Lo que se aprecia hoy en día al viajar a Túnez es el paso de diferentes civilizaciones por su territorio. Comprender la importancia histórica que se ha dado en este lugar será acercarnos a sus gentes y empatizar con los locales.
El día a día de los tunecinos queda marcado por su cultura musulmana. El Islam es más que una religión, es una forma de vida, y en Túnez, aún siendo uno de los países más permisivos y tolerantes, siguen los dogmas Islamistas. Desde que empezó la apertura del país al mundo y los turistas y viajeros empezaron a llegar, los aires de cambio entraron a esta tierra, que hoy permite a los foráneos beber alcohol en algunas zonas y restaurantes, vestir con poca ropa en los complejos turísticos y las mujeres gozan de un mínimo de libertad. Por respeto a su cultura y sus creencias, sí que piden que al entrar a los templos se cumplan los criterios de vestimenta y calzado establecidos por el Islam.