Día 2: Bruselas. Conociendo los puntos clave de la capital belga.
RÉGIMEN
Desayuno y almuerzo.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Panorámica de Bruselas
Nuestra jornada de hoy está llena de actividades interesantes, así que lo mejor será que desayunemos bien en el hotel para llenarnos de energía. Después, saldremos a la calle y nos dedicaremos a visitar los lugares más importantes de la ciudad en un tour panorámico. Vamos a visitar la Grand Place, el alma de Bruselas y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998. La belleza de su arquitectura la convierte en la plaza más bella de Bélgica y una de las más hermosas de Europa. A su alrededor encontramos la Casa del Rey, que fue la residencia real desde 1536, año de su construcción. Sufrió una remodelación en 1873 y, después, se convirtió en la sede del Museo de la Ciudad. También encontramos las Casas de los Gremios, la residencia de Victor Hugo durante el siglo XIX y el Palacio de los Duques de Brabante. Pero, sobre todos ellos, destaca imponente el Ayuntamiento o, como también es denominado, el Hotel de Ville. Se trata de una verdadera joya del estilo gótico. Erigido entre 1402 y 1455, en su conjunto destaca la alta torre de 96 metros de altura coronada por la estatua del Arcángel San Miguel derrotando al Diablo. Esta divinidad es, además, el patrón de la ciudad.
Además de la Grand Place, recorreremos el Barrio de Sablon. Se trata de un animado conjunto de calles lleno de tiendas exclusivas y bonitos edificios como la Iglesia de Notre Dame du Sablon, que data del siglo XV, o el Palacio de Justicia, un gigantesco edificio edificado a finales del siglo XIX. Sus proporciones son impresionantes: 100 metros de altura y una superficie de 26.000 metros cuadrados. No es de extrañar que en el momento de su construcción se convirtiera automáticamente en el edificio más grande del mundo. Otras visitas imprescindibles en Bruselas son el Manneken Pis y, por supuesto, el Atomium, los principales emblemas de la ciudad. Eso sí, seguro que a alguno le sorprenden las proporciones del primero: mide apenas medio metro. Fue instalado junto a la Grand Place en 1388 y ha sufrido innumerables intentos de robo. Finalmente, alguien lo consiguió y nunca se ha recuperado, así que la figura que se puede ver en la actualidad data de 1619. Mientras, el Atomium, que representa un gigantesco átomo de hierro de 102 metros de altura, fue construido para la Exposición Universal que tuvo lugar en la ciudad en 1958.
Tras estas visitas haremos un ‘break’ para tomar el almuerzo y, también, pensar qué hacer por la tarde. Hay dos opciones: quedarnos en la capital para disfrutar de ella como más nos apetezca o visitar la bonita ciudad de Lovaina, donde fue profesor el mismísimo Erasmo de Rotterdam. Esta segunda opción está diseñada para recorrer la localidad de forma libre. Podremos conocer la Plaza Mayor –también denominada Grote Markt-, rodeada de edificios entre los que destacan el Ayuntamiento, una preciosa construcción del siglo XV de estilo flamenco; o la Iglesia de San Pedro, de estilo gótico brabanzón. Además, visitaremos el Beaterio o Gran Beguinaje de Lovaina, un conjunto de calles declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998; así como la Iglesia de San Miguel, el Salón de los Tejidos o el Colegio Van Dale.
Elijamos lo que elijamos, al final de la jornada volveremos al hotel de Bruselas para poder descansar en nuestra habitación.