El anfiteatro del Djem es el cuarto más grande del mundo y, a su vez, el más grande y bien conservado de África. Se encuentra ubicado en un pequeño pueblo con el mismo nombre, del que se dice que se construyó con piedras y mármoles sacados del propio anfiteatro.
Fue edificado en el siglo III d. C. y se le atribuye el mismo uso que a los demás anfiteatros de la época: combates de gladiadores, carreras y exhibiciones de fieras, entre otros. Se estima una capacidad para 30.000 personas, la mayoría sentadas en sus gradas que se sostenían por columnas. Aunque hoy en día vemos solamente la parte que concierne a este maravilloso coliseo, está documentada la existencia de toda una ciudad que seguía el trazado urbano típico de la época. El importante Festival Internacional de Música Sinfónica se celebra puntual en este emplazamiento los meses de verano. Si tenemos la suerte de estar en el anfiteatro durante estas marcadas fechas nos encantará ser testigos de la magia de uno de los maravillosos y mágicos conciertos. Como curiosidad mencionar que el film Gladiator contiene algunas de sus míticas escenas grabadas en el coliseo de El Djem, al cual podemos atribuir, definitivamente, un encanto de película.
