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Bailes típicos del caribe

Culturalmente, el Caribe es una zona excepcionalmente rica en aspectos como la música o el baile. A la enorme variedad de países que lo componen que, junto con su historia, marcan una influencia altísima, se suma su clima tan característico. Son sus ancestros indígenas y el mestizaje de estos tanto con españoles como con esclavos africanos hasta allí llevados, lo que otorga a su folklore una tradición de siglos.

Sobra decir que sus ritmos son variados, coloridos y sorprendentes para todo aquel turista dispuesto a dejarse llevar por su magia. Así que si vais a visitar algún destino caribeño próximamente, ser testigos de alguno de sus espectáculos tradicionales puede ser una estupenda opción de disfrutar de vuestra estancia.

El bullerengue, danza de origen africano

Esta danza se baila fundamentalmente por mujeres, aunque también, de una forma más profana y actual, se realiza en pareja. El bullerengue consiste en el movimiento de caderas y brazos de forma rítmica, al son de tambores, palmas y la voz de quienes cantan a coro. Se distingue por realizarse en filas y círculos, generando un sinfín de espirales de movimiento, lo cual lo hace especialmente bello de observar.

Surgió como ritual para celebrar el rol femenino y, fundamentalmente, su paso a la pubertad para celebrar ya también su fertilidad. Sus orígenes son africanos y, concretamente, cimarrones. Partió esta danza del Palenque de San Basilio, una zona caribeña de asentamiento de los negros cimarrones, que fueron los esclavos rebeldes que se dieron a la fuga para luchar por su libertad.

Más bailes típicos del Caribe: la Cumbia

Con raíces africanas, al igual que el bullerengue, la cumbia tiene grandes diferencias con respecto a este. Por un lado, la cumbia fue siempre bailada por parejas mixtas, además de tener un fin erótico y de seducción durante el bello desarrollo de sus sutiles pasos. Así, la mujer contonea sus caderas a la vez que da pasitos cortos, porta un par de velas encendidas (una en cada mano), lo que lo confiere de un romanticismo bastante fuerte. Mientras, el hombre gira deslizando los talones alrededor suyo, evocando movimientos suaves de acercamiento con su sombrero.

La cumbia es uno de los bailes típicos del Caribe con mayor influencia indígena, y se ha hecho especialmente popular en Colombia. Antiguamente se bailaba de noche, entre místicas hogueras, y le debe sus comienzos a las fiestas de La Candelaria, donde se iniciaron estos movimientos tan seductores que aún a día de hoy dan paso al erotismo y al amor de quienes la bailan.

Al son del mapalé

Como ocurre con la cumbia y el bullerengue, el mapalé tiene raíces africanas debido a la llegada de numerosos esclavos africanos en la época de la conquista. Sus orígenes tienen lugar en la costa del Caribe y debe su nombre a los pescadores que lo llevaron hasta allí y que, precisamente, se dedicaban a la pesca del mapalé.

Aunque el sentido de sus ritmos inicialmente fue el de honrar su trabajo en las aguas bravías donde desarrollaban la pesca del mapalé, su evolución le confiere, a día de hoy, un carácter sexual y mucho más visceral. A ritmo apabullante del tambor, los bailarines alcanzan un estado casi de frenesí durante sus pasos cortos y palmoteo acelerado, sincronizados con la fuerte percusión.

Otros bailes típicos del Caribe

El Porro, por ejemplo, proviene de los ritmos de la cumbia y se asemejan en el carácter seductor del contoneo de sus parejas. Del Porro, precisamente se origina la Puya (también conocida como el Porro tapaó) que a día de hoy, por su genuino estilo callejero, es muy común de ser vista en calles y comparsas festivas.

De Jamaica proceden el reggae y el ska, con mucha menor historia, ya que su origen es de los años 90 frente a los más de cinco siglos de historia con los que cuentan otros bailes típicos del Caribe. El son cubano, sin embargo es más antiguo que las danzas jamaicanas. Concretamente, se inició en el siglo XIX en Santiago de Cuba, la capital de la isla bonita. Y muchos devotos son los que tiene el famoso reggaetón, con procedencia de Puerto Rico y Panamá. Este surge como mezcla del hip hop y del reggae, y comenzó a hacerse más conocido en los años 90 y, recientemente todavía se ha hecho más popular por el carácter reivindicativo social y los temas tabú de sus letras.

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