Al norte de la isla de Borneo y por tanto, al Este de Malasia, se encuentra la ciudad de Kota Kinabalu, capital de la provincia de Sabah. Los viajeros que quieran empaparse de entorno natural, tanto por tierra como por mar, aquí encontrarán su paraíso.
Visitar la ciudad es conocer una cultura con unas fuertes raíces étnicas. Como en cualquier zona de Malasia que visitemos, encontraremos una imponente mezquita, en este caso, la Masjid Bandaraya Kota Kinabalu o City Mosque. Es una de las más destacadas de todo el país por sus grandes dimensiones ya que puede albergar hasta 12.000 fieles. Sus muros exteriores de color blanco y sus minaretes en azul, le confieren el carácter místico. Al ser una zona costera, su gastronomía se basa en los pescados y mariscos frescos. Un lugar ideal para degustar la cocina local es el mercado nocturno de Gaya Street aunque solo está abierto los domingos. Los que quieran profundizar en la forma de vida de los pueblos originarios de Borneo no pueden perderse el museo viviente Mari Mari Culture Village. En él se reproducen las costumbres de las etnias locales y el espectador podrá degustar la cocina ancestral de la zona así como disfrutar con las danzas tradicionales. Los amantes de la naturaleza podrán conocer en la zona una de las especies animales más representativas de Malasia: el orangután así como diferentes especies de monos. Una de las excursiones destacadas es la visita al Sepilok Orangutan Rehabilitation Center, una reserva de estos simios que conviven en semilibertad mientras se recuperan de haber sido heridos por cazadores. Si queremos disfrutar de los monos en su hábitat natural podemos adentrarnos en el Klias River, una zona de manglares en los que habita el curioso mono narigudo. Si lo que queremos es adentrarnos en el mar, no podemos perdernos una excursión al Parque Marino Abadul Raman, formado por varias islas y en las que podremos realizar todo tipo de actividades acuáticas.