Empezando por la cosmopolita y vibrante Tel Aviv, siguiendo por la portuaria e histórica Haifa, por la milenaria Jaffa y por la misteriosa y emblemática Acre, y terminando por las pequeñas pero encantadoras poblaciones de Ascalon, Netanya, Beerseba o Safed, todo Israel está lleno de ciudades con mucho que ofrecer.
Después de la gran Jerusalén, Tel Aviv y Haifa son las dos ciudades más destacadas de Israel. En el caso de la primera, el principal protagonista de la ciudad es el mar Mediterráneo, siempre deslumbrante y con playas para todos los gustos. Algunos de los adjetivos que pueden definir a Tel Aviv son ‘moderna’, ‘ecléctica’, ‘jovial’, ‘internacional’, ‘activa’, ‘artística’… Todo esto y mucho más es esta ciudad, la segunda más importante de Israel y toda una joya por descubrir en Oriente Próximo. Totalmente opuesta a Jerusalén, esta ciudad con toques occidentales es un lugar perfecto tanto para desconectar en familia en sus playas y paseando por sus calles, como para vivir al máximo la fiesta con sus largas noches y sus numerosos y coquetos cafés. Tel Aviv es una ciudad pequeña en comparación con otras ciudades europeas y se puede recorrer a pie o en bicicleta sin ningún problema. En general, el ambiente de la ciudad es bastante informal y acogedor.
Situada al norte de Israel, en las laderas del Monte Carmelo frente al Mar Mediterráneo, Haifa es la tercera ciudad más grande de Israel. La ciudad es conocida en todo Israel por su población mixta de judíos y árabes que coexisten pacíficamente. Cualquier visita a Haifa debe pasar por los Jardines Bah'ai, que forman parte del Centro Mundial Bah'ai, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además, en Haifa hay museos muy interesantes: el museo de Ciencia y Tecnología, el museo de la Ciudad, o el Atlit Detainee Camp, un museo sobre inmigración ilegal en Israel.