Día 1: España – Praga. La capital checa nos espera.
¡Ponemos rumbo al centro de Europa! Es importante que recordemos llegar con suficiente antelación al aeropuerto, con 2 horas será suficiente, para evitar imprevistos de última hora. Para templar los nervios y la ilusión, antes de salir de casa, revisaremos que llevamos la documentación necesaria a mano y nos aseguraremos de que hemos metido en la maleta todo lo que necesitamos.
Una vez en el aeropuerto, facturemos el equipaje, pasaremos los controles de seguridad y el control de pasaportes, encontraremos la puerta de embarque correcta de nuestro vuelo regular rumbo a la República Checa, nuestro primer destino, y así embarcaremos con calma.
En pocas horas estaremos en Praga, capital del país y una de las ciudades más impresionantes de todo el antiguo continente. En el aeropuerto, nos recogerán para llevarnos directamente al hotel donde haremos el check in y disfrutaremos del resto de día libre hasta la hora de cenar. Podremos hacer una primera toma de contacto con la bella Praga por nuestra cuenta: pasear por sus bohemias calles y deleitarnos con su gran inspiración artística y su tradición musical. A la vuelta nos reuniremos con nuestro guía y después disfrutaremos de una agradable cena el hotel en que hayamos decidido alojarnos.