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Ipoh

La perla colonial

Una de las ciudades que todavía están algo alejadas de los circuitos turísticos tradicionales es Ipoh. Situada en la parte noroeste de la Malasia peninsular, es la capital del estado de Perak y la tercera mayor ciudad del país.

Como cualquier antigua ciudad colonial malaya, Ipoh cuenta con un casco antiguo fascinante, lleno de edificios de la época de la preindependencia del país que hoy se han convertido en encantadores cafés y restaurantes. Cualquier visitante del sudeste asiático sabe que una parte de la jornada hay que dedicarla a admirar templos. Y en el caso de Ipoh, no es para menos. En la cueva Sam Poh Tong, situada sobre una colina y para la que hay que subir casi 400 escalones, se pueden visitar varios templos excavados en la roca caliza como los de Perak Tong y el de Sam Poh. El primero con una estatua de Buda de grandes dimensiones y una panorámica de la ciudad impresionante. En el templo de Sam Poh, además de varias esculturas de Buda, se encuentra un curioso estanque de tortugas creado a partir de las donaciones de estos animales que hacen los habitantes locales. Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad es la estación de trenes construida en estilo colonial, y coronada por enormes cúpulas blancas. En frente de la estación, podemos admirar el edificio del ayuntamiento, construido en los años 20. Siguiendo la ruta de edificios coloniales, no podemos perdernos el Court House y la Birch Memorial Clock Tower, una torre del reloj construida en 1909 en memoria del primer presidente británico de la provincia de Perak. Sin duda uno de los mayores atractivos de Ipoh es la comida callejera que podremos encontrar en cualquier esquina así como en los famosos mercados nocturnos, cuya visita es la mejor manera de acabar una jornada en Malasia. En las calles de Ipoh podremos disfrutar de deliciosos platos locales y de sabrosas recetas indias o chinas.