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Niza

La capital de la costa Azul

En la Niza Vieja encontraremos el contraste de las estrechas callejuelas con casas de colores que a su vez están intercaladas con iglesias y edificios de estilo barroco. Esta parte es conocida por su mercado ubicado en pleno corazón de la ciudad, en el Cours Saleya. Fruta, verdura, flores y productos locales… Vale la pena perderse por este lugar envuelto por un gran número de restaurantes, cafés y pubs que se va animando con el paso de las horas.

Para los amantes de la cultura son de obligada visita el museo Matisse y el museo nacional Marc Chagall, aunque también se puede ampliar el abanico admirando el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, el museo Internacional de Arte Naif o el Museo Arqueológico de Niza-Cimiez. Y entre tanto arte también hay arquitectura: la del palacio de Prefactura, el Palacio de Justicia o la mismísima ópera son puntos de gran interés en este aspecto.

Para descansar, en Niza abundan los parques o jardines como el de Alberto I, el espacio Masséna o el parque floral Phoenix, con uno de los mayores invernaderos del mundo. Cualquier mes del año es bueno para conocer esta pequeña joya del mediterráneo francés. Sin embargo, hay dos fechas clave en el calendario. Por un lado, el mes de febrero esta metrópoli se viste de colores gracias a su famoso carnaval y a la batalla de las flores. Por otro, en julio se celebra el Niza Jazz Festival, un acontecimiento internacional que reúne a grandes nombres del jazz en los jardines de Cimiez. La capital de la Riviera francesa, entre el mar y las montañas, es una ciudad que aprovecha el encanto de su diferencia y ofrece una amplia gama de actividades. Sus jardines, los pequeños hoteles con encanto, las fachadas de palacios o tiendas de moda de reputadas marcas francesas, su artesanía y museos o sus excelentes vinos lo convierten en un destino imprescindible de Francia.