La ciudad de Venecia posee una magia especial. Ciudad insólita edificada sobre una laguna e infinidad de islas, atrapa al turista con sus calles laberínticas, sus canales de ensueño, sus puentes y edificios señoriales... Venecia es mucha Venecia, un lugar único en el mundo repleto de arte y rincones románticos.

Son muchas las maneras de conocer Venecia, a pie, en góndola o utilizado los famosos “vaporetti”. El resultado es siempre el mismo: la conmoción del turista al contemplar esta perla única, esta joya que Lord Byron calificó como “la ciudad encantada del corazón”. En Venecia ha florecido la pintura junto con el cristal de Murano. También son dignos de mención sus bares (“bacari”), donde podrás reponer fuerzas y degustar el popular “Spritz”, un aperitivo local típico.

Entre los iconos de esta ciudad eterna se encuentra la famosa plaza de San Marcos, situada en el corazón de Venecia. Desde esta plaza se abre el Gran Canal. Aquí podrás visitar su conocida Basílica, síntesis de estilos bizantino y occidental, con su planta de cruz griega y sus bellas cúpulas sobrevoladas por palomas. También puedes dirigirte al Campanile, desde donde podrás admirar panorámicas únicas de la ciudad. En la plaza de San Marcos se sitúa el suntuoso palacio Ducal, símbolo de la fama y el poder de esta ciudad. Su fachada posee un especial encanto. Los puentes son otro de los símbolos de esta ciudad acuática. Una de las experiencias más recomendables es navegar en vaporetto o a bordo de una mítica góndola por el Gran Canal, atravesando puentes tan célebres como el “puente de los Suspiros”y el puente de Rialto, mientras contemplas los edificios señoriales que se sitúan a ambas orillas.

Para los amantes de la pintura, la Gallerie dell’ Accademia es de visita obligada, ya que alberga una importante colección de pintura veneciana de los siglos XIV al XVIII. A poca distancia de la Academia, se encuentra la impresionante basílica de Santa María de la Salute, que emerge de las aguas perfilando sus cúpulas magníficas. Por último, no dejes de visitar las islas de Torcello, con su magnífica basílica de Santa Maria Assunta; la de Murano, que alberga en su interior el Museo del Vetro; o la de Burano, con sus pintorescas casas de colores. Y no te pierdas los encantos de la Venecia nocturna dándote un paseo en góndola o disfrutando de una agradable cena alumbrada por la luz de unas velas.