Kuala Lumpur es considerada la puerta de entrada al Sudeste Asiático, ya que su aeropuerto internacional recibe a miles de pasajeros que hacen escala en su ruta a las diferentes ciudades y países de esta parte del mundo.
Al nombrar Kuala Lumpur lo primero que nos viene a la cabeza son sus impresionantes Torres Petronas, sin embargo, a parte del icono, la ciudad se caracteriza por su variada oferta arquitectónica que le confiere el carácter que tiene. Aquí viven unos siete millones de habitantes y es un epicentro de la multiculturalidad. Además de malayos, chinos e indios, personas de diferentes etnias conviven en una de las ciudades más abiertas del planeta. De los primeros monumentos que cualquier viajero visitará al llegar a la capital de Malasia son las archiconocidas Torres Petronas. Diseñadas por el arquitecto argentino César Pelli ostentaron el título de torres más altas del mundo hasta 2003. Miden 452 metros de altura y a pesar de representar la vanguardia y la modernidad, evocan al arte clásico islámico con sus torres en forma de minarete. Son el icono de Kuala Lumpur y definen su skyline. Aunque la panorámica que ofrecen desde su Skybridge puede dejar a cualquiera sin palabras, se suele decir que la mejor vista sobre la ciudad se obtiene desde la KL Tower, que mide un total de 421 metros. Está situada en la reserva forestal de Bukit Nanas, lo que antiguamente fue una selva tropical así que además de disfrutar de una panorámica espectacular, podemos volver a la ciudad atravesando los caminos que cruzan la reserva. Uno de los lugares en los que cargar pilas o simplemente dar un paseo es el Parque KLCC, situado bajo las Torres Petronas. Es el pulmón verde de la ciudad y en él podemos encontrar diferentes zonas verdes y de descanso, diversos senderos y un lago con fuentes de agua que de noche ofrecen un espectáculo acuático con luz y sonido. Uno de los placeres de viajar en entornos urbanos es callejear y perderse por sus barrios. Uno de los más visitados de Kuala Lumpur es Chinatown con un impresionante mercado en el que venden principalmente imitaciones. En la calle Jalan Petaling Street, la principal, encontraremos numerosos chiringuitos de comida tradicional china. La población hindú tiene su núcleo principal en el barrio de Little India. Los olores típicos de este país, comprar productos como telas o especias así como su cocina tradicional son uno de los principales reclamos del barrio. Si lo que queremos es visitar un mercado típico malayo, nos dirigiremos al Central Market, un pequeño mercado en el que adquirir recuerdos tradicionales como artesanías, prendas de ropa elaboradas tradicionalmente y picar alguna exquisitez local en sus puestos de comida.