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En busca del legado de Jesús

Tras los pasos del Mesías

El Santo Sepulcro, el Monte de los Olivos, la Vía Dolorosa o la ciudad de Belén, en territorio palestino, son algunos de los lugares sagrados para el Cristianismo que se pueden visitar durante un viaje a Israel y que fueron escenario de episodios clave en la vida de Jesús de Nazaret.

La ciudad de Jerusalén, amada por unos y odiada por otros, no deja indiferente a nadie. Jerusalén, una ciudad de piedras milenarias que rezuman una agitada historia y que ha sido escenario de cantidad de conflictos a lo largo de su larga historia y por la que han pasado reyes y emperadores, tiene un carácter sagrado para los fieles de religiones como el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo. La sola mención de la palabra Jerusalén evoca emoción y espiritualidad. Mencionada hasta 881 veces en la Biblia, se mire hacia donde se mire, la religión está omnipresente en esta ciudad sagrada para las tres confesiones monoteístas mayoritarias. En ella se encuentran los lugares más importantes en cuanto al vínculo que guardan con su respectiva fe. Para los cristianos, Jerusalén guarda relación con hechos tan significativos como la crucifixión, la muerte y la resurrección de Jesús, sin duda uno de los hombres que más profundamente ha influido en la historia de la Humanidad. Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea. Unos días antes de Pascua, en torno al año 30, Jesús se dirigió a Jerusalén, donde fue aclamado por la multitud, expulsó a los mercaderes del Templo y celebró una última cena para despedirse de sus discípulos; luego fue apresado mientras rezaba en el Monte de los Olivos y conducido a presencia del gobernador Poncio Pilato que le condenó a ser crucificado. Su prestigio en vida, se transformó tras su muerte dando lugar a una nueva religión, que se extendió por buena parte del mundo occidental, a través de la evangelización llevada adelante por la Iglesia Católica. En la actualidad, podemos encontrar por todo Israel, aunque especialmente en Jerusalén, cientos de lugares relacionados con la vida y obra de Jesús de Nazaret.

Algunos lugares esenciales en la vida de Jesús

Belén

Belén, con 3.400 años de antigüedad, es una pequeña ciudad a solo 10 km al sur de Jerusalén con una fortísima carga religiosa. Belén es la cuna del cristianismo, el lugar donde nació Jesús y la capital mundial de la Navidad, lo que la convierte en una ciudad cargada de simbolismo. Belén tiene un porcentaje mayoritario de población musulmana (más del 60%), pero es una ciudad de convivencia, tranquila y acogedora que vive en gran parte del turismo religioso.

Monte de los Olivos

Considerado uno de los lugares más sagrados de Tierra Santa, se encuentra al norte del Monte Sión y, según la Biblia, era el lugar donde Jesús se retiraba a rezar y donde fue arrestado. En este lugar se encuentran las iglesias de Getsemaní, Pater Noster y Dominus Flevit. Según la tradición, el monte de los Olivos es el lugar desde el que Dios comenzará a redimir a los muertos al final de los tiempos. Por esta razón, desde los tiempos bíblicos hasta hoy, el monte se ha usado como cementerio para los judíos de Jerusalén.

Vía Dolorosa

Según la tradición cristiana, esta vía fue la que Jesús recorrió con la cruz a cuestas desde el patio de la prisión donde fue azotado, hoy Iglesia de la Flagelación, hasta el Monte Gólgota, (Calvario), donde fue crucificado. Se trata de una estrecha calle del centro de la ciudadela de Jerusalén que hoy, como en época romana, sigue siendo de piedra, con la única diferencia de que en ambos lados hay pequeños negocios que recuerdan un poco a los típicos zocos de las ciudades árabes.

Santo Sepulcro

Si hay un lugar sagrado en el mundo para los cristianos, es, sin duda, el Santuario del Santo Sepulcro en Jerusalén, un templo con categoría de basílica que, con independencia de las creencias de cada uno, es uno de los lugares imprescindibles para visitar en la Ciudad Vieja de Jerusalén. El Santo Sepulcro, llamado también basílica de la Resurrección, está construido sobre el montículo donde la tradición señala que Cristo fue crucificado (Gólgota en arameo y Calvario en latín), y en sus entrañas guarda la propia tumba de Jesús.