La sociedad tunecina está arraigada a esta tierra desde antes que llegara el apogeo máximo del Imperio Romano. Y aunque han pasado varias civilizaciones por estos terrenos, lejos de sucumbir, los tunecinos han ido creando más raíces para crecer hasta ser la sociedad que es hoy en día.
Los inicios fundacionales de esta civilización pueden apreciarse en las ruinas de Cartago. Esta importante ciudad originada en el siglo XI antes de Cristo ha ido conservándose hasta dejarnos hoy en día importantes vestigios de lo que fue. Buena parte de ello se conserva en museos donde ha sido restaurada para que no se borre su historia, pero otra parte importante se encuentra en la cuidad actual de Cartago, donde pueden visitarse los yacimientos más significativos de este país. Por eso en el año 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los restos que podemos observar hoy en día pertenecen, mayoritariamente, a la Cartago romana, ya que la anterior ciudad fue completamente devastada por el Imperio Romano, que más tarde la alzaría de nuevo para ser la ciudad más esplendorosa tras la misma Roma. Ubicados en un montículo y en su altiplano en frente del Golfo de Túnez, en el mar Mediterráneo, podemos observar el anfiteatro romano o el santuario Tofet, pero las más características ruinas son las de las termas de Antonino. Son unas de las mayores termas que se han construido jamás en África y las únicas que conservan aun algunos restos que pueden ser visitados. Esta visita nos permitirá imaginar el gran esplendor que vivió Cartago en aquellos tiempos.
