Seguro que esta experiencia será una de esas que recordaremos toda la vida. No solo por la belleza que desprenden estos fabulosos rincones, sino también por la historia que los envuelve y las sensaciones que nos transmitirán al contemplarlos con nuestros propios ojos.
De hecho, se dice que estos enclaves son más antiguos que las pirámides egipcias y se considera que son las construcciones de estas características más antiguas del mundo. Si bien todavía no se sabe con exactitud el uso que tuvieron estos templos, nosotros tendremos la posibilidad de darle rienda suelta a nuestra creatividad e imaginarnos cómo debía ser el día a día de sus antiguos pobladores. ¿Qué religión practicaban? ¿Cómo vivían? El misterio envuelve cada una de los muros de estas construcciones, aunque las teorías barajan la posibilidad de que fueran recintos destinados a usos místicos y que se llegaron a sacrificar animales para realizar rituales. No obstante, otras suposiciones manifiestan que se alzaron para rendir homenaje a la diosa de la fertilidad. ¿Vosotros que creéis? Otro de los enigmas que envuelve a los templos megalíticos es que la civilización que los edificó desapareció de forma abrupta y no se sabe nada de su existencia. Un hecho que incrementa la intriga de estos enclaves tan llenos de historia, de belleza y de espiritualidad. Por eso, no es de extrañar que la mayoría de ellos formen parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.