Atenas

La antigua capital del mundo

Atenas no es solo historia. Eclipsada por su principal protagonista, la Acrópolis, la ciudad se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos. Playas, barrios con encanto, sus gentes o su gastronomía la convierten en uno de los paraísos más completos donde podrás retroceder y avanzar en el tiempo.

Pocos lugares del mundo pueden compararse con la Acrópolis de Atenas. Visible desde casi todas las partes de la ciudad, es el centro alrededor del cual gira todavía hoy, la vida ateniense. Un recordatorio diario de su gloria. Tras su destrucción en el 480 a.C. por parte del ejército persa de Jerjes, se inició un largo proceso de reconstrucción liderado por el político Pericles. A esa época pertenecen el Partenón, el templo de Atenea Niké, los Propileos y el Erecteion, en los que intervinieron grandes maestros como Fidias, Calícrates, Mnesicles o Ictino.

Antes del último bombardeo, a finales del siglo XIX, el templo constaba originariamente de ocho columnas dóricas estriadas en cada extremo y 17 en cada lado. Para lograr una forma perfecta, sus líneas se curvaron ingeniosamente para crear una ilusión óptica. Supervisados ​​por Pheidias, los escultores Ictino y Calícrates, tardaron 15 años en construirlo. Por ello no es de extrañar que sea uno de los lugares favoritos de los viajeros y al que mayor tiempo destinan para deleitarse con su historia. Recomendamos una guía para poder conocer en detalle esta belleza histórica que, pese a saqueos y bombardeos, ha sobrevivido al paso de los siglos. De los 128 metros originales del friso, se conserva un 94% de las esculturas, repartidas entre el Museo de la Acrópolis y el British Museum. Grecia sigue pidiendo su traslado a la ciudad, pero no parece que vaya a ser posible, al menos en un corto plazo de tiempo.

La Galería de las laderas de la Acrópolis de la planta baja emula la subida a la colina sagrada mientras permite vislumbrar las ruinas de abajo. Las exhibiciones incluyen jarrones pintados y ofrendas de los santuarios donde se adoraba a los dioses, además de objetos más recientes encontrados en las excavaciones del asentamiento, incluidas dos estatuas de arcilla de Niké.

No puedes perderte

El antiguo Ágora

El antiguo Ágora era el mercado y el centro de la vida cotidiana en la antigua Atenas. Sócrates expuso su filosofía aquí en el año 49 d.c. Se trata del lugar donde se llevaban a cabo todo tipo de actividades comerciales y administrativas así como la toma de decisiones. Desde el Ágora se extiende un sendero que conduce hasta la colina Kolonos Agoraios donde podrás disfrutar de unas impresionantes vistas desde el Templo de Hephaistos. Una magnífica forma de acabar un largo día de turismo mientras contemplas el atardecer. Este templo dórico del siglo V a. C. es uno de los mejor conservados.

Anafiotika

Otro idílico lugar en el que perderse es Anafiotika. Las casas de este barrio parecen sacadas de un pueblecito típico de alguna isla del Egeo. Esto se debe a que fueron construidas a mediados del siglo XIX por albañiles naturales de la isla de Anafi, situada en las Cícladas. Los albañiles echaban de menos sus raíces así que decidieron construir un pequeño pueblecito como el suyo en la ladera de la Montaña Sagrada.

El Keramikós

El Keramikós era, en la antigua Atenas, el barrio de los alfareros. En el siglo XIX, mientras se realizaban unas obras de construcción de carretera, se descubrió que el barrio albergaba la mayor necrópolis de la ciudad de Atenas. Este cementerio estaba destinado a los miembros de la aristocracia ateniense o a personajes prominentes de la ciudad, como Pericles. Su nombre deriva del héroe Keramos, adorado por los alfareros, hijo de Dioniso y Ariadna. Construido en el año 478 a.c, fue utilizado como cementerio hasta el siglo VI d. C. Las tumbas, estelas de mármol talladas con vívidos retratos y escenas familiares, son uno de los principales reclamos.

Museos, museos y más museos.

En el barrio de Kolonáki se ubica el Museo de Arte Cicládico creado en 1.986. La colección permanente incluye más de 3.000 objetos de arte griego antiguo, arte antiguo de las Cícladas y arte chipriota. Muchos de los objetos en exhibición datan del siglo VI a. C. Fundado en el siglo XIX, el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, es el museo arqueológico más grande de Grecia y uno de los museos de antigüedades más grandes del mundo. El museo está ubicado en un impresionante edificio neoclásico de 8.000 metros cuadrado. El Museo Bizantino es un tesoro de objetos y reliquias religiosas del período bizantino, así como de las primeras épocas cristianas y medievales. La colección incluye esculturas, pinturas, iconos, textiles y mosaicos. En total, más de 25.000 objetos.

Museo de la Acrópolis

Bajo la colina, a los pies de la Acrópolis, se sitúa uno de los museos más importantes del país: el Museo de la Acrópolis. Contiene una de las colecciones de arte griego más valiosas del mundo. Al entrar al museo, el suelo de cristal revela las ruinas de un antiguo barrio ateniense. Estas fueron descubiertas durante la construcción del museo y tuvieron que ser preservadas e integradas en un nuevo plan de construcción que, desde este año, puede observarse de cerca.

Iglesia de los Santos Apóstoles y la Iglesia Panaghia

Ubicada en el Ágora antigua, la Iglesia de los Santos Apóstoles destaca por ser el único edificio, junto al Templo de Hefesto, que ha sobrevivido al paso de los siglos. Construida en el siglo X, la iglesia se alza sobre un nymphaion (manantial sagrado). Este templo cristiano fue la primera iglesia construida en Atenas y el primer ejemplar de un estilo arquitectónico caracterizado por una forma de cruz cuadrada. La Iglesia Panaghia Kapnikaréa es una de las más antiguas de Atenas. Gracias a la intervención del rey Luis I de Baviera se salvó de ser demolida. La iglesia es un espléndido ejemplo de arquitectura de la era bizantina del siglo XI.