por la casa en la que vivió el escritor francés Víctor Hugo o el espectacular Palacio de los Duques de Brabante. Y destaca, imponente, el Hotel de Ville, el Ayuntamiento, uno de los más excepcionales del mundo por su arquitectura gótica, en el que destaca su enorme torre de 96 metros de altura.

El siguiente destino de esta excepcional ruta panorámica será el Barrio de Sablon, otro de los destinos más concurridos y apreciados de Bruselas (la zona más ‘chic’), repleto de calles por encanto marcadas por la Historia. Otra de las visitas de la mañana, el Palacio de Justicia, muy cerca de la Grand Place, con la visita al tan célebre como pintoresco Manneken Pis, un emblema de la ciudad desde 1388. Y de ahí, daremos un salto adelante en el tiempo hasta llegar al icónico Atomium (102 metros de alto), símbolo de la Exposición Universal de Bruselas de 1958.

La siguiente etapa será en Brujas que, en realidad, es el destino más visitado de toda Bélgica gracias a la combinación de la excelencia en la conservación de sus edificios de origen medieval y las coloridas casas situadas junto a los canales, con un centro histórico reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Dispondremos de unas horas libres que podremos comenzar por la Plaza Mayor. También destaca la Torre Belfort, un campanario de 83 metros de altura; así como el Lago del Amor, situado en el Parque Minnewater, el ‘pulmón’ de la ciudad. Muy cerca se encuentra el Begijnhof, otro de los ejemplos de herencia medieval, actual convento de monjas benedictinas. La Catedral de San Salvador y la Basílica de la Santa Sangre, son otras de las paradas obligatorias.

Después de almorzar en Brujas, nos dirigiremos hasta Gante, donde podremos seguir la huella de la rica herencia arquitectónica belga gracias a unas horas de tiempo libre. Entre sus enclaves más populares destaca el Castillo de los Condes de Flandes, la Catedral de San Bavón, en la plaza Sint-Baafsplein, que contiene en su interior la obra pintada por el flamenco Jan Van Eyck, ‘La Adoración del Cordero Místico’. Gante también tiene su campanario, su ‘belfort’, en este caso con 91 metros de altura, en un edificio construido en el siglo XIV: si en Brujas las vistas eran excepcionales, aquí no lo serán menos. Nuestro recorrido aún nos permitirá contemplar varios puntos de interés de esta bella ciudad, como su excepcional edificio del Ayuntamiento, la Iglesia de San Nicolás, el Puente de San Miguel (uno de los más románticos de Europa); el Muelle de las Hierbas (donde se encuentran la Casa Gremial de los Navegantes Libres, la Casa del Impuesto o el Almacén de Grano)… Mucho que ver y disfrutar.

Se puede contratar una visita guiada opcional, tanto a Brujas como a Gante. Al final de la jornada, regresaremos a nuestro hotel de Bruselas para cenar y descansar.

Día 3: Bruselas – Amberes – Malinas – Bruselas. Un día en Amberes y Malinas, con base en Bruselas

Hoy será el día en que conoceremos otras dos de las ciudades más destacadas de Bélgica, una buena muestra de todo lo que puede ofrecer la región de Flandes: Amberes y Malinas. En el caso de Amberes, situada a 100 kilómetros al este de Brujas, ofrece todo tipo de atractivos, que podremos contemplar gracias a una visita panorámica al que fuera uno de los centros mundiales de comercio de diamantes. El recorrido comenzará por el Ayuntamiento, en plena Plaza Mayor, un ‘hotel de ville’ reconocido, entre otros motivos, por tener su fachada principal repleta de banderas (hasta 87) y por constituir una combinación de estilos arquitectónicos, tanto flamencos como renacentistas. Y por ser uno de los monumentos declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la ciudad, en este caso en 1999. Otro enclave reconocido por esta institución es la Catedral Nuestra Señora de Amberes, que también visitaremos: es el templo gótico más grande de Bélgica, con un excepcional campanario de más 120 metros de altura.

Después de conocer, y de disfrutar, Amberes, llegaremos a la cercana Malinas (a menos de 25 kilómetros), la que fuera capital de los Países Bajos, en la época de los duques de Borgoña. También disfrutaremos de una visita panorámica en el que aprovecharemos a fondo el tiempo en los lugares más destacados de este núcleo urbano, como la Plaza Mayor, en línea con las plazas de este tipo que nos han sorprendido gratamente durante este viaje por Flandes. El Ayuntamiento y la Catedral de San Romualdo (con la Torre de San Rumoldo, de 97 metros, y ‘La Crucifixión’, de Van Dyck) serán dos de los puntos a visitar en este recorrido por la ciudad.

Después de estas dos interesantes visitas, volveremos a Bruselas para disponer de una tarde de tiempo libre. Podremos seguir descubriendo rincones de la capital belga, degustar una cerveza en cualquiera de sus plazas, pasear por sus calles… será una buena forma de despedirnos de la ciudad antes de nuestro regreso a casa. También se ofrece la opción de realizar una excursión opcional a Lovaina (a solo 30 kilómetros), la ciudad en la que impartió clases Erasmo de Rotterdam, en una universidad, fundada en 1425, una de las más antiguas de todo el continente. Como en las otras, destaca el conjunto arquitectónico y el marcado sabe popular de su ‘Grote Markt’, la Plaza Mayor, con un excepcional ayuntamiento de estilo flamenco construido en el siglo XV. En el caso de la Iglesia de San Pedro, destaca por ser un ejemplo de construcción del gótico brabantino, mientras que el Beaterio o el Gran Beguinaje, además de ser uno de los enclaves más representativos de Lovaina, cuenta con la categoría de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1998. Sin duda, esta excursión opcional merece mucho la pena.

Otro gran día en Bélgica que terminaremos en nuestro hotel de Bruselas para cenar: llega la hora de preparar nuestro equipaje, en el que se incluirán decenas de sensaciones y experiencias disfrutadas en tierras de Flandes.

Día 4: Bruselas – España. Regreso a España: Bruselas en el recuerdo

Este excepcional viaje llega a su fin. Habremos disfrutado de unas placenteras jornadas de trayecto por Flandes, una de las regiones más bellas de Europa, en las que habremos paseado por sus adoquinadas plazas, callejeado por todo tipo de rincones, saboreado su gastronomía, etc.

Y en este último día, tendremos tiempo libre para despedirnos de Bruselas antes de que nos trasladen al aeropuerto y volver a nuestra casa. Al menos… ¡ya queda menos para el próximo viaje!