Santiago es la capital administrativa del país y en ella se encuentran las sedes gubernamentales más importantes de Chile. A excepción del Congreso Nacional y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que están en la vecina Valparaíso. Desde su fundación en el siglo XVI, por el conquistador Pedro de Valdivia, Santiago ha ido ganando importancia hasta convertirse en la segunda ciudad más competitiva de América Latina, justo por detrás de Sao Paulo.

Conocida por todos los locales y visitantes como la urbe más europea del país, Santiago está formada por barrios diferentes entre sí que le dan un destacado carácter de unicidad. A los pies de los majestuosos Andes y a orillas del río Mapocho los habitantes siguen su ajetreado día a día como en cualquier ciudad occidental. Pero los visitantes no quieren perderse los puntos más auténticos de la metrópoli, aquellos lugares singulares que solamente podemos conocer una vez en la capital chilena. ¿Preparados? De gran importancia para la ciudad son los cerros de Santa Lucía y de San Cristóbal, no solamente porque le dan un aire más verde a la localidad, con senderos y lugares para descansar, sino también por las vistas que se consiguen desde sus espectaculares miradores. En el cerro de Santa Lucía se emplazan reliquias históricas como el Castillo Hidalgo.

El Palacio de la Moneda es otro de los enclaves a destacar de Santiago. El edificio impresiona tanto por su belleza como por su historia. Los golpistas de Pinochet se encargaron de acorralar aquí al presidente Salvador Allende hasta que este se quitó la vida. La sede del Presidente de la República, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública y la Secretaria del Gobierno se encuentran en el interior de la construcción, llamada, también, La Moneda. Para conocer más edificios emblemáticos debemos poner rumbo a la Plaza de las Armas. La Catedral Metropolitana, el Museo Histórico Nacional, la Municipalidad de Santiago y el Correo crean el entorno ideal para conseguir que este punto sea uno de los más transitados de la ciudad. Una gran figura chilena de todos los tiempos fue el poeta Pablo Neruda. La Chascona, la casa que se construyó el prolífero autor, puede visitarse en el barrio más bohemio de la ciudad: Bellavista, que también merece un detallado paseo por todos sus rincones. Una vez estamos completamente inmersos en la vida callejera más auténtica de Santiago, no debemos perder la ocasión de conocer su Mercado Central. Aquí conoceremos de primera mano las rutinas y costumbres de los locales, y tendremos la oportunidad de comprar las mejores frutas y probar los platos típicos de la ciudad y, por ende, del país.