La herencia colonial de Malasia tiene uno de sus exponentes en la ciudad de Malaca. Situada tan solo a unos 150 kilómetros al sur de Kuala Lumpur o a dos horas en autobús, es una de las excursiones más populares para los visitantes de la capital del país. Su pasado histórico y su situación estratégica que la convirtieron en uno de los puertos más importantes del sudeste asiático, Malaca ofrece un mestizaje cultural que sorprenderá al visitante.
La ciudad puede visitarse en un día y un recorrido a pie por sus calles agradables, dejándose contagiar por la calma y la tranquilidad de los malayos es toda una experiencia que debe vivirse. Cualquier ruta por Malaca empieza por Dutch Square o la Plaza Holandesa. Se trata del centro neurálgico de la ciudad donde se encuentra la Christ Church, la iglesia protestante más antigua de Malasia, y el Ayuntamiento de herencia holandesa que hoy acoge los Museos de Historia y Etnografía; y la Torre del Reloj, del pasado británico. Son tres edificios pintados en color rojo granate y una de las postales más fotografiadas de la ciudad. Desde esta plaza se pueden alquilar los famosos rickshaw o carritos a pedales que en este caso sorprenderán al visitante por su decoración colorista, kitsch y estrambótica basada en personajes de dibujos animados como Pokemon o Hello Kitty. Junto a la Plaza Holandesa, se sitúa una pequeña colina a la cual recomendamos subir dando un paseo ya que en su cima se encuentra la iglesia de St. Paul, o lo que queda de ella. Se trata de las ruinas de una iglesia de la época portuguesa datada del siglo XIV y de la que únicamente se conserva la fachada creando un espacio de gran belleza. Las vistas sobre la ciudad desde la cima son espectaculares. Otra de las ruinas del pasado portugués de Malaca es la Puerta de Santiago y se trata de una de las antiguas puertas que daban acceso a la fortaleza A Famosa y que fue destruida por los ingleses. Paseando por las calles de Malaca, nos encontramos con numerosas iglesias y templos que reflejan el pasado y el presente multicultural de la ciudad, y esto se refleja principalmente en la calle de la Armonía en la que conviven diferentes centros religiosos. Uno de ellos es el Chen Hoon Teng considerado el primer templo budista construido en Malasia en 1645 y que destaca por su encanto y sencillez. La religión musulmana tiene su lugar de confesión en la Mezquita Masjid Kampung Kling que el viajero identificará por su minarete construido a modo de pagoda. Data de 1748 y conserva su diseño original que combina diferentes estilos desde chinos a hindúes. La iglesia católica de la calle de la Armonía y la más significativa de Malaca es la de St. Francis Xavier de mitad del siglo XIX. El templo hinduista es el denominada Sri Poyyatha Vinayagar Moorthi, uno de los más antiguos de Malasia ya que data de 1781. Destaca por su sencillez, poca ornamentación y por rendir culto a Ganesha. La mejor manera de visitar Malaca es perderse por sus calles e ir descubriendo lo que la ciudad tiene que ofrecer. Una de las zonas más concurridas es China Town y en concreto Jonker Street, con una animada vida comercial. Si el paseo nos lleva a las orillas del río, descubriremos el rico arte urbano que da color a las casas situadas en la orilla.