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El legado cultural

Una amalgama de cualidades

Lo que se aprecia hoy en día al viajar a Túnez es el paso de diferentes civilizaciones por su territorio. Comprender la importancia histórica que se ha dado en este lugar será acercarnos a sus gentes y empatizar con los locales.

El día a día de los tunecinos queda marcado por su cultura musulmana. El Islam es más que una religión, es una forma de vida, y en Túnez, aún siendo uno de los países más permisivos y tolerantes, siguen los dogmas Islamistas. Desde que empezó la apertura del país al mundo y los turistas y viajeros empezaron a llegar, los aires de cambio entraron a esta tierra, que hoy permite a los foráneos beber alcohol en algunas zonas y restaurantes, vestir con poca ropa en los complejos turísticos y las mujeres gozan de un mínimo de libertad. Por respeto a su cultura y sus creencias, sí que piden que al entrar a los templos se cumplan los criterios de vestimenta y calzado establecidos por el Islam.

Facetas culturales

Conoce el comercio (+info)

Túnez tiene una gran tradición comercial debido a su situación estratégica de paso. Muchas de las rutas que conectaban el centro de África o el medio oriente con el mediterráneo pasaban por el país.
Las poblaciones aprovechan los materiales de su zona y los aúnan con sus tradiciones para perpetrar una cultura de la artesanía con el valor añadido que le da la manufacturación local. La industrialización no se ha implantado aún en el país, por lo que la mayoría de los objetos son made in Túnez. ¡Sólo hay que buscarlos en el sitio adecuado!

Ramadán

Su calendario tiene una marcada fecha que no pasa desapercibida en ninguno de los territorios tunecinos: el ramadán. El día de inicio no es fijo ya que se calcula con el calendario lunar. Suele durar un mes y en estos días buena parte del país se paraliza. Algunos de los comercios cierran y sus dueños, al igual que el resto de habitantes de Túnez, dedican sus días y sus noches a alabar su fe. Durante este periodo, los musulmanes tienen prohibido comer, beber y fumar hasta que cae el sol. Por la noche, en muchos hogares se crea un ambiente festivo y se reúne gran parte de la familia para comer en comunidad.

La lengua

El dominio francés dejó el rastro europeo en Túnez. Algunas ciudades se modernizaron de la mano de los franceses. Pero lo que sembraron con más ahínco es la lengua francesa. La mayoría de su población es bilingüe y habla los dos idiomas mayoritarios, el francés y el árabe, con todos los dialectos tunecinos. Algunos pueblos semibereberes del sud del país, en el desierto del Sahara, usan el chelha.

Un país de festivales

Ya un poco más alejados de la religión, el país también celebra un gran número de festivales tanto regionales como internacionales. Son muchos y muy significativos en las diferentes poblaciones del país. Algunos de ellos perpetran tradiciones antiguas y se siguen manteniendo igual que en los pasados años como el Festival del Oasis de Tozeur, donde el viajero que esté presente en esas fechas podrá observar grandes desfiles de carrozas y, también, peleas de camellos. Uno de los que ha cogido mayor fama mundial es el Festival Internacional de Cine, que se celebra cada dos años.