En la costa del archipiélago abundan los acantilados, que se zambullen imponentes hasta el fondo del mar.
No obstante, a lo largo de todo el litoral nos toparemos con playas rocosas, unas más abiertas que otras, y algunas que parecen formar una especie de piscina natural que invita a pequeños y a mayores a sumergirse en sus aguas. Además de las playas de roca, los kilómetros de costa tanto de Malta como de Gozo ofrecen recónditas calas de arena en las que tumbarse y disfrutar de una apacible puesta de sol que tiñe el cielo de colores y que contrasta con el azul turquesa del Mediterráneo. La variedad de playas que ofrece este país es increíble. Por eso, en verano son muchos los turistas deseosos de sol y playa que se acercan hasta este territorio para disfrutar de un buen chapuzón o para practicar deportes acuáticos. Destacan el windsurf, el snorkel y el buceo. Para poder llevar a cabo esta práctica, hay empresas situadas al lado de la playa que proporcionan el material necesario.