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El gran santuario de Amón

Un bosque de columnas recibe al viajero que se adentra en el templo de Karnak, el último bastión del dios Amón, quien dio el soplo de vida al Imperio Nuevo en Egipto, una época de esplendor en la civilización que vio nacer el Nilo, el río Sagrado.

Construido bajo las órdenes de diversos faraones para satisfacer el culto al dios Amón, a través de simbologías que incluyen animales protectores y referencias al sol, hoy el templo de Karnak, antiguamente la casa de Amón, es el templo más grande de Egipto y el paradigma de las pirámides de una civilización tan antigua como insondable.

Porque pensar en el misterio de Egipto, es pensar en el Templo de Karnak, el último reducto del dios Amón en la tierra.

¿Quieres caminar entre las piedras que guardan ecos de más de 4.000 años de historia? ¿Y sentir de cerca los mismos símbolos solares que admiraban los faraones? Entonces pon rumbo a Luxor, Egipto, para vivir una experiencia magnética.

El santuario del dios Amón: el Oculto

En un altiplano del valle de Lúxor, hace más de 4.000 años unos sacerdotes, bajo el mando de los faraones, buscaban la mejor orientación de un templo que sería el hut, o la casa de Amón, considerado el Oculto.

Una orientación que buscaban a través de hilos y mediciones en base a la posición de las estrellas o accidentes geográficos, todo con el objeto de ofrecer un hogar a Amón, representante del sol, quién era en un comienzo el dios local de la que fue Tebas en la Antigua Grecia.

Tras complejos rituales, los sacerdotes levantaron un templo que cumplía con todos los requisitos para canalizar el culto al dios Amón, donde su barca Userhat, rematada con plata pura y trabajada en oro, salía en procesión en las festividades desde el núcleo del templo a través del muelle hacia el Nilo.

El templo en datos y curiosidades

Las vías procesionales que unen los recintos sagrados se encuentran custodiadas por esfinges con cabeza de carnero que cumplían con la función de guardianas.

El templo representa el universo recién creado: la colina primigenia de la que saldría el caótico océano primordial. Esto se refleja en el mundo que rodea el templo-en vez de ser recto representa ondas.

En su centro existía un lago especialmente construido para las abluciones.

Existían estatuas colosales como por ejemplo de la de Amenhotep III- de 21 metros de alto.

Los símbolos solares son recurrentes en los pilonos-coronados por obeliscos que representaban los rayos del sol petrificados.

El templo tiene más de 2.400 metros de perímetro.

Su sala hipóstila es la parte más impresionante: 5.000 metros cuadrados donde se erigen más de 134 columnas.

Visitar el templo de Karnak| Entre la arena y el cielo

La mejor manera de conocer los secretos del templo es a través de una visita guiada, preparada para sorprender al viajero y contarle la historia mediante un espectáculo de luz y sonido.

Porque la única manera de disfrutar el Templo de Karnak es a través de los cinco sentidos. Para transportarte a la época de mayor esplendor del Imperio Nuevo.

¿Quieres explorar más secretos de Egipto? Te recomendamos nuestra guía de viaje de Egipto, para que no te dejes nada el tintero.

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