Antigua potencia de ultramar, la famosa ciudad de Pisa es un auténtico icono de Italia y ofrece al viajero importantes monumentos como la famosa Torre inclinada situada en la célebre piazza dei Miracoli. La ciudad toscana enamora al viajero por su animado ambiente, relajado estilo de vida y el bello estilo románico pisano, único en el mundo.
Si viajas a Pisa encontrarás lugares tan impactantes como la monumental piazza dei Miracoli también conocida como el Campo de los Milagros. En torno a este recinto se encuentran cuatro edificios que conforman unos de los conjuntos arquitectónicos más bellos del mundo.
Uno de ellos es su espléndida Catedral, que te sorprenderá por su increíble fachada, fruto del mestizaje artístico que sorprende por su contundente armonía. Buscheto comenzó a edificar esta magnífica catedral en el siglo XI. En su interior, podrás contemplar un bello púlpito, obra de Giovanni Pisano. Otra de las citas imprescindibles te llevará a conocer la famosa Torre inclinada, edificada en mármol y que descuella a 58 metros de altitud, es de un purísimo estilo románico. La torre-campanario empezó a inclinarse desde el siglo XII a consecuencia del terreno pantanoso en el que estaba edificada. El paso del tiempo ha dado forma a este emblemático edificio, haciéndose famoso en todo el mundo por su inclinación, no sin haber quebrado antes la cabeza a innumerables ingenieros que han intentado enderezarla.
Otro edificio de obligada visita es el Baptisterio, cuya construcción comenzó a mediados del siglo XII. Está edificado siguiendo los estilos románico-pisano y gótico. El resultado es un edificio de espectacular belleza. No dejes de admirar la pila bautismal y el admirable púlpito que se encuentran en el interior. Nuestra visita termina descubriendo el Camposanto, cementerio que data del siglo XIII y que alberga importantes obras artísticas. Si dispones de tiempo, te recomendamos que visites el Museo dell’Opera del Duomo, ubicado en la catedral. Aquí se exponen una importante colección de esculturas que datan de los siglos XI al XVI, objetos de plata y marfil, así como manuscritos bellamente iluminados.