La belleza de esta urbe, situada entre la ciudad Florina y la fortaleza de San Telmo, es tal que en el año 1980 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad.
Recorrer La Valeta nos permitirá descubrir rincones maravillosos como las esquinas adornadas con estatuas de vírgenes o santos, y llamarán nuestra atención las cabinas telefónicas pintadas de color rojo, más características de Londres que de Malta. Los que no entiendan el significado de estas cabinas en Malta, deben saber que los lugareños las utilizan para recordar que los británicos estuvieron en esta isla durante más de 150 años, y se fueron en 1979. Esta urbe es famosa por sus museos, palacios y monumentales iglesias. Entre los sitios de interés que no podemos perdernos está la Catedral de San Juan. Lo más atractivo de este recinto es su interior, ya que es donde podremos contemplar con nuestros propios ojos la fascinante “decapitación de San Juan Bautista”, una de las obras maestras del pintor italiano Caravaggio. La estructura de La Valeta es muy curiosa. Se trata de una ciudad cuadrada, con calles rectas y paralelas que se cruzan en forma de cuadrícula. A pesar de que en ocasiones nos toparemos con vías más empinadas, recorrer esta localidad es fácil y rápido, ya que es pequeña. No podemos perdernos hacer un alto en Republic Street, una calle repleta de bares, comercios y pastelerías.
