Conformado por 15 distritos, fue el municipio de Dubuty el primero en acoger a los primeros veraneantes. Con el paso de los años, los municipios acabarían uniéndose en lo que se conoce hoy como Jurmala. Si bien el corazón de la acción se sitúa en los distritos de Majori y Dzintari, la región al completo es merecedora de ser visitada.
Y es que Jurmala ha mantenido su firma propia de retiro, lugar de desconexión y ciudad para ver y ser visto. Además de sus playas y balnearios, la naturaleza y la luz propia de la región la convierten en la ciudad de los mil colores, donde serás de testigo de una amalgama de tonalidades que despiertan dependiendo de la época del año. Muchos escritores letones han escogido esta región como fuente de inspiración de sus novelas. La perla de Letonia ofrece los ingredientes idóneos para desconectar y recargar energías. A menos de 30 km de Riga, la ciudad cuenta con parques verdes, museos y por supuesto, playas y atardeceres, que han conseguido situarla en el mapa de destinos internacionales. Una de las primeras impresiones que invaden al viajero cuando llega a Jurmala es la vasta naturaleza que conforma la ciudad. Y es que aquí, un tercio de la ciudad es verde. Bosques de pinos, parques naturales y zonas ajardinadas adornan la ciudad convirtiéndola en un pulmón verde donde se respira aire fresco y saludable. Para los amantes del ecoturismo y las excursiones, recomendamos el Parque de Dzintari. Ubicado en pleno corazón de la ciudad, aquí podrás disfrutar de un largo y tranquilo paseo mientras observas grandiosos árboles con más de 200 años de antigüedad. Sube hasta la torre de vigilancia para disfrutar de unas vistas panorámicas o piérdete por los múltiples senderos que unen al parque con la ciudad. La palabra Jurmala en letón significa “al otro lado del mar” y según los locales hace alusión a sus arenas blancas, acantilados y al mar, ya que sin playa Jurmala perdería gran parte de su encanto. La región cuenta concretamente con 25 kilómetros de playas a los largo de 11 municipios. Cinco de ellos: Bulduri, Dzintari, Majori, Dubulti y Jaunkemeri han recibido los certificados de Bandera Azul. La más transitada es Majori debido a su cercanía con la ciudad, sus idílicos restaurantes y sus atardeceres. Si bien es una de las playas más bonitas debido a sus vistas al Báltico, te recomendamos descubrir tu rincón secreto. Aquí encontrarás acantilados detrás de la arena, atmósfera vírgenes interrumpidas tan solo por un pequeño café de playa y atardeceres con colores que jamás habías visto antes. Aseguran los locales que, por mucho que hayas viajado, jamás encontrarás un atardecer como los de Jurmala porque cada día es distinto.