Santa Cruz de la Florencia es el panteón donde descansan algunas de las personalidades más ilustres de Italia -y del mundo-. Es la cuna del Renacimiento que se erigió como unos de los epicentros del saber. Sus muros fueron testigos de las conversaciones sobre arte, ciencia o astronomía de las mentes más brillantes de su tiempo.
El Síndrome de Stendhal fue por primera vez descrito a raíz de una visita a la iglesia del escritor francés. Comenzó a sentir vértigos y confusión a causa de la imponente belleza del lugar. Y cuentan que este síndrome afecta al menos a 12 visitantes el año. Curioso, ¿verdad?
La Basílica de la Santa Cruz, o iglesia de Santa Croce en italiano, es obra de Arnolfo di Cambio. La construcción se consagró en el año 1444 y su estatus actual es de Basílica Menor. Su singular mezcla de varios estilos como el gótico, renacentista y neogótico confieren a esta iglesia de una belleza única. La magnificencia del mármol que recubre la fachada nos recuerda que aquí se encuentran algunas de las obras más importantes del Renacimiento y el Medievo.
Pasear por esta basílica supone encontrarse frente a frente con la historia de Italia y sus personalidades más importantes. Conocida como el 'panteón de los hombres ilustres', entre sus muros se encuentran las tumbas de personas célebres como Galileo, Miguel Ángel, Dante o Maquiavelo. A lo largo de 16 capillas descubrirás los monumentos funerarios de estos ilustres personajes. Los monumentos y esculturas funerarias son auténticas joyas del arte.
La iglesia franciscana más grande de Europa fue uno de los principales centros culturales de Europa y su uso ha ido cambiando a lo largo del tiempo: primero fue empleado centro artístico, después teológico y cultural para más tarde convertirse en panteón y enterrar entre sus muros a los personajes más gloriosos de Italia.
La basílica se encuentra en la piazza di Santa Croce. Una plaza no menos importante que la misma basílica: aquí tenían lugar los principales torneos, las luchas entre animales salvajes y hasta la quema de herejes.
Cerca de la iglesia se encuentra un homenaje en forma de estatua al poeta dante. ¿Quieres saber una curiosidad? Esta plaza fue testigo de los torneos de un deporte similar al fútbol que se jugaba alrededor de 1500. Es un deporte mucho más agresivo que el fútbol y supone un auténtico cuerpo a cuerpo entre los contrincantes. Los florentinos de la época jugaban para demostrar su valentía durante el asedio Carlos V y así hacer saber al enemigo que no se dejaban amedrentar. Hoy en día se sigue practicando.
No puedes perderte contemplar la tumba de Miguel Ángel donde tres esculturas realizadas por Vasari representan las tres artes que dominó el artista: pintura, escultura y arquitectura. Enfrente de la sepultura de Miguel Ángel se encuentra el mismísimo Galileo Galileo, que, como curiosidad, fue enterrado dos siglos después exactamente a la misma tarde y hora que Miguel Ángel. Pero no solo eso, Galileo recibía su bautismo el mismo día que el aliento de Miguel Ángel se apagaba para siempre. Dos genios predestinados a cruzarse en el camino, aunque sea de alguna manera.
Además estas tumbas icónicas, a lo largo de los pasillos de la basílica te encontrarás con joyas del arte renacentista y medieval: esculturas, frescos y la misma arquitectura de la iglesia no te dejarán indiferente. Santa Croce es un auténtico bastión de la historia del arte y estandarte del saber. Como para perdérselo, ¿verdad?
Esto y mucho más te espera en este fantástico destino, no te pierdas la guía de viaje de Italia.
La basílica está abierta de lunes a domingo, y la entrada cuesta 8€. Puedes consultar todos los detalles en la página oficial de la basílica.