La ciudad es el centro comercial y la ciudad más grande de Vietnam y el lugar donde lo antiguo se encuentra con lo nuevo. Los templos se apiñan en medio de rascacielos y tiendas de diseñadores, los lugareños arrojan cañas de pescar de bambú en el lánguido río Saigón y ,en algunos lugares, la ciudad se siente casi europea.
Ho Chi Minh es Vietnam es su máximo explendor. La urbe puede resultar, en primera estancia, un lugar abrumador y no solo por el tráfico. Si prefieres descubrir la ciudad de una manera más original te proponemos tres opciones. Puedes degustar uno de sus platos más típicos, la sopa de Pho, desde una azotea. Aquí, muchos restaurantes y clubs se encuentran en los pisos más altos de la ciudad. Disfruta de una panorámica única mientras saboreas la comida vietnamita. Otra opción es un recorrido fluvial. Muchas compañías ofrecen la opción de navegar el río y poder observar la ciudad desde una peculiar perspectiva. La tercera, no apta para quienes se alteran conduciendo, es alquilar una moto. Vietnam es la ciudad de las motos, y recorrer Ho Chi Minh es una experiencia única, aunque también algo estresante, que te ayudará a empaparte de la vitalidad caótica de la ciudad. Finalmente, cuando llega la noche, la calle de Bui Ven despierta. Pese a ser una experiencia algo bizarra merece la pena, aunque sea solo para observar la vida nocturna de esta calle. Una sobrecarga sensorial donde puedes encontrar todo tipo de actividades, muchas quizás poco turísticas, y bares que no cierran sus puertas hasta el amanecer.